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II - Pasajes históricos del siglo XIX
PROPIEDADES Y PRODUCCIÓN Tomás de Córdova publica datos muy interesantes sobre el desarrollo de la agricultura y la industria de Adjuntas, apenas 13 años después de la fundación. La siguiente es la lista de estadísticas sobre la propiedad de bienes agrícolas e industriales en Adjuntas en 1828, según su "Memorias de la Isla de Puerto Rico." OTROS DATOS Antes del 1829, los pueblos de Manatí. Corozal, Vega Baja, Vega Alta, Arecibo, Utuado, Adjuntas y Camuy pertencían al segundo partido territorial mayor: Manatí. Para ese año ya se planificaba admitir a Adjuntas como miembro del partido mayor de Coamo, ya que geográficamente estaba más cerca de la Villa de Coamo, que de Manatí. Ese año se continuaron reparaciones a la iglesia. En la alcaldía se hicieron reparaciones por 23 pesos y en la carnicería fueron invertidos 18 pesos. La recomposición de caminos costó 388 pesos y dos reales. El total invertido en obras públicas ascendió a más de 430 pesos. La suma de viviendas de la jurisdicción en 1830 era de 168. En la aldea habían ocho casas buenas y cuatro bohíos. En toda la jurisdicción habían dos tiendas y cuatro ventorrillos. En el campo existían 70 casas y 86 bohíos, según los escritos de Tomás de Córdova. Ese año se reportó el nacimiento de 71 bebés, la muerte de 19 personas y se efectuaron cinco matrimonios. La revista de urbanos de ese año mostraba que la fuerza de la defensa y justicia contaba con dos compañías, siete oficiales, 211 urbanos y cinco jubilados. En cuanto a lo eclesiástico, Adjuntas dependía de la Vicaría de Coamo. La iglesia católica tenía cura propio, sacristán y mayordomo. Según de Córdova, no le sobraron fondos en 1830 y el valor de sus alhajas fue calculado en 447 pesos. El cementerio era de tipo provisional. Es probable que ese era el mismo construído unos años atrás, a un coste de 1,000 pesos. En 1832, tal como se había planeado, cuando la Isla fue dividida en siete partidos mayores, Adjuntas fue incluída en el distrito de Coamo. El cuadro de obras públicas de ese año registró varios cambios. En la mejora de caminos se invirtieron 973 pesos; en las mejoras de la alcaldía y la cárcel, 111 pesos y dos reales; y la reedificación de la iglesia costó 1,890 pesos. El total de obras pasó de 2,970 pesos. El sentido caritativo humano de los adjunteños se demostró cuando en 1832, el pueblo de Guayama fue destruído casi en su totalidad por un fuego, y Adjuntas recaudó 23 pesos y seis reales para los damnificados.
En relación a la parte civil, Adjuntas pertenecía entonces al Distrito de Arecibo. La administración la desempeñaba el Teniente a Guerra Juan Bosch, y un Sargento Mayor de Urbanos. (Continúa en la próxima página.)
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