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Arte Gótico

 

El arte gótico se desarrolla en el mundo cristiano dependiente de Roma, principalmente Fran-cia, desde la segunda mitad del siglo XII al primer tercio del siglo XVI. Se denominó gótico, como equivalente a "nórdico" y "bárbaro". Contribuye a su desarrollo el incremento del movimiento co-munal, dejando de ser arte monástico, como el románico, para ser la expresión del profundo es-píritu religioso de la ciudad.

Arquitectura

Dos son los elementos esencialmente característicos de la arquitectura gótica: la bóveda de crucería y el arco ojival; afectando la primera a la estructura, y el otro, más particularmente, a las formas exteriores.

La bóveda de crucería concentra los esfuerzos en puntos determinados, centralizando los empujes, lo que determina la desaparición de los muros macizos del románico, que son sustitui-dos por amplios ventanales con vidrieras. Los empujes son trasladados por medio de los arbo-tantes a los contrafuertes exteriores, que rematan en pináculos. La bóveda descansa sobre altí-simos pilares, formados por un macizo central y columnas o baquetones adosados, a tenor de los nervios de la bóveda, verificándose la transición por un capitel, con temas vegetales, que pau-latinamente va decreciendo en importancia hasta terminar siendo una simple faja decorativa. A este concepto dinámico de la construcción, frente a la estática románica, se le añaden las for-mas agudas de los arcos, en que abren puertas y ventanas; éstas, como los rosetones, con tra-cería, formada por motivos geométricos, entre las que se colocan las vidrieras. La complicación de estas tracerías, la aparición de nuevos tipos de arcos (conopiales, escarzanos, carpaneles) y la complicación de bóvedas, que aumentan el número de nervios, con sus consiguientes conse-cuencias en las demás partes del edificio, señalan las características determinantes de las diver-sas fases en la evolución del estilo gótico.

La Catedral

La catedral es el monumento característico de la arquitectura gó-tica, en la que se reúnen todas las características esenciales del esti-lo. Existe una especie de competencia entre los pueblos por poseer la catedral más esbelta y elevada.

Su planta, en forma de cruz, es de tres o cinco naves, con cruce-ro más corto que el de la arquitectura románica, y en la cabecera la girola o deambulatorio, en la que se abren las capillas poligonales, todas encerradas en un gran medio círculo. Son destacadas las altísimas naves laterales, las que sirven de campanario y en las que se abren los amplios ventanales.

Rodean el perímetro de la catedral recios contrafuertes, que reci-ben los empujes de los arbotantes, y rematados por pináculos.

Escultura

Se inicia a mediados del siglo XII en la Isla de Francia, alcanzando su apogeo en el siglo XIII y llegando a sus últimas manifestaciones en el primer tercio del siglo XVI. El naturalismo, la huma-nización de la divinidad, la exposición clara y ordenada son los caracteres esenciales de la escul-tura gótica. En el siglo XIII, la época de mayor esplendor de este arte en Francia, que se difunde por toda Europa occidental, la escultura es con vestidos sencillos, en los que los pliegues caen con gran simplicidad. A fines de este siglo se buscan los efectos pintorescos. Se opone una co-rriente que sustituye la belleza abstracta por la real: es el arte del retrato. Al mismo tiempo los plegados se multiplican en numerosos y pequeños pliegues sinuosos, a los que contribuyen las siluetas de las figuras, que se incurvan en un movimiento gracioso.

A fines del siglo XIV se impone un estilo originario de Borgoña, en el que el arte del retrato se perfecciona y los vestidos pierden sus múltiples curvas caligráficas, que se transforman en plie-gues angulosos y quebrados, como en la pintura. Se copian escenas de la vida real para las re-presentaciones, y la tendencia sentimental iniciada en el siglo XIV conduce al más hondo patetis-mo. Los temas patéticos se prodigan, la representación de martirios, la Piedad, los Cristos san-grantes, los esqueletos roídos por gusanos, etc., son habituales.

La escultura gótica se halla subordinada a la arquitectura. Desaparecen las representaciones iconográficas en los capiteles, que son reemplazadas por temas vegetales, directamente inspira-dos en la naturaleza, en los que, no obstante, se mezclan a veces temas animados.

Son las portadas de las catedrales, fundamentalmente las de los pies del templo y brazos del crucero, los conjuntos más acabados de la escultura gótica. En ellas se desarrollan los temas iconográficos con la máxima claridad compositiva. Estatuas de bulto redondo, apóstoles o profe-tas, adosados a jambas y mainel: tímpano, dividido en fajas, con relieves: Juicio Final, Vida de la Virgen o de Jesús, o vida de Santos; y en las arquivoltas, bajo doseletes, ángeles, ancianos del Apocalipsis, u otras figuras, siguiendo la dirección de la curva del arco.

Pintura

En los Países Bajos, como en todo el occidente europeo, se ha perdido por completo la tradi-ción románica que cubría totalmente las paredes de los templos con amplias composiciones mu-rales, debido, fundamentalmente, a la peculiar estructura de la arquitectura gótica, que no deja espacio para ello. Cuando es necesario se utilizan tapices. Es en los retablos donde más esplén-didamente se manifiesta el genio pictórico de los primitivos flamencos. Estos son de pequeñas proporciones. Como consecuencia del pequeño tamaño, la técnica es detallista, como en las mi-niaturas, en las que se encuentra un antecedente de esta técnica de los primitivos flamencos.

El detallismo en las representaciones no se ciñe exclusivamente a los personajes, rostros y manos, sino que con el mismo espíritu se detiene en los diversos objetos de un interior, como en las variadas plantas o animales que animan un paisaje. Copian la naturaleza sin pretender ideali-zarla.

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