"ALPACAS
- GUANACOS - LLAMAS Y VICUÑAS”
Por el
Licenciado Alfredo Armando Aguirre
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Abocarse
al tema de las alpacas, guanacos, llamas y vicuñas, o sea camélidos sudamericanos,
es adentrarse en el concepto de " la Argentina potencial “, ese país atesorado en innumerables
repositorios de documentación oficiales y privados.
El
presente trabajo, abarca estudios e investigaciones efectuadas sobre el
particular, realizados entre principios de este siglo y 1989. El primer testimonio
lo encontramos en el libro de Eduardo A. Holmberg (h), "Viaje por la Gobernación de los
Andes (Puna de Atacama)”, publicado en 1900 por el Ministerio de Agricultura
argentino. El último testimonio detectado, es el trabajo de Bibiana Vila, del IADIZA
(Instituto de Investigaciones de Zonas Áridas), publicado en el N" 4 de la
revista Ciencia Hoy, de Buenos Aires (oct. nov. de 1989) con el título
"Paisaje con vicuña".
No sin
antes consignar que en las décadas inmediatas anteriores a 1900, no se detectó
documentación argentina referida al tema que nos ocupa, cabe afirmar que los
trabajos registrados en el período considerado, no se produjeron uniformemente
sino que hay una manifiesta concentración de los mismos, al comienzo y al fin
del lapso considerado. Esta característica, da lugar- a sugerentes análisis
tanto en lo retrospectivo como en lo prospectivo.
La
profusión de publicaciones destinadas a exaltar las posibilidades económicas de
los camélidos sudamericanos en las dos primeras décadas de este siglo no son
mera coincidencia. Era evidente que desde el Ministerio d Agricultura de la Nación, se visualizaban
dichas posibilidades, especialmente en los Territorios Nacionales. De allí que
en 1900 se comisionaran a los "naturalistas viajeros", Holmberg (h.),
ya citado y Carlos Burmeister, a realizar investigaciones en los Territorios
Nacionales de Los Andes y Santa Cruz, respectivamente. La "Memoria sobre
el territorio de Santa Cruz", de Burmeister fue publicada en 1901.
Creemos
no equivocarnos si sostenemos que en estos trabajos de Holmberg (h.) y
Burmeister, están planteadas todas las posibilidades económicas que ofrecen los
camélidos sudamericanos, así como las modalidades conservacionistas que desde
entonces se han venido planteando. En ambos trabajos se consigna, el uso
adecuado que de estos recursos naturales renovables venían haciendo los
aborígenes desde tiempo inmemorial. Dichos trabajos tuvieron eco en los Anales
de la Sociedad Rural,
Argentina, de enero de 1901. En esta misma publicación, en el Tomo I de 1906
hay un trabajo de Augusto Huber, "Ganadería de caza de las zonas
andinas". En la Revista
del Jardín Zoológico de Buenos Aires, que dirigía su director Clemente Onelli,
a quien se deben trabajos como: "E1 folklore de los guanacos" (No 1,
abril de 1905); "Zoología útil: las alpacas (No. 3, octubre de l905);
Aclimatación de alpacas. Su lana, su peso, su valor" (Nro. 5 de abril de
1905.
En
1904, el ministro Ezcurra había dispuesto la creación de un criadero de
camélidos sudamericanos en Rosario de la Frontera y el ministro Torino había dispuesto el
envío de alpacas del Norte al Jardín Zoológico de Buenos Aires para su
posterior aclimatación en los valles andinos de la Patagonia o en los
turbales de Tierra del Fuego .
En la
tercera edición de 1919 de sus "Apuntes de Zootecnia argentina", el
doctor Desiderio Davel, recuerda que en 1907, se incluyó en los programas de
estudio de la Escuela
de Agricultura y Ganadería de Santa Catalina, un capítulo dedicado al estudio
económico de los camélidos sudamericanos.
Por esa
época, hubo establecimientos ganaderos que en la mismísima Pampa Húmeda
intentarían la aclimatación de estas especies (o su conservación en el caso del
guanaco). Emiliano Mac Donagh en "Observaciones sobre guanacos cruzados
con llamas en Barreto, Córdoba", consigna que los señores Francisco y
Gustavo Muñiz Barreto, comenzaron a criar llamas y guanacos entre 1900 y 1902,
en sus establecimientos "La
Magdalena" y "EI surgente”. Davel, en el trabajo
citado más arriba, dice que similares actividades se realizaron en el
establecimiento del coronel Julio S. Dantas, "San Ignacio" en General
Paz (Bs. As.). E1 mismo Davel, presentó un trabajo sobre camélidos en el Primer
Congreso Científico Panamericano, realizado en Santiago de Chile, entre
diciembre de 1908 y enero de 1909.
En
"Territorios Nacionales del Sud. Santa Cruz", de 1914, Juan E.
Richelet, hace una recopilación de los informes elevados entre 1908 y 1909, en
su carácter de inspector veterinario del Ministerio de Agricultura. Allí se
reiteran las bondades económicas del guanaco, las medidas para su conservación
y se propone una chacra experimental en Río Gallegos o Santa Cruz. "destinada
a la domesticación y cruzamiento del guanaco con alpaca y vicuña... ".
No es
de extrañar que esta corriente " pro-camélidos, se manifestara en el plano
académico a través de tesis. En 1913, Juan José Araujo, presentó su tesis
`"Camélidos argentinos", para optar al título de ingeniero agrónomo,
en la Facultad
de Agronomía y Veterinaria de Buenos Aires. En 1916, en la Facultad de Ciencias
Económicas de Buenos Aires, se presentaron dos tesis para optar al titulo de
doctor en Ciencias Económicas: una de Juan B. Peyrotti, "Llamas, vicuñas y
guanacos. Su significado e importancia" y la otra de Julio E. Jaeschke
"Llama, vicuña, guanaco". Padrino de ambas tesis, fue el doctor
Ricardo J. Davel, obviamente pariente del autor citado del mismo apellido.
Las
tres tesis confirman los anteriores precedentes. Quizás la de Jaeschke, de la
que no hemos detectado menciones posteriores, sea la más medulosa. En la tesis
de Peyrotti y Jaeschke, se hace manifiesta (en el mismo sentido se manifiestan
los números 26, 31 y 41 de la
Revista del Jardín Zoológico de Buenos Aires) la controversia
entre los criadores de ovejas y los protectores del guanaco. Los estancieros
del sur, pretendieron que éste fuera declarado plaga. Esto dio lugar a un
expediente del Ministerio de Agricultura (G. 1496. del 15/IX/1915), donde no
sólo se rechazó la petición, sino que se demostró el verdadero (J valor
industrial del guanaco, no siendo ajeno a esta postura el doctor Clemente
Onelli.
Tras
estas dos décadas de intensa promoción de los camélidos sudamericanos, viene un
largo interregno hasta la década del setenta.
De
dicho interregno merecen citarse: el Decreto del 19 de enero de 1926, del
presidente Alvear, sobre regulación de la caza de la vicuña. Del año siguiente
es la tesis de Elías Romero "Llamas y alpacas, vicuñas y guanacos”, de la Facultad de Agronomía y
Veterinaria de Buenos Aires. En dicho trabajo, se consigna que la familia Muñiz
Barreto (ya citada en el trabajo de Mac Donagh de 1940), también intentaban por
esa época aclimatar y domesticar camélidos
en el establecimiento "Juan Jerónimo" de Monte Veloz (Bs. As.). Asimismo
Romero" menciona el comienzo de la experiencia de cría de camélidos
sudamericanos, en la actual subestación INTA( Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria) de Abra Pampa (sitio caracterizado por el gobernador Tello, como
"La Siberia
Argentina") y donde otro gobernador, Benjamín ViIlafañe,
intentó sin éxito la industrialización de la lana de los animales aquí
mencionados. Cabe acotar que desde ese entonces, en el Criadero Oficial de
Miraflores (actual subestación INTA Abra Pampa) viene desarrollando
experiencias al respecto.
Por
Decreto del 19/IV/1934, el presidente Justo, autorizó a los indígenas del
Territorio Nacional de los Andes, para cazar vicuñas vivas con objeto de
domesticación. Este dato, está consignado tanto en la conocida obra del General
José María Sarobe, "La
Patagonia y sus problemas", de 1935 (donde le dedica un
capítulo al tema de esta nota), así como en la obra de Cabrera y Yepes,
"Mamíferos sudamericanos", de 1940. Encontramos también referencias
en el trabajo de Juan Carlos Godoy: "Glosas históricas sobre los camélidos
andinos' ' (Almanaque del Ministerio de Agricultura, 1948) y en el folleto de
Pablo Link "Alpaca-llama-vicuña-guanaco", de 1949.
Resulta
ostensible a partir de la década del setenta, una creciente preocupación por el
tema, tendencia que se manifiesta a la fecha de elaboración del presente
trabajo. El paradigma de esta tendencia, se concreta en el Programa Nacional de
Recursos Naturales Renovables, financiado parcialmente por la Organización de
Estados Americanos. De ese programa, existen dos medulosos documentos:
"Situación del guanaco y estrategia de conservación de camélidos en
Argentina", de agosto de 1983 y "Estado actual de las investigaciones
sobre camélidos en la
República Argentina" de mayo de 1985. En dichos trabajos
han realizado aportes los siguientes profesionales: Jorge Cajal, Nidia López,
Alfredo Reca, Juan Carlos Pujalte, Mariano Pizarro, Nilda Cantón de Cantú,
Silvia Puig, Jorge Amaya, Néstor Bianchi, Edmundo Larrieu, Nicolás Oporto,
Ricardo Bigatti, Daniel Sarrasqueta, Leonardo Duga, Alberto Angelinetti, Daniel
Eguen y Hugo Martelli. Los documentos, de consulta obligada para los
interesados en el tema, contienen abundantes listados bibliográficos. Aparte de
los autores mencionados, en los últimos tiempos, han realizado significativos
aportes: Jorge Bertoni, Jorge Garrido, Zsolt Kovacs Amanda. Manero, Carlos
María Nuevo. Freire, E. Front, I.Galotta, Eleodoro Sánchez y Alberto Defosse;
destacándose por su enfoque el trabajo conducido por J. Rabinovich "Un
modelo de simulación en:
computadoras digitales para el manejo de
vicuñas y guanacos en Sudamérica", de 194. Los trabajos del presente y del
pasado inmediato, no hacen más que confirmar, con los perfeccionamientos metodológicos
y conceptuales de idos al avance científico las afirmaciones entusiastamente
efectuadas n los albores del siglo.
El
material consultado, deja en claro que con tecnología apropiada, no hay sitio
improductivo en l Argentina, y sugiere en función de futuro, que con manejos
racionales, los camélidos sudamericanos, puedan recobrar al menos parcialmente
el status económico-ecológico, que se les había asignado con anterioridad a la
llegada de los españoles a estas latitudes . (12/XI/90).
NOTA:
PUBLICADO EN EL DIARIO "LA
REFORMA", DE GENERAL PICO, PROVINCIA DE LA PAMPA, ARGENTINA, EL 15 DE
SETIEMBRE DE 1991
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