Gabriel Lima, un revolucionario andaluz
Antonio J. Torres, “Antón” (Febrero 2004)
Entre el 14 y 15 de febrero del 2002, hace ya
dos años, apareció muerto, asesinado, en su domicilio de la calle Lagunillas, en
el barrio malagueño de la Victoria, Francisco Gabriel Lima Tirado, más conocido
por tod@s como Gabi; de 45 años de edad, militante del partido de izquierda
nacionalista andaluz, Nación Andaluza, y Secretario General del ya tristemente
desaparecido Sindicato Unitario Andaluz de Trabajadores (SUAT), que formaba
parte de la Intersindical Andaluza junto con el Sindicato de Obreros del Campo
(SOC), la Unión Sindical de Trabajadores de la Enseñanza de Andalucía (USTEA,
STE, a nivel estatal), y los restos del Sindicato Unitario de Huelva, hoy casi
integrado en la CGT.
Gabi, nacido el 3 de mayo de 1956 en Marbella, e hijo de un humilde pescador,
empezó a trabajar a los 13 años como botones en el Banco Coca, el banco de una
conocida familia oligárquica española; pronto ascendería de categoría, pero ya
en el Banesto; a los 20, aproximadamente, se afiliaría al sindicato CCOO, y poco
más tarde al Movimiento Comunista de Andalucía (MCA, hoy Acción Alternativa).
Gabi pronto se destacaría como firme defensor de los derechos de los
trabajadores, participando activamente en la sección de banca y en la Unión
Local de Marbella de CCOO, de la que sería con el tiempo su máximo responsable.
Siendo consecuente en la lucha por la defensa de los intereses de la clase
obrera, Gabi se enfrentaría enérgicamente a la Dirección Provincial del
sindicato, extremadamente derechizada. El punto máximo de ese enfrentamiento
tuvo lugar durante la campaña del referéndum de la OTAN en 1986, cuando la
Dirección Provincial vio con muy malos ojos toda la intensa actividad que Gabi y
el sindicato estaban desarrollando en Marbella. Fue la gota que colmó el vaso,
Gabi, y much@s más que le siguieron, abandonaron CCOO, lo que motivó también, a
su vez, un enfrentamiento con la dirección del ya bastante descafeinado por
aquella época MCA, que le ordenó continuar en CCOO; Gabi terminaría también
abandonando el MCA.
Meses más tarde del referéndum de la OTAN y de todos aquellos enfrentamientos,
Gabi entró en contacto con cuadros del sindicato vasco ESK (sindicato impulsado
por militantes del MC de Euskal Herria, EMK, actual Zutik/Batzarre, que
abandonaron CCOO) que le animaron a él y a más compañer@s a formar una
alternativa sindical verdaderamente de izquierdas, combativa, y defensora de los
derechos nacionales de Andalucía. También sirvieron de inspiración el sindicato
abertzale de izquierdas LAB, las intersindicales gallega y canaria, o la
Corriente Sindical de Izquierdas de Asturies. Fue así como nació el Sindicato
Unitario Andaluz de Trabajadores (SUAT); sin embargo, el SUAT durante mucho
tiempo tuvo como único ámbito de actuación Marbella y algunos puntos más de la
Costa del Sol occidental malagueña, aunque el SUAT, y Gabi personalmente,
apostaron desde el principio por la unidad, en todos los sentidos, con el resto
de sindicatos andaluces que postulaban un sindicalismo consecuente, de
izquierdas y andaluz, como eran los casos del también desaparecido Sindicato
Andaluz, creado por ex militantes del PTA (Partido de los Trabajadores de
Andalucía) que más tarde formarían el partido nacionalista andaluz de tendencia
islámica Liberación Andaluza; el SOC, la USTEA, los restos del Sindicato
Unitario en Huelva, candidaturas y agrupaciones independientes de
trabajadores-as, etc.
Durante sus, aproximadamente, 16 años de existencia, el SUAT fue un sindicato
tremendamente activo, de ello pueden dar cuenta l@s trabajadores del
Hotel-Clínica INCOSOL (donde van tod@s l@s famos@s de la tele y políticos, algun@s
presuntamente de “izquierdas” como Cristina Almeida, a quitarse los kilitos de
más) con sus “huelgas salvajes”, Jardines 2000, Residuos Sólidos Urbanos de
Marbella, la Residencia Tiempo Libre, Clínica Marbella, etc., o los juzgados de
lo social de Málaga. Fue durante mucho tiempo Gabi, y no la trepa asidua a los
vomitivos programas del “corazón” y actual Teniente de Alcalde de Marbella,
Isabel García Marcos, la verdadera “bestia negra” de Jesús Gil, quien,
despectivamente, se refería a él como “el gitano” (Gabi era muy moreno de piel).
Es bien sabido que la principal oposición que existía en Marbella en los inicios
del mandato de Gil a principios de los 90, cuando tanto PSOE como IU capitularon
y quedaron en la bancarrota, se centró entorno al SUAT, y a algunos colectivos
juveniles autónomos, como el colectivo juvenil “El Zorro” de San Pedro de
Alcántara.
El SUAT, también, acumuló importantes errores, el más importante y grave de
ellos fue, justamente, que decir SUAT equivalía a decir Gabi, El SUAT era Gabi y
Gabi, a su vez, era el SUAT. Fue eso, entre otras muchas y variadas razones, lo
que llevaría a la desaparición del sindicato meses después del asesinato de Gabi.
Tras abandonar el MCA, Gabi participaría en diferentes plataformas de izquierdas
y nacionalistas, por ejemplo, formó parte de una lista a la Alcaldía de Marbella
organizada por la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT, el partido del
famoso Juan Manuel Sánchez Gordillo, Alcalde de Marinaleda, y del dirigente del
SOC, Diego Cañamero), o de la efímera CIRA (Coordinadora de la Izquierda Radical
Andaluza), que agrupaba a ex militantes del PTA, del MCA, la ORT (Organización
Revolucionaria de los Trabajadores), la UCCO (Unión Comunista de Comités
Obreros) y las PLO (Plataformas de Lucha Obrera), sindicalistas, independientes,
luchadores vecinales, defensores de la cultura andaluza, ecologistas,
antimilitaristas, y las CUT de Sánchez Gordillo. Todo aquello derivó entre los
años 1989 y 1990 en la creación del partido de izquierda nacionalista andaluz
Nación Andaluza (NA). De aquel proceso se salieron las CUT de Gordillo, que se
integrarían cada vez más en Izquierda Unida de Andalucía, pero se incorporaron
no poc@s ex militantes de Liberación Andaluza y el FAL (Frente Andaluz de
Liberación), y rebotad@s progresistas del PA (Partido Andalucista) y del
desaparecido partido liderado por el populista Pedro Pacheco PAP (Partido
Andaluz de Progreso). Gabi participó muy activamente en aquel proceso, siendo
miembro fundador de NA, y ocupando en diferentes ocasiones puestos en el máximo
órgano de dirección de NA: la Comisión Permanente. En la actualidad, Nación
Andaluza forma parte de la federación de partidos conocida como Asamblea de
Andalucía, compuesta por NA, el PCPA (Partido Comunista del Pueblo Andaluz),
Colectivos Ciudadanos (ex militantes progresistas del PA), e independientes.
Gabi era como un libro abierto en el que se podía leer fácilmente la historia
política de Andalucía, e incluso del Estado español, desde finales de los 70 del
siglo pasado hasta prácticamente la actualidad. Quienes tuvimos la oportunidad
de compartir con él largas charlas políticas, sin duda, nos deberíamos de sentir
hoy muy afortunad@s; Gabi nos transmitió información de primera mano, memoria
histórica reciente, que, por supuesto, ha influido en nuestra formación
política. Aún recuerdo la perplejidad y la ironía amarga que a Gabi le produjo
una charla a la que asistió impartida por el ex dirigente estatal del MC, y
antiguo miembro de la Oficina Política de ETA hasta su expulsión en 1966 en la V
Asamblea, Eugenio Del Río, donde éste hizo, según Gabi, un canto de alabanza a
la “izquierda plural francesa” de Lionel Jospin. Mientras me contaba su personal
opinión de la charla de Del Río, Gabi dejaba escapar, tubo de cervecita en mano
durante una calurosa tarde de verano en el bar Latina de Málaga, una sonrisa
sarcástica y malévola, esa que siempre utilizaba cuando se refería a sus
antiguos “camaradas” del MC-MCA, a l@s que fustigaba sin piedad, ya que él
siempre llevó con orgullo el no haber caído en el reformismo y el relativismo
sin principios y ramplón de sus antiguos “compañer@s” de lucha.
La historia política que Gabi narraba estaba llena, por un lado, de traidores
arribistas y oportunistas, a l@s que se les llenaba la boca hablando de
revolución y que a la primera de cambio atraparon un cómodo sillón en la Junta
de Andalucía, en alguna alcaldía, o en la Administración del Estado; de todo el
daño, consciente y premeditado, que el PSOE, PCE-IU, y el PA hicieron (y hacen);
pero también por otro, de gente comprometida, honesta, y combativa, que
sintieron en sus propias carnes los golpes de la represión, como el propio Gabi,
que sufrió una brutal paliza que le tuvo un tiempo ingresado en un hospital a
manos de unos fascistas, niñitos bien de Marbella, que se hacían llamar Batallón
Andaluz Español.
Historias como aquella en la Marcha contra la base militar norteamericana de
Rota (Cádiz) de 1994, en la que tomó del brazo al antiguo miembro de la Mesa
Nacional de HB, Jon Idigoras, cuando el diputado autonómico de IU y líder de la
coalición en Andalucía, Antonio Romero, instigó a l@s militantes del PCE a que
abuchearan, zarandearan y le gritaran “terrorista” a Idigoras; y otras, más
divertidas, como aquella en la que se fue de marcha por bares del “ambiente” de
Madrid con el dirigente de militar del PCE en la Guerra Civil, y fundador del
PCOE (Partido Comunista Obrero Español), Enrique Lister, el del 5º Regimiento
del Ejército Popular de la República.
Otro aspecto de la vida de Gabi era su lucha continua por que cada cual viviera
su sexualidad como le apeteciera; Gabi era gay, y lo hizo público, con valentía,
en una época en la que no se podía hablar de que existiera ningún “lobby gay”,
del que Gabi, por supuesto, estuvo en contra. Vivía su homosexualidad con toda
normalidad, y esa era su principal lucha en ese sentido: el que la
homosexualidad se viviera de una formal normal, sin complejos, comentarios
malintencionados, miedos, o discriminación alguna. Ayudó a mucha gente a superar
sus miedos, y por tanto, a ser un poco más libres, y también a que mucha gente
eliminara sus fobias a hacia l@s gays. Gabi participó activamente en el
movimiento de gays y lesbianas de Andalucía conocido como LIGAN (Liberación Gay
de Andalucía).
Sé que no he contado hasta ahora nada del otro lado de Gabi, su lado “oscuro”,
el del Gabi manipulador, intrigante, implacable y a veces cruel con tod@ aquel-lla
que le formulara la más mínima crítica, y absolutamente incapaz de reconocer sus
errores... O de sus lamentables y terribles borracheras de varios días de
duración, en las que insultaba, gritaba, y amenazaba a quien encontrara a su
paso. O que, últimamente, y desde mi punto de vista personal, que no sé si será
el más objetivo, viera a Gabi bastante moderado, temeroso, muy escéptico,
quemado, y excesivamente pragmático. Pero, su lado “oscuro”, a estas alturas,
poco tiene que aportar a quienes seguimos luchando por una Andalucía libre y
socialista. Hoy se echa de menos a Gabi por otras cualidades, las positivas,
como su gran capacidad de organización, su inteligencia, su poderosa intuición,
o su sentido del humor. Gabi solía repetir una y otra vez aquello de “tod@s
somos necesari@s, pero nadie es imprescindible”, sin embargo, Gabi, por todas
esas cualidades positivas se ganó, merecidamente, el calificativo de
“imprescindible”, como decían aquellos conocidos versos de Bertolt Brecht.
En cuanto a su terrible asesinato, mucha gente coincide en reconocer que no se
puede calificar de “crimen político” puramente dicho, en tanto en cuanto se
intuye, por diversos motivos, que es muy poco probable que su asesino tuviera
una motivación política clara, pero a estas alturas si hay algo evidente: la
policía no hará absolutamente nada por detener a su asesino. A día de hoy, nadie
ha pagado por aquel crimen tan horrendo. El historial político de Gabi pesa, y
ni la policía ni ninguna otra institución atarán los cabos sueltos de este
asesinato.
Sirva este escrito contra el olvido, la indiferencia, y por supuesto, la
impunidad; pero que también sirva para aprender y conocer la trayectoria de una
persona, de un andaluz, de los pies a la cabeza, marbellero (que es como siempre
se ha conocido en la provincia de Málaga y en Andalucía en general a la gente de
Marbella); de un andaluz de conciencia como dijera Blas Infante, por supuesto
internacionalista y solidario, ya fuera con el Sahara, Cuba, Euskal Herria,
Palestina, o l@s trabajadores-as inmigrantes que llegaban y llegan a Andalucía;
infatigable luchador de la clase obrera andaluza, y gay, al que se le puede
aplicar, en justicia, el calificativo de revolucionario,
Creo que yo, y más gente, siempre asociaremos a Gabi con la música del cantante
granadino, también fallecido, Carlos Cano, aquél que dijo una vez que la
“canción española, ni es canción, ni es española, porque es copla y andaluza”;
en especial con dos de sus canciones: “María la portuguesa”, que Gabi solía
canturrear, y “Verde blanca y verde”, canción con la que me gustaría despedirme
y terminar este pequeño pero necesario homenaje a Gabi Lima.
De Ronda vengo la miro buscando,
la flor del Pueblo, la flor de mayo,
verde blanca, y verde.
¡Ay, qué bonita verla en el aire!
Quitando penas, quitando hambre,
verde blanca y verde.
Amo a mi tierra, lucho por ella,
mi esperanza es su bandera,
verde blanca, y verde.
¡Qué alegres cantan las golondrinas!
Tierra sin amo, tierra de espigas,
verde blanca, y verde.
¡Cómo relucen las amapolas
de Andalucía trabajadora!
verde blanca y verde.
Amo a mi tierra, lucho por ella,
mi esperanza es su bandera,
verde blanca y verde.
El pasado domingo 15 de febrero de 2004 tuvo lugar un sencillo pero sentido
homenaje a Gabi en el cementerio antiguo de Marbella, al que asistieron sus
compañer@s del partido Nación Andaluza, antiguos afiliad@s al SUAT, miembros de
Asamblea de Andalucía, Jaleo!!!, PCE, PCPA, así como una pequeña representación
de afiliad@s del “sector crítico” del Sindicato de Hostelería de CCOO de Málaga;
además de familiares y amig@s.
GABI, NO TE OLVIDAMOS.
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