HEMISFERIOS CEREBRALES.

 

Los hemisferios cerebrales están separados por una profunda cisura sagital en la línea media, la cisura longitudinal cerebral (fig.14-1).

La cisura contiene el pliegue con forma de hoz de la duramadre, la hoz del cerebro y los vasos cerebrales anteriores. En la profundidad de la cisura una gran comisura, el cuerpo calloso, conecta a los hemisferios a través de la línea media (fig. 14-1). Un segundo pliegue de duramadre separa a los hemisferios cerebrales del cerebelo y se denomina tienda del cerebelo.

Para aumentar el área de superficie de la corteza cerebral al máximo, la superficie de cada hemisferio cerebral está plegada formando circunvoluciones que están separadas por surcos o cisuras (fig. 14-1). Para facilitar la descripción es costumbre dividir a cada hemisferio en lóbulos que se denominan de acuerdo con los huesos craneales debajo de los cuales se ubican. Las cisuras central y parietooccipital y las cisuras lateral y calcarina son límites usados para la división de los hemisferios cerebrales en lóbulos frontales, parietales, temporales y occipitales (fig. 14-2).

 

CISURAS PRINCIPALES

La cisura central (fig. 14-2) tiene gran importancia porque la circunvolución que se ubica por delante contiene las células motoras que inician los movimientos del lado opuesto del cuerpo; por detrás se encuentra la corteza sensitiva general que recibe información sensitiva del lado opuesto del cuerpo. La cisura central indenta el borde medial superior del hemisferio aproximadamente 1 cm por detrás del punto medio (fig. 14-3). Discurre hacia abajo y hacia adelante a través de la cara lateral del hemisferio y su extremo inferior está separado de la rama posterior de la cisura lateral por un estrecho puente de corteza. La cisura central es la única cisura de cierta longi

tud en esta superficie del hemisferio que indenta el borde superomedial y se ubica entre dos circunvoluciones paralelas.

La cisura lateral (fig. 14-2) es una profunda hendidura que se halla principalmente en las superficies-inferior y lateral del hemisferio cerebral. Consiste en un corto tallo que se divide en tres ramas. El tallo se origina en la superficie inferior y al alcanzar la superficie lateral se divide en la rama horizontal anterior y la rama ascendente anterior y continúa como la rama posterior (figs. 14-2 y 14-5). Un área de corteza denominada ínsula se ubica en el fondo de la profunda cisura lateral y no puede verse desde la superficie a menos que se separen los labios de la cisura (fig.

14-4).

La cisura parietooccipital comienza en el borde superomedial del hemisferio aproximadamente 5 cm por delante del poío occipital (figs. 14-3 y 14-5). Se dirige hacia abajo y adelante sobre la superficie medial para encontrar-se con la cisura calcarina (fig. 14-3).

La cisura calcarina se halla sobre la superficie medial del hemisferio (figs. 14-3 y 14-5 ). Comienza debajo del extremo posterior del cuerpo calloso y se arquea hacia arriba y hacia atrás para llegar al poío occipital, donde se detiene. Sin embargo, en algunos encéfalos continúa durante un breve trecho sobre la superficie lateral del hemisferio. La cisura calcarina se une en ángulo agudo con la cisura parietooccipital aproximadamente a mitad de camino de su longitud.

LÓBULOS DEL HEMISFERIO CEREBRAL

hemisferio

El lóbulo frontal ocupa el área anterior a la cisura central y superior a la cisura lateral (fig. 14-5). La

superficie superolateral del lóbulo frontal está dividida por tres cisuras en cuatro circunvoluciones. La cisura precentral discurre paralela a la cisura central y la circunvolución precentral se ubica entre ellas (figs. 14-2 y 14-5). Por delante de la cisura precentral están las cisuras frontales superior e inferior. La circunvolución frontal superior se ubica por encima de la cisura frontal superior, la circunvolución frontal media se ubica entre las cisuras frontales superior e inferior y la circunvolución frontal inferior se ubica por debajo de la cisura frontal inferior (figs. 14-2 y 14-5). La circunvolución frontal inferior está invadida por las ramas anterior y ascendente de la cisura lateral.

El lóbulo parietal ocupa el área por detrás de la cisura central y por encima de la cisura lateral, se extiende posteriormente hasta la cisura parietooccipital (figs. 14-2 y 14-5). La superficie lateral del lóbulo parietal está dividida por dos cisuras en tres circunvoluciones. La cisura poscentral discurre paralela a la cisura central y la circunvolución poscentral se halla entre ellas. Por detrás de la parte media de la cisura poscentral se halla la cisura intraparietal (figs. 14-2 y 14-5). La cisura intraparietal tiene por encima al lobulillo parietal superior y por debajo al lobulillo parietal inferior.

El lóbulo temporal ocupa el área inferior a la cisura lateral (figs. 14-2 y La superficie lateral del lóbulo temporal está dividida en tres circunvoluciones por dos cisuras. Las cisuras temporales superior y media discurren paralelas a la rama posterior de la cisura lateral y dividen al lóbulo temporal en las circunvoluciones temporales superior, media e inferior; la circunvolución temporal inferior continúa sobre la superficie inferior del hemisferio (figs. l4-2y 14-5).

El lóbulo occipital ocupa la pequeña área por detrás de la cisura parietooccipital (figs.

14-2 y 14-5).

Superficie medial e inferior del hemisferio

Los lóbulos del hemisferio cerebral no están claramente definidos en las superficies medial e inferior. Sin embargo, hay muchas áreas importantes que deben reconocerse. El cuerpo calloso, que es la comisura más grande del encéfalo, forma un aspecto saliente en esta superficie (figs. 14-3 y 14-5). La circunvolución del cuerpo calloso comienza por debajo del extremo anterior del cuerpo calloso y continúa por encima del cuerpo calloso hasta que llega a su extremo posterior (figs. 14-3 y 14-5). La circunvolución está separada del cuerpo calloso por la cisura del cuerpo calloso. La circunvolución del cuerpo calloso está separada de la circunvolución frontal superior por la cisura callosomarginal (fig. 14-5).

El lobulillo paracentral es el área de la corteza cerebral que rodea a la indentación producida por la cisura central en el borde superior (figs. 14-3 y 14-5). La parte anterior de este lobulillo es una continuación de la circunvolución precentral sobre la superficie superolateral y la parte posterior del lobulillo es una continuación de la circunvolución poscentral.

La precuña (figs. 14-3 y 14-5) es un área de corteza limitada anteriormente por el extremo posterior hacia arriba de la cisura del cuerpo calloso y posteriormente limitada por la cisura parietooccipital.

La cuña (figs. 14-3 y 14-5) es un área triangular de corteza limitada por arriba por la cisura parietooccipital, inferiormente por la cisura calcarina y posteriormente por el borde supero-medial.

La cisura colateral se ubica sobre la superficie inferior del hemisferio (figs. 14-3 y

14-7). Discurre hacia adelante por debajo de la cisura calcarina. Entre la cisura colateral y la cisura calcarina está la circunvolución lingual. Por delante de la circunvolución lingual está la circunvolución del hipocampo; esta última termina por delante en el uncus (fig. 14-6).

La circunvolución occipitotemporal medial se extiende desde el polo occipital hasta el polo temporal (figs. 14-7). Está limitada medialmente por las cisuras colateral y entorrinal y lateralmente por la cisura occipitotemporal. La circunvolución occipitotemporal se ubica por fuera de la cisura y se continúa con la circunvolución temporal inferior (fig. 14-7) Sobre la superficie inferior del lóbulo frontal, el bulbo y la cintilla olfatorios se ubican por encima de un surco denominado surco olfatorio (fig. 14-7). Por dentro del surco olfatorio está la circunvolución recta y por fuera del surco hay cierto número de circunvoluciones orbitarias.

ESTRUCTURA INTERNA DE LOS HEMISFERIOS CEREBRALES

Los hemisferios cerebrales están cubiertos con una capa de sustancia gris, la corteza cerebral, cuya estructura y función se estudiarán en el capítulo 15. En el interior de los hemisferios cerebrales están los ventrículos laterales, masas de sustancia gris, los núcleos basales y fibras nerviosas. Las fibras nerviosas están embebidas en neuroglia y constituyen la sustancia blanca (fig. 14-9).

Ventrículos laterales

Hay dos ventrículos laterales, uno en cada hemisferio cerebral (figs. 14-8, 14-9 y 14-10). Cada ventrículo es una cavidad, aproximadamente con una forma de C, revestida con epéndimo y llena con líquido cefalorraquideo (fig. 14-8). El ventrículo lateral puede dividirse en un cuerpo, que ocupa el lóbulo parietal, y desde el cual las astas anterior, posterior e inferior se extienden hacia los lóbulos frontal, occipital y temporal, respectivamente. El ventrículo lateral se comunica con la cavidad del tercer ventrículo a través del agujero interventricular (fig. 14-3 y 14-8).

Este orificio, que se ubica en la parte anterior de la pared medial del ventrículo lateral, está limitado anteriormente por el pilar anterior del fórnix y posteriormente por el extremo anterior del tálamo.

El cuerpo del ventrículo lateral se extiende desde el agujero interventricular hacia atrás hasta el extremo posterior del tálamo. Aquí se continúa con las astas posterior e inferior. El cuerpo del ventrículo lateral tiene un techo, un piso y una pared medial (fig. 14-10).

El techo está formado por la superficie inferior del cuerpo calloso (fig. 14-10). El piso está formado por el cuerpo del núcleo caudado y el borde lateral del tálamo. La cara superior del tálamo está oculta en su parte medial por el cuerpo del fórnix. El plexo coroideo del ventrículo se proyecta en el cuerpo del ventrículo a través de la brecha en hendidura entre el cuerpo del fórnix y la cara superior del tálamo. Esta brecha en hendidura se denomina fisura coroidea, a través de ella los vasos sanguíneos del plexo invaginan la piamadre de la tela coroidea y el epéndimo del ventrículo lateral. La pared medial está formada por el septum pellucidum anteriormente; por detrás el piso y el techo se unen en la pared medial (fig. 14-10).

El asta anterior del ventrículo lateral se extiende hacia adelante en el lóbulo frontal (fig. 14-10). Se continúa posteriormente con el cuerpo del ventrículo en el agujero interventricular. El asta anterior tiene un techo, un piso y una pared medial. El techo está formado por la superficie inferior de la parte anterior del cuerpo calloso; la rodilla del cuerpo calloso limita al asta anterior por delante (fig. 14-10). El piso está formado por la cabeza redondeada del núcleo caudado y medialmente una pequeña porción está formada por la superficie superior del pico (rostrum) del cuerpo calloso. La pared medial está formada por el septum pellucidum y el pilar anterior del fórnix (véase fig. 14-10).

El asta posterior del ventrículo lateral se extiende hacia atrás en el lóbulo occipital (figs.

14-8 y 14-10). El techo y la pared lateral están formados por las fibras del tapetum del cuerpo calloso. Por fuera del tapetum están las fibras de la radiación óptica (fig. 14-10). La pared medial del asta posterior tiene dos elevaciones. El engrosamiento superior está formado por las fibras del rodete del cuerpo calloso, el fórceps mayor, que se dirigen hacia atrás en el lóbulo occipital; este engrosamiento superior se denomina bulbo del asta posterior. El engrosamiento inferior es producido por la cisura calcarina y se denomina calcar avis (fig. 14-10).

El asta inferior del ventrículo lateral se extiende hacia adelante en el lóbulo temporal (fig. 14-8). El asta inferior tiene un techo y un piso (fig. 14-10).

El techo está formado por la superficie inferior del tapetum del cuerpo calloso y la cola del núcleo caudado (véase fig. 16-4). Este último se dirige anteriormente para terminar en el cuerpo amigdalino (amígdala). Por dentro de la cola del núcleo caudado está la estría terminal, la cual también termina anteriormente en el cuerpo amigdalino.

El piso está formado lateralmente por la eminencia colateral, producida por la cisura colateral, y medialmente por el hipocampo (véanse figs. 16-3 y 16-4). El extremo anterior del hipocampo se ensancha y arruga levemente formando el pie del hipocampo. El hipocampo está compuesto por sustancia gris; sin embargo, la superficie ventricular del hipocampo está cubierta por una delgada capa de sustancia blanca denominada álveo que está formada por los axones de las células del hipocampo. Estos axones convergen en el borde medial del hipocampo para formar un haz conocido como fimbria. La fimbria del hipocampo se continúa posteriormente con el pilar posterior del fórnix.

En el espacio entre la estría terminal y la fimbria está la porción temporal de la fisura coroidea. Aquí es donde la porción inferior del plexo coroideo del ventrículo lateral invagina el epéndimo desde el lado medial y cierra la fisura (véase fig. 16-4).

Núcleos basales (ganglios basales)

El término núcleos basales se aplica a un conjunto de masas de sustancia gris situado dentro de cada hemisferio cerebral. Se trata del cuerpo estriado, el cuerpo amigdalino y el ante-muro (claustrum).

Cuerpo estriado

El cuerpo estriado se ubica por fuera del tálamo. Está casi totalmente dividido por una banda de fibras nerviosas, la cápsula interna, en el núcleo caudado y el núcleo lentiforme (figs. 14-9 y 14-14)

El núcleo caudado, una gran masa con forma de C de sustancia gris que está muy relacionada con el ventrículo lateral, se ubica por fuera del tálamo (fig. 14-1 1). La superficie lateral del núcleo se relaciona con la cápsula interna, que lo separa del núcleo lentiforme.

El núcleo lentiforme es una masa de sustancia gris con forma de cuña, cuya ancha base convexa se dirige lateralmente y su hoja medialmente (figs. 14-9 y 14-li). Está enterrado profundamente en la sustancia blanca del hemisferio cerebral y se relaciona por su cara medial con la cápsula interna, la cual lo separa del núcleo caudado y del tálamo. El núcleo lentiforme está relacionado lateralmente con una delgada lámina de sustancia blanca, la cápsula externa (fig. 14-9), que lo separa de una delgada lámina de sustancia gris denominada antemuro (fig. 14-9). El antemuro a su vez separa a la cápsula externa de la sustancia blanca subcortical de la ínsula.

Hacia abajo en su extremo anterior, el núcleo lenticular se continúa con la cabeza del núcleo caudado.

La estructura detallada y las conexiones del cuerpo estriado se consideran en el capítulo 17. En pocas palabras puede decirse que el cuerpo estriado recibe fibras aferentes desde diferentes áreas de la corteza cerebral, tálamo, subtálamo y tronco encefálico. Luego fibras eferentes van nuevamente hacia las mismas áreas del sistema nervioso. La función del cuerpo estriado está vinculada con el movimiento muscular, que ahora se cree que ocurre por control de la corteza cerebral más que a través de vías descendentes directas hacia el tronco encefálico y la médula espinal.

Cuerpo amigdalino

El cuerpo amigdalino se ubica en el lóbulo temporal cerca del uncus (fig. 14-11). El cuerpo amígdlalmo se considera parte del sistema límbico y se describe en el capítulo 16.

Antemuro

El antemuro (claustrum) es una delgada lámina de sustancia gris que está separada de la superficie lateral del núcleo lentiforme por la cápsula externa (fig. 14-9). Por fuera del ante-muro está la sustancia blanca subcortical de la ínsula. Se desconoce la función del antemuro.

Sustancia blanca

de los hemisferios cerebrales

La sustancia blanca está compuesta por fibras nerviosas mielínicas de diferentes diámetros sostenidas por neuroglia. Las fibras nerviosas pueden clasificarse en tres grupos de acuerdo con sus conexiones: 1) fibras comisurales, 2) fibras de asociación y 3) fibras de proyecclon.

Comisuras

Estas fibras esencialmente conectan regiones correspondientes de los dos hemisferios. Son las siguientes: el cuerpo calloso; la comisura blanca anterior, la comisura blanca posterior, el fórnix, y la comisura habenular.

El cuerpo calloso, la comisura más grande del encéfalo, conecta a los dos hemisferios cerebrales (figs. 14-3 y 14-12). Se ubica en el fondo de la cisura longitudinal. Con propósitos descriptivos, se divide en pico, rodilla, tronco y rodete.

El pico es la parte delgada del extremo anterior del cuerpo calloso, que se prolonga posteriormente para continuarse con el extremo superior de la lámina terminal (véase fig. 14-3).

La rodilla es el extremo curvo anterior del cuerpo calloso que se desvía hacia abajo por adelante del septum pellucidum (figs. 14-3 y

14-12).

El tronco del cuerpo calloso se arquea hacia atrás y termina como la porción posterior engrosada denominada rodete (fig. 14-12).

En su trayectoria externa, las fibras de la rodilla se curvan hacia adelante en los lóbulos frontales y forman el forceps menor (fig. 14-12). Las fibras del tronco se extienden lateralmente y forman la radiación del cuerpo calloso (fig. 14-12). Ellas se intersecan con haces de fibras de asociación y proyección a medida que se dirigen hacia la corteza cerebral. Algunas de las fibras forman el techo y pared lateral del asta posterior del ventrículo lateral y la pared lateral del asta inferior del ventrículo lateral; estas fibras se denominan tapetum. Por el lado lateral, las fibras en el rodete se arquean hacia

atrás en el lóbulo occipital y forman el forceps mayor (fig. 14-12).

La comisura blanca anterior es un pequeño haz de fibras nerviosas que atraviesan la línea media en la lámina terminal (fig. 14-3). Por la parte lateral, un haz más pequeño o anterior se curva hacia adelante a cada lado hacia la sustancia perforada anterior y la cintilla olfatoria. Un haz más grande se curva hacia atrás a cada lado y surca la superficie inferior del núcleo lentiforme hasta alcanzar los lóbulos temporales.

La comisura blanca posterior es un haz de fibras nerviosas que atraviesa la línea media inmediatamente por encima del orificio del acueducto cerebral hacia el tercer ventrículo (véase fig. 13-3); se relaciona con la parte inferior del tallo del cuerpo pineal. En toda su longitud se ubican diversos grupos de células nerviosas. No se conoce el destino ni el significado funcional de muchas de las fibras nerviosas. Sin embargo, se cree que las fibras provenientes de los núcleos pretectales que intervienen en el reflejo pupilar a la luz cruzan en esta comisura en su camino hacia la porción parasimpática de los núcleos del nervio oculomotor (motor ocular común) (véase la p. 425).

El fórnix está compuesto por fibras nerviosas mielínicas y constituye el sistema eferente del hipocampo que se dirige hacia los cuerpos mamilares del hipotálamo (véase la p. 321). Las fibras nerviosas primero forman el álveo (véase fig. 16-4), que es una delgada capa de sustancia blanca que cubre la superficie ventricular del hipocampo; luego convergen para formar la fimbria. Las fimbrias a cada lado aumentan de espesor y, al llegar al extremo posterior del hipocampo, se arquean hacia adelante por encima del tálamo y por debajo del cuerpo calloso para formar los pilares posteriores del fórnix. Luego los dos pilares se unen en la línea media para formar el cuerpo del fórnix (fig. 14-13). Se da una ? :scripción más detallada del trígono en la pátina 321. La comisura del fórnix consiste en fibras transversales que cruzan la línea media desde un pilar hacia el otro, exactamente antes de la formación del cuerpo del fórnix. La función de la comisura del fórnix es la de conectar los hipocampos de ambos lados.

La comisura habenular es un pequeño haz de fibras nerviosas que atraviesa la línea media en la parte superior de la raíz del tallo pineal (véase fig. 13-3). La comisura se asocia con los núcleos habenulares, que se ubican a cada lado de la línea media en esta región. Los núcleos habenulares reciben muchas aferentes desde los cuerpos amigdalinos y el hipocampo. Estas fibras aferentes se dirigen hacia los núcleos habenulares en la estría medular del tá lamo. Algunas de las fibras cruzan la línea media para llegar al núcleo contralateral a través de la comisura habenular. Se desconoce la función del núcleo habenular y sus conexiones en el hombre.

Fibras de asociación

Estas fibras nerviosas esencialmente conectan diversas regiones corticales dentro del mismo hemisferio y pueden dividirse en cortas y largas (fig. 14-15). Las fibras de asociación cortas se ubican inmediatamente por debajo de la corteza y conectan circunvoluciones adyacentes; estas fibras discurren transversalmente al eje longitudinal de las cisuras (fig. 14-i5). Las fibras de asociación largas están reunidas en haces nominados que pueden disecarse en un cerebro endurecido con formol. El fascículo unciforme conecta la primer área motora del lenguaje y las circunvoluciones sobre la superficie inferior del lóbulo frontal con la corteza del polo del lóbulo temporal. El cíngulo es un largo fascículo curvo ubicado dentro de la sustancia blanca de la circunvolución del cuerpo calloso (fig. 14-3). Conecta los lóbulos frontal y parietal con la circunvolución del hipocampo y regiones corticales temporales adyacentes. El fasciculo longitudinal superior es el haz más grande de fibras nerviosas. Conecta la parte anterior del lóbulo frontal con los lóbulos occipital y temporal. El fascículo longitudinal inferior discurre anteriormente desde el lóbulo occipital, se dirige hacia afuera hasta la radiación óptica, y se distribuye en el lóbulo temporal. El fascículo frontoccipital conecta el lóbulo frontal con los lóbulos occipital y temporal. Se ubica profundamente dentro del hemisferio cerebral y se relaciona c~n el borde lateral del núcleo caudado.

Fibras de proyección

Las fibras nerviosas aferentes y eferentes que se dirigen hacia el tronco eiicefálicoydesde éste hacia toda la corteza cerebral deben viajar entre grandes masas nucleares de sustancia gris dentro del hemisferio cerebral. En la parte superior del tronco encefálico estas fibras forman una banda compacta denominada cápsula interna, que está flanqueada por dentro por el núcleo caudado y el tálamo y por fuera por el núcleo lentiforme (fig. 14-9). Debido a la forma en cuña del núcleo lentiforme, como se ve en un corte horizontal, la cápsula intema se dobla para formar un brazo anterior y un brazo posterior unidos por la rodilla (figs. 14-14 y 14-16). Una vez que las fibras nerviosas han salido hacia arriba de entre las masas nucleares, irradian en todas direcciones hacia la corteza cerebral. Estas fibras de proyección que irradian se conocen con el nombre de corona radiada (fig. 14-16). La mayor parte de las fibras de proyección se ubican por dentro de las fibras de asociación, pero se cruzan con las fibras comisurales del cuerpo calloso y la comisura blanca anterior. Las fibras nerviosas ubicadas dentro de la parte más posterior del brazo posterior de la cápsula interna irradian hacia la cisura calcarina y se denominan radiación óptica (fig. 14-14). La disposición detallada de las fibras dentro de la cápsula interna se muestra en la figura 14-14.

Septum pellucidum

El septum pellucidum es una delgada lámina vertical de tejido nervioso que consiste en sustancia blanca y gris cubierta a cada lado por epéndimo (figs. 14-3 y 14-9). Se estira entre el fórnix y el cuerpo calloso. Anteriormente, ocupa el espacio entre el tronco del cuerpo calloso y el pico. Esencialmente es una doble membrana con un cavidad cerrada, semejante a una hendidura, entre las membranas. El septum pellucidum forma una división entre las astas anteriores de los ventrículos laterales

Tela coroidea

La tela coroidea es un pliegue de dos capas de piamadre. Se ubica entre el trígono por arriba y el techo del tercer ventrículo y las superficies superiores de los dos tálamos por debajo. Cuando se ve desde arriba, el extremo anterior está situado en los agujeros interventriculares (véase fig. 18-4). Sus bordes laterales son irregulares y se proyectan lateralmente en el cuerpo de los ventrículos laterales. Aquí están cubiertos por epéndimo y forman los plexos coroideos de los ventrículos laterales. Por detrás, los bordes laterales continúan en al asta inferior del ventrículo lateral y están revestidos con

epéndimo de modo que el plexo coroideo se proyecta a través de la fisura coroidea.

A cada lado de la línea media la tela coroidea se proyecta hacia abajo a través del techo del tercer ventrículo para formar los plexos coroideos del tercer ventrículo.

La irrigación de la tela coroidea y, por ende, también de los plexos coroideos del tercer ventrículo y ventrículo lateral deriva de las ramas coroideas de las arterias carótidas internas y basilar. La sangre venosa drena en las venas cerebrales internas que se unen para formar la vena cerebral magna. La vena cerebral magna se une con el seno longitudinal inferior para formar el seno recto.

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