VIDA Y OBRAS DE JESÚS EN GRECIA

Jesús visita Grecia y los Atenienses le dan la bienvenida. Encuéntrase con Apolo.Dirige un discurso a los maestros griegos en el anfiteatro. La filosofía griega estaba llena de verdad, y Jesús deseaba estudiar con los maestros en las escuelas de Grecia. Por ello salió de su hogar en Nazareth y paso el Monte Carmelo, y en el puerto tomó un barco, y pronto estuvo en la ca- pital de Grecia. Ahora bien, los Atenienses habían oído hablar de el como preceptor y filósofo y se alegraban de que Él viniese a ellos, pa- ra poder oir sus palabras de verdad. Entre los maestros griegos había uno, de nombre Apolo,a quien se le llamaba el defensor del Oráculo, y a quien en muchas partes reconocían como filósofo griego. Apolo facilitó a Jesús el acceso todos los lugares don- podía darse cuenta del saber de los griegos, y en el Areópago oyó hablar a los mas sabios maestros. Mas Jesús trájoles una sabiduría mucho más grande que que la de ellos y respecto de ella enseñaba. Una vez, estando en el anfiteatro, púsose de pie, y cuando Apolo le indicó que podía hablar,ël dijo: Maestros Atenienses, escuchadme En muy antiguos tiempos, hombres sabios en las leyes de la naturaleza, buscaron y encontraron el lugar en el que vuestra ciudad se asienta. Bien sabéis que hay partes en la tierra en la que su gran corazón latiente lanza hacia los cielos ondas etéreas que se unen a los éteres que vienen de lo alto. Lugares en los oue la luz Espiritual y el entendimiento, lucen como las estrellas de la noche. En toda la tierra no hay lugar más sensitivo, más verdaderamente escogido por el espíritu que aquel en el que Atenas se asienta. Si, toda Grecia es elegida.Ninguna otra parte de la tierra ha sido la cuna de hombres de tal potencia mental como aquéllos cuyos nombres adornan los pergaminos de la fama. Multitud de colosos de la filosofía, de la poesía, de la cien- cia y del arte, nacieron en el suelo de Grecia, y fueron mecidos en vuestra cuna de pensamiento puro. Yo no vengo aquí a hablaros de ciencia, de filosofía o arte; de todo esto, vosotros sois ahora los mas grandes maestros del mundo. Mas todos vuestros grandes talentos no son sino escalo- nes que conducen a mundos que existen más allá del reino de los sentidos: esos talentos vuestros no son sino sombras ilusorias que se mueven sobre las paredes del tiempo. Así, pues, yo querría hablaros de una vida superior, interna una vida real e imperecedera. En la ciencia y en la filosofía no hay poder bastante pa- ra, capacitar a un alma a reconocerse a sí misma o para comunicarse con Dios. Yo no quisiera detener la marcha de vuestras grandes co- rrientes de pensamiento: sino más bien querría orientarlas hacia los senderos del alma. Sin la ayuda del hálito espiritual, el trabajo del intelecto tiende solamente a resolver los problemas de las cosas que vemos, y nada más. Los sentidos fueron creados para trasladar a la mente solo representaciones de las cosas perecederas; ellos nada tienen que ver con las cosas reales; ellos no comprenden la ley eterna. Mas el hombre tiene algo en su alma, un algo que rasgará en dos el velo, para que pueda ver el mundo de las cosas reales. A este algo le llamamos consciencia espiritual; ella duer- me en cada alma y no puede ser despertada, hasta que se recibe el Santo Espíritu como a un huésped bienvenido. Este Santo Espíritu llama a las puertas de cada alma; pero no puede entrar sino hasta que la voluntad del hombre le abre de par en par la puerta. En el intelecto no hay nigún poder para dar vuelta a la llave; la filosofía y la ciencia se han esforzado mucho por lle- gar a tener un vislumbre de lo que hay tras el velo; mas han fracasado. El resorte secreto que abre de par en par las puertas del alma, puede ser tocado solamente por la pureza en la vida, por la oración y por la elevación de pensamiento. ¡Vuelve oh mística corriente del pensamiento Griego, y mezcla tus claras aguas en el océano espiritual de vida; y en- tonces la consciencia del espíritu no dormirá ya más, y el hombre sabrá y Dios bendecirá! Cuando Jesús hubo asi dicho, apartose. Los maestros griegos estaban atónitos por la sabiduría de sus palabras; ellos nada replicaron. Jesús ensena a los maestros griegos.Va con Apolo a Delfos y oye hablar al Oráculo.Este da testimonio de Él.Mora con Apolo y es reconocido como elOráculo Viviente de Dios. -- Explica a Apolo como y por qué habla el Oráculo. Por algún tiempo los maestros Griegos escucharon las claras e incisivas palabras que Jesús habló y aun cuando no pudieron comnrender plenamen- te lo que dijo, estaban complacidos y aceptaban su filosofía. Un día en que Jesús y Apolo andaban por la playa, un correo de Delfos llegose a ellos de prisa y dijo, Apolo, maestro ven: el Oráculo va hablar. Apolo dijo a Jesús: Señor,si tu quieres ver al Oráculo de Delfos y oirle hablar, puedes acompañarme. Y Jesús lo acom- pañó. Los maestros fueron de prisa; y cuando llegaron a Del- fos, grande exitación reinaba. Y cuando Apolo estuvo ante el Oráculo, éste habló y dijo: Apolo, sabio de la Grecia,la campana da las doce; la me- dia noche de las edades ha llegado ya. Dentro de la matriz de la naturaleza son concebidas las edades; entran en gestación y nacen con el sol que se levanta, y cuando el sol de la edad llega a su ocaso, la edad se desintegra y muere. La edad Deifica ha sido edad de gloria y de renombre; los Dioses han hablado a los hijos de los hombres por oráculos de madera, oro y piedras preciosas. El sol Deifico se ha puesto;el Oráculo irá en declinación; está cerca el tiempo en que los hombres no escucharán más su voz. Los dioses hablarán al hombre por el hombre. El Orá- culo Viviente encuéntrase ahora en estos lugares sagrados; el Logo de lo alto ha venido. De aquí en adelante, mi sabiduría y mi poder disminui- rán: de aquí en adelante aumentará la sabiduría y el poder de Él,de Emmanuel. Que todos los maestros atiendan; que toda creatura le escuche y le venere a Él, a Emmanuel. Y entonces el Oráculo dejó de hablar durante cuarenta días. y los sacerdotes y el pueblo estaban sorprendidos. De todas partes vinieron gentes para es- cuchar de boca del Oráculo Viviente la sabiduría de los dioses. Y Jesús y el filósofo griego regresaron; y en la casa de Apolo, el Oráculo Viviente habló durante cuarenta días. Un día que estaban sentados solos, Apolo dijo a Je- sús: este Oráculo sagrado de Delfos ha hablado y dado mu- chos sabios consejos a Grecia. Te ruego me digas qué es lo que habla. Es un angel, hombre o Dios viviente el que habla? Y Jesús dijo, no es angel,hombre, ni Dios el que habla. Es la sin par sabiduría de las mentes maestras de Grecia unidas en una mente maestra. Esta mente gigante se ha vestido con las substancias del alma y piensa escucha y habla. Ella permanecerá siendo una alma viviente, mientras las mentes maestras la alimenten con pensamientos y con sabidu- ría, con fe y esperanza. Mas cuando las mentes maestras de Grecia desaparezcan de la tierra, esta mente gigante dejará de existir y entonces el Oráculo Deifico no hablará más . Era un día de fiesta y Jesús andaba sobre la playa de Atenas. Se desataba una tormenta y los barcos cual juguetes, eran lanzados de un lado a otro sobre las olas embravecidas. Los marineros y los pescadores sumergíanse, encontrando su tumba en las aguas: sobre la orilla estaban esparcidos los cuerpos de los muertos. Y Jesús no vaciló, mas con gran poder salvó a muchos de aquellos desamparados, y a más de uno de aquellos que parecían muertos devolviole a la vida. Ahora bien, en estas playas había erigidos sagrados al- tares a los dioses que se suponían regían los mares. Y hombres y mujeres, sin hacer caso de los clamores de los hombres que se ahogaban, se arremolinaban al derredor de sus altares, demandando protección de sus dioses. Al fin la tormenta se aplacó y todo el mar estaba en calma, y los hombres volvieron al dominio de sus facultades; entonces Jesús dijo: Adoradores de dioses de madera ;En cuanto se disminu- yó la furia de esta tormenta por vuestras frenéticas oraciones? Donde está la fuerza de estos pobres dioses, azotados por los elementos, con sus espadas y sus coronas pintadas? Un dios que pudiera morar en casa tan pequeña podría apenas detener una mosca asustada.Quien, pues, podría espe- rar que él pudiera tener a raya a los Señores de los vientos y las olas? Los potentes poderes de los mundos invisibles no pres- tan su ayuda, sino hasta que 1os hombres han hecho lo más que han podido; ellos solo ayudan cuando el hombre nada pue- de hacer ya. Y vosotros habeis agonizado y orado al derredor de es- tos altares, mientras dejabais que se hundieran en la muerte hombres que, con vuestra ayuda,podían haber sido salvados. El Dios que salva, mora en vuestras almas y se manifies- ta haciendo uso de vuestros propios pies y piernas, brazos y manos. La fuerza no viene de la ociosidad; ni por esperar que otro lleve vuestros fardos o haga el trabajo que vosotros estais llamados a hacer. Mas cuando vosotros haceis lo más que podéis para lle- var vuestros fardos y para hacer vuestro trabajo, vosotros ofre- céis a Dios un sacrificio agradable a sus ojos. Y entonces el Santo Uno sopla sobre el encendido fuego de vuestro sacrificio y hace alzarse de él una llama que ilumi- na vuestras almas con su luz y las llena de fuerza y de utilidad. La oración más eficaz que los hombres pueden ofrecer a Dios, es servir a aquellos que necesitan ayuda, porque lo que tu hagas por los demás hombres, el Santo Uno lo hará por tí. Y así es como Dios ayuda. Su labor en Grecia habíase terminado y Jesús debía se- guir su camino hacia Egipto, en el sur. Apolo, con los más gran- des maestros del lugar y con muchas otras gentes que se ocupa- ban de diversas cosas en la vida,estuvo de pie en la playa para ver partir al filósofo hebreo; y Jesús dijo: El hijo del hombre ha estado en muchas tierras; ha es- tado en los templos de una multitud de dioses extraños; ha pre- dicado el evangelio de buena voluntad y de paz sobre la tierra a muchas gentes, tribus y lenguas; Ha sido favorablemente recibido en multitud de lugares; mas Grecia es, de todos ellos, el hospedero real. La amplitud del conocimiento griego; la profundidad de su filosofía; la elevación de sus aspiraciones altruistas, la han adaptado para ir a la vanguardia de la causa de la justi- cia y libertad humanas. Los hados de la guerra han subyugado a Grecia, porque ella confió en la fuerza de la carne, del músculo y del intelec- to, descuidando la vida espiritual que liga a una nación a su fuen- te de poder. Mas Grecia no quedará por siempre dentro de la obscu- ridad de la región de las sombras, como esclava de un rey extraño. Alzad vuestras cabezas,hombres de Grecia! El tiempo vendrá en que Grecia respirará los Éteres del Santo Espíritu, y será un gran manantial de poder espiritual sobre la tierra. Mas Dios debe ser vuestro refugio, vuestra adarga y vuestro baluarte. Y entonces díjoles adiós.Apolo levantó su mano y le ben- dijo en silencio, y el pueblo lloró. En el barco cretense,Marte, el filsofo hebreo se hizo a la vela y partió del puerto griego hacía Egipto.

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: CONSEJO DE LOS SIETE SABIOS