La Novena Sinfonía:

Quizá hemos llegado al momento más esperado por este humilde servidor de ustedes, pues si hay una Sinfonía a la cual he dedicado toda mi atención y toda mi devoción ha sido a la Novena Sinfonía, Coral, la última Sinfonía propiamente dicha y la Primera que se ve enclavada en algo tan novedoso, revolucionario y genial que ya el hablar, escribir o decir algo de ella es ridículo. ¿Qué queda por decir de esta Sinfonía? Quizá lo que estamos haciendo aquí en la Kronos, decir lo que nadie ha dicho, quitarle tecnicismos innecesarios para poder escucharla y poder disfurtarla.

A todo esto, cuando digo 'tecnicismos' muchos se podrán preguntar a qué me refiero, pues muy sencillo, un ejemplo:

"" NOVENA SINFONÍA en re menor, con un coro final sobre la Oda a la Alegría de Schiller, OP: 125. Escrita de 1822 a 1824. Ejecutada por primera vez el 7 de Mayo de 1824. Publicada bajo el número de opus 125, en Octubre de 1826, en Maguncia, por el editor Schott: dedicada entonces al rey de Prusia, Federico-Guillermo III... etc. ""

¿Me entendéis?, y eso que está sacado de un libro al que yo he tomado como "La Biblia de Beethoven", donde el matrimonio Massin cuenta la vida de Beethoven de manera deliciosa y llena de Amor y respeto. Pero a la hora de hablar de las obras caen en lo mismo que en muchísimos otros libros. Es normal dentro de lo que cabe, la gente gusta de fechas y de historietas varias antes de escuchar músicas de autores conocidos.

Pero lo que importa de cualquier obra musical que nosotros escuchemos es saber qué pasa por dentro de nosotros, y si pudiéramos salirnos de nosotros mismos, llegar a imaginar por un momento qué supuso para el autor el componer la obra que fuere.

La Novena Sinfonía es una obra que tiene un proceso tan largo como casi es de larga la vida de Beethoven. Aquí volvemos a decir lo mismo que en la Octava sinfonía: no hay un tiempo específico en que digamos que fue compuesta. Fue creada a lo largo de toda su vida, pero Viviéndola y haciéndola vivir, no componiéndola en un papel, eso vendría en las fechas específicas que salen en ese principio de explicación de la obra.

Desde el primer momento en que Beethoven se encuentra con la Oda a la Alegría del citado Schiller, Beethoven es como si entrara en un campo que ya estaba predestinado a ocupar, a organizar, a fabricar: Crear la Novena Sinfonía, cuando no tenía compuesta ni la primera, pues (y perdonen ustedes la fecha) en 1792, o sea, a los veintidos años, proyecta el componer una música sobre esa Oda. Hasta 1800 no publica la Primera Sinfonía, así que fijaros bien qué proceso más acojonantemente fascinante; esperar casi treinta años para darse el gustazo de componer la Sinfonía más colosal y más hermosa de cuantas se han compuesto en toda la historia de la música.

Aquí ya en este punto del largo recorrido de Beethoven merece la pena pararse a pensar en ese concepto tan traído a la Kronos y tan estudiado de el Genio. ¿No habrá ya que hablar del segundo paso? SI, un Dios, un Dios hombre que se ha ido creciendo, creciendo y creciendo hasta llegar ya a tales alturas Espirituales que hablar de genios es como hablar de una especie de grupo social que se encuentra todos los Sábados en el Café Tal.

¿Por componer música se convierte uno en un dios? No, claro que no, se convierte uno en un dios cuando ya no hay más metas no se cuantos que surcar, que atravesar. La vida de Beethoven es desde un principio metahumana, para proseguir como metamental, y luego metamusical, y luego metagenial, hasta convertirse como hemos dicho antes en sencillamente un dios que tiene ya su Universo Pentatónico creado; a base de notas o de simples sonidos, pero Musical al más alto nivel.

"Mi Vida son las Notas". Mi mundo son las Notas, mi Universo son las Notas... La Estructura de lo que está hecho todo son Notas, son Sonidos, es Plasmación Sónica. Lo de ahí fuera, el mundo que pulula y se mueve como si fuera a alguna parte, es otra cosa, no es lo que debería de ser.

Crear Sinfonías, crear Músicas es crear Mundos imperceptibles a nuestros sentidos conocidos, por eso la vida de Beethoven son las Notas. (Qué manía de "presentear" el pasado eh???) Pero es que las notas y las músicas y los sonidos de las Músicas de Beethoven como la de otros compositores no han muerto por mucho que sus creadores si. Y en el caso de Beethoven está todavía por entender el verdadero sentido de sus músicas.

Schubert, que a parte de ser otro genial compositor, amigo espiritual de Beethoven y Fantástico Ser de la Imaginación más suprema, era un Visionario, y allá por mil ochocientos veintipico, dijo "La Obra de Beethoven no será entendida en lo menos doscientos años." Y uno dice, "qué exagerado", y nada más lejos de la realidad esa que se dice tánto:

Ahora se presume mucho de que todo el mundo conoce la obra de Beethoven, y que hasta hay obras que podrían ser de cualquiera; sólo una prueba: pregunta a uno de esos que "conoce" la obra de Beethoven por tres o cuatro obras clave en la vida de Beethoven, por ejemplo, la fantasía opus 77, la Gran Fuga opus 133, la sonata opus 106 y el Cuarteto número 16, el opus 135; ni jota, o te dicen que "eso pertenece a la época oscura de Beethoven y además los cromatismos superiores...", o sea, nada, y aunque suene algo cultureteril tánto "opus", si se conoce de verdad la obra de Beethoven digamos que se puede hablar así.

Pero bueno, ya habrá tiempo para hablar de esas obras geniales que solo son una breve sinopsis extractada de todo un Universo casi inabarcable.

Primer movimiento de la Novena Sinfonía

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