“DE LA TRACCION A SANGRE COMO UN COMPONENTE PARA
REINVENTAR LA MATRIZ ENERGETICA ARGENTINA”
Por Alfredo Armando AGUIRRE
https://choloar.tripod.com/trabajos.htm
Los interrelacionados fenómenos planetarios del
“calentamiento global” y el previsible petrocolapso”, están pasando a formar
parte de nuestras respectivas cotidianidades. Pasó el tiempo en que dichas
temáticas, que hacen a la viabilidad de la vida en el Planeta Tierra, se
circunscribían a las agendas gubernamentales o a los cenáculos académicos y
científicos.
Sin bien la emergencia es global, debe procesarse desde los
respectivos habitats de cada tripulante de la nave Tierra.
Con la conclusión de la llamada “Guerra Fría”, se ha
intensificado crecientemente la influencia del sistema de organismos que giran
en la orbita de las Naciones Unidas. Se destacan las actividades de la
relativamente recientemente creada Organización Mundial del Comercio (OMC), que
es altamente sensible a las orientaciones que surgen del poderoso grupo G-8.
En lo que hace al tema que nos preocupa, los foros
precedentemente enunciados vienen generando documentos en forma de Convenciones
(Por ejemplo El Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático),
para dar un tratamiento global a las cuestiones. Los países vienen incorporando
a sus respectivas legislaciones dichos instrumentos y, las agencias
gubernamentales específicas gestionan siguiendo esas orientaciones.
Los efectos de esas medidas en las cotidianidades de las
personas, pueden dar lugar a aceptaciones acríticas, a aceptaciones críticas, o
a rechazos de diferente intensidad. También pueden dar lugar a respuestas
propias, sin esperar que las políticas públicas lleguen a sus potenciales
destinatarios.
Es en este punto donde arrancan nuestras consideraciones, sin
desconocer la influencia de lo que arriba se menciona en forma sucinta.
En la Argentina de nuestros días circulan alrededor de 8
millones de vehículos impulsados por motores de combustión interna que consumen
hidrocarburos. En el planeta la cantidad de vehículos en circulación oscila en
los seiscientos millones. La combustión de combustibles fósiles genera dióxido
de carbono, uno de los factores determinantes del calentamiento global, que
pone en peligro la viabilidad de la vida en el planeta. De allí
que se postule la minimización de
la emisiones del dióxido de carbono, lo que conlleva a propuestas como la que
nosotros sintetizamos en el sentido de imaginar un país “CASI sin automóviles,
sin caminos pavimentados y sin plásticos”. Esta propuesta fácil de enunciar,
resulta sumamente difícil de implementar, por cuanto comporta una suerte de
traumático cambio cultural.
Pero tomando la propuesta como paradigma, y sin desanimarse
por la magnitud del cambio implícito, es posible realizar una serie de
hipotéticas iniciativas que contribuyan a la disminución sensible y creciente
del empleo de combustibles fósiles, que en el caso argentino comenzarán a
escasear en el mediano plazo, acompañados por un exponencial aumento del precio
del combustible disponible (Vale acotar que el día 29 de octubre de 2007, el
barril se petróleo se cotizó internacionalmente a casi 94 dólares
estadounidenses).
El aporte especifico para la reconfiguración de la matriz
energética argentina, en este trabajo, pasa por reemplazar parcialmente el uso
de hidrocarburos por el empleo de la tracción a sangre humana y animal.
Hay cuestiones de índole ética, que tornan casi obvio el
comenzar por hacer consideraciones respecto al empleo de la tracción a sangre
efectuada por seres humanos. Como la experiencia personal es insoslayable y a
la vez enriquece este tipo de comunicaciones, cabe en este punto de la misma
consignar, que ya hacia comienzos de la década del setenta, comenzamos a
abrevar en la documentación que generaban los organismos internacionales.
Agreguemos, que eran tiempos pre - Internet y que la información no circulaba
con la fluidez con que lo hace en los tiempos que corren. Así fue, que nos
llamó poderosamente la atención, normas internacionales, para regular la
actividad de los porteadores de carga en países con geografías montañosas. Para
ese entonces teníamos las vivencias de los triciclos de reparto que se
utilizaban para acarrear alimentos desde las bocas de expendio (entonces las
llamábamos almacenes) hasta las casas de familia: Así el triciclo del almacenero;
así el triciclo del panadero. La bicicleta era muy empleada tanto para
concurrir a los empleos, para el reparto de diarios, medicamentos y
correspondencia.
Recuerdo la hilaridad que a principios de la década del 80, le
causó a un circunstancia interlocutor, cuando dijimos que la utilización de los
“richshaw” que se emplean en Extremo Oriente, podría servir para
descongestionar el transito en el microcentro de la ciudad de Buenos Aires…
Aunque en otras latitudes, particularmente Europa, el empleo
de bicicletas y triciclos siguió efectuándose, en Argentina la “motorizacion”
fue desplazando su empleo sobre todo en las grandes ciudades. Ya es sabido que
las prácticas de las grandes ciudades se replican en centros urbanos donde no
son funcionales. Se recuerda la “fiebre” consumista de los “scooter”
(motociclos de baja cilindrada), en las ciudades argentinas, utilizada como
demostración de poder adquisitivo y su consiguiente status.
Pero claro, con un petróleo, que se pronostica con
cotizaciones que rondarían los 100 dólares, y el factor “calentamiento global”,
el “Bycing”, o sea la utilización del ciclismo, cobra rápida vigencia. Al
respecto cabe consignar que a poco de producida la primera liberación de la
cotización del petróleo en 1973, Iván Ilich, demostró que las velocidades de la
bicicleta se asemejaban a las velocidades promedios de los automotores, cuando
se conjugaban factores como los semáforos, los congestionamientos, los
estacionamientos etc. Eso sin contar otros beneficios que hacen a la salud de
quienes “queman” energías pedaleando.
Acontece con estas tecnologías, que el petróleo
artificialmente barato tornó temporariamente
prescindibles, que simultáneamente a esa situación de prescindibilidad, se
desenvolvía un desarrollo científico – tecnológico, y la aparición de conceptos
como el de tecnología apropiada, es decir modalidades que daban nuevas
posibilidades a esas tecnologías supuestamente pasadas de moda.
Los nuevos materiales disponibles (aleaciones de aluminio,
plásticos, fibras de carbono, kevlar, y la lista no se agota,) generan nuevas
relaciones peso - potencia. Esto no es solo aplicable a la tracción a sangre
humana (ciclismo), sino a la animal.
Así los triciclos de reparto con estos diseños u otros
nuevos, amplían su capacidad de carga. Son concebibles, otros desarrollos
tecnológicos combinando las modalidades de támdem con estos triciclos y los
beneficios son de imaginar. Ya hace un tiempo están en el mercado argentino y
con aceptación en muchos centros urbanos, modelos de triciclos traseros (no
como los de reparto que eran delanteros), que utilizan mujeres y ancianos para
hacer sus desplazamientos.
Por estos días esta por sancionarse en la ciudad de Buenos
Aires, un sistema para promover el empleo de la bicicleta tal como se hace en
Barcelona y Paris.
A mas de los beneficios en materia de no emisión de dióxido
de carbono y salud de sus practicantes, la generalización de “bicing” o
modalidades similares (ricshaw), suponen la reactivación de una rama industrial
y la creación de puestos de trabajo sustentables. Como datos anexos de las
posibilidades, cabe consignar que con motivo de un reciente viaje del
presidente argentino a la ciudad de Nueva York, para
la Asamblea de las Naciones Unidas, apareció una foto de los funcionarios y
detrás de la imagen de los mismos aparecía un triciclo, en pleno centro de esa
ciudad, utilizado tipo “ricshaw” para transportar un
pasajero. El otro dato es la utilización que han hecho las personas denominadas
“cartoneras”, para hacer recolección urbana de residuos de algun valor,
utilizando improvisados carros impulsados por ellos mismos, practica que se ha
hecho muy común en la ciudad de Buenos Aires en los últimos años, pero que era
comprobable en ciudades del interior tres décadas atrás.
En la redacción de este tipo de comunicaciones, uno suele
hacer cortes temporales, por distintas razones, en este caso para pasar del
ítem de la tracción a sangre humana a la tracción a sangre animal. Al terminar
la redacción consignamos: 31/10/2007 10:53:30
Pero hete aquí, que en la noche
de ese día en uno de los portales de noticias de la Red, leimos
el siguiente cable, revelador de lo candente del tema que abordamos. El cable
rezaba lo siguiente: “31 de octubre, 8:28 AM
ROMA (AFP) - Las autoridades de
la pequeña localidad siciliana de Castelbuono, en el sur de Italia, sustituyeron los camiones de la basura por burros con el fin
de cumplir un servicio a la vez ecológico y económico, anunciaron por Internet.
Desde febrero seis burros
realizan el trabajo de cuatro camiones encargados de recolectar la basura que
producen sus 10.000 habitantes.
"Al reemplazar los medios
de transporte que consumen carburante y contaminan el ambiente, vamos a ahorrar
y a contribuir a que el mundo sea más limpio", aseguró el alcalde, Mario
Cicero, en una nota divulgada por Internet.
Un asno cuesta cerca de 1.200
euros más unos 2.000 euros al año de manutención, contra los 30.000 euros de
cada camión de basura, cuyo mantenimiento anual necesita de 7.000 a 8.000
euros.
Los burros de Castelbuono han
recolectado hasta ahora 140.240 kilos más de desperdicios con respecto al año
pasado, señala el alcalde.
Los asnos cargan dos cajas de
leño en donde los llamados 'operadores ecológicos' depositan la inmundicia y
logran atravesar todas las callejuelas y caminos más inaccesibles de la
localidad.
Castelbuono es el primer
municipio de Italia que reintroduce ese método, utilizado con frecuencia en el
siglo pasado.
La idea va a ser adoptada en
otras pequeñas ciudades italianas de Calabria y Toscana. “(Fin del cable).
En junio del año 2006 formulamos una comunicación titulada: “La
tracción a sangre animal en clave de petrocolapso”, la que esta accesible en el
sitio: https://members.tripod.com/choloar/percheron090606.htm
Los párrafos que siguen, en
parte condensan, en parte actualizan y pormenorizan la mencionada comunicación.
Debemos
reconocer que nos ha resultado muy fecundo el trabajo titulado “Horse power: practical
suggestion that would transform the way we live”, cuya autoría pertenece a Dick Courteau, y que ha sido
publicado en el magazine "Orion" septiembre/octubre
de 2007 el sitio: http://www.orionmagazine.org/index.php/articles/article/343/
el que ha
sido nuevamente consultado el 01 de
noviembre de 2007.Courteau, con quien hemos comenzado a intercambiar
correspondencia, se dedica a criar y utilizar caballos belgas- de porte
superior a los percherones- en su granja
de las montañas Ozark, en el estado de Arkansas. Las propuestas que venimos
realizando desde la década del ochenta en materia de resaltar las posibilidades
de la tracción a sangre animal, se ven reforzadas por la documentación aportada
por Courteau, las que se han ido asimilando en nuestras consideraciones.
Son conocidas en
Argentina las capacidades de la tracción a sangre, particularmente la de los
caballos, las mulas, los bueyes y las llamas. Quedan en el plano potencial, la
de los camellos particularmente, los bactrianos, aunque no hayan faltado
propuestas de aplicación, tal vez la mas difundida, sea la del entonces Coronel
José Maria Sarobe, en su libro “La Patagonia y sus problemas”, de 1934.
No obstante el
despliegue irracional del complejo automotor-camino pavimentado, incentivado
por un barril de petróleo mantenido artificialmente a bajo costo; en muchas
zonas marginales el empleo de la tracción a sangre continuó.
Cabe recordar
que hasta la década del 50 se conocían: el carro del lechero, del panadero, del
verdulero, del almacenero, del carnicero, del voluminoso que vendía canastas de
mimbre y plumeros, del botellero, del sodero, el carro fúnebre. En la ciudad de
Buenos Aires, con similar cantidad de habitantes que la actual, la recolección
de residuos se hacia a caballo. El ejército y las policías utilizaban caballos;
y mulas el ejército: Había otras utilizaciones incluso en las faenas agrícolas,
aunque la mecanización había minimizado su empleo. A principios del siglo XX se
construyó en la provincia de Buenos Aires, un canal artificial de navegación,
que unía la laguna de Mar Chiquita y el puerto de Baradero. El proyecto - del
que subsisten vestigios- se denominó “Canal del Norte”.Estaba previsto, que las
barcas serian propulsadas por la modalidad conocida como “a la sirga", es
decir tiradas por caballos desde los costados del canal. Este proyecto había
sido diseñado por el Departamento de Ingenieros de la Provincia y todo indica
que fue neutralizado por los poderosos intereses de las compañías ferroviarias.
A titulo de comentario, ya que se aleja en parte del objetivo del presente
desarrollo, vale agregar que dichos ingenieros, ante la objeción que el canal
se quedaría sin agua en épocas de sequía, contrargumentaron que se utilizarían
molinos de viento, para llenar los tramos de canal donde el agua escaseaba. La técnología de la sirga y de los molinos de viento,
demuestra que la que luego se conocería como “tecnología adecuada o apropiada”,
existe desde antaño en las mentalidades creativas del país. Tiempo atrás
señalábamos a una entidad de camioneros que atendían el puerto de Quequén, que
se podía utilizar un tramo de más de 100 kilómetros del río del mismo nombre,
para llevar el cereal a ese puerto, mediante barcazas impulsadas “a la sirga”
con tracción animal.
Mas arriba
señalábamos que la tracción a sangre animal vienen siendo una realidad perceptible
en áreas marginales del país. En su artículo, Courteau cuenta como los cubanos
suplieron la escasez de petróleo generado por la “implosión” de su abastecedor ,el bloque soviético, con el empleo de bueyes.
Esto nos hizo recordar algo que vivenciamos en ocasión de desempeñarnos como
servidores públicos en el organismo que atiende las cuestiones aborígenes en el
país hacia comienzos de la década del 90. Llegó a la oficina un cacique toba
del Chaco, solicitando ayuda en forma de bueyes y semillas. Cuando le
preguntamos acerca del requerimiento de bueyes, nos contó que en una
oportunidad el gobierno les había suministrado tractores, los que al
descomponerse, ellos no podían arreglar y así preferían una tecnología que
dominaban. En nuestro trabajo que consignamos mas arriba, relatábamos que en la
época de los ingleses, en algunas playas de maniobras del ex Ferrocarril
Pacífico, se desplazaban los vagones con bueyes.
Reiteramos que
la tracción a sangre no es cosa del pasado en la Argentina. Al referirnos a la
tracción a sangre humana, mencionábamos el uso que hacían de ello, las personas
denominadas “cartoneros”. Esa franja de trabajadores informales, también hace
uso creativo de la tracción a sangre animal, soslayando que en la ciudad de
Buenos Aires, está impedida legalmente en ciertas áreas. Denotando el origen de
migrantes rurales, conocen el manejo de equinos y carruajes, resulta de anticipación, el proyecto
de ordenanza presentado por una organización de carreros de Lomas de Zamora,
para regularizar esa actividad y recibir alguna suerte de ayuda gubernamental.
Existen
diseminados por el territorio entidades de bien público y algunas agencias
gubernamentales que se dedican a las actividades particularmente las vinculadas
a caballos. En la Puna
se utilizan de varias maneras las llamas, incluidas como bestias de carga, que
se desplazan en tropas , y en fecha reciente se
realizó la tercera Feria de la llama en Abra Pampa en la Puna Jujeña. En
la provincia de Córdoba se realizan ferias de ganado mular. Se enseña hipología
en las distintas facultades de Veterinaria, así como en otras universidades,
Institutos terciarios y en las escuelas aerotécnicas secundarias. Existen la
Dirección de Actividades Hípicas, el Comando de Remonta y Veterinaria del Ejercito. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial. Las fuerzas de Seguridad
(Policía Federal y Gendarmería) utilizan equinos, y lo mismo el Cuerpo Nacional
de Guardaparques.
Asumiendo el
concepto de “Gestión del Conocimiento”, derivado del fenómeno TICs, es dable
constatar y/o suponer, la existencia de una gran masa de “conocimiento
explicito”, sobre el tema que estamos desarrollando, tanto en los archivos o
repositorios de información de las instituciones que estamos mencionando como
en los de otras. Ese “conocimiento explicito”, en cuanto esta impreso, es de
escaso conocimiento , cuando no desconocido por las
nuevas generaciones, y “visibilizarlo”,
seria una significativa contribución a la implementación rápida y eficiente de
esta modalidad
Aunque no esta
tipificada como actividad deportiva o recreativa, es ostensible, y de gran
arraigo popular la cantidad y dispersión territorial de las denominadas “Domas
y jineteadas”, muchas de ellas con estrechos vasos comunicantes con los
“Centros tradicionalistas. En el trabajo de nuestra autoría, citado mas arriba,
ya consignábamos la existencia de una Asociación Argentina de Criadores de
Percherones.
En los deportes
mas formalizados, de tipo federado existen: la Federación Ecuestre; la Asociación
Argentina de Polo, la Federación Argentina de Pato (que esta declarado “deporte
nacional”) y la Federación de Marcha a Caballo. Y para que hablar de la
actividad turfística y sus “burreros” seguidores. Los caballos de carrera son
un rubro exportable.
En estas
descripciones, señalamos que seguramente quedan otras entidades, como suele
suceder cuando uno inventaría cualquier actividad en la Argentina, habida
cuenta de su extensión territorial...
Aunque ya lo
consignamos en el apartado correspondiente a la tracción a sangre humana,
reiteramos que los desarrollos tecnológicos, sea en materia de nuevos
materiales como en mejoramientos genéticos, optimizan la relación peso-
potencia. Además surgen otras ventajas emergentes por ejemplo del
fraccionamiento del tamaño de los establecimietos rurales. Como bien apunta
Courteau, con los crecientes costos de combustibles, se torna aún mas evidente,
la versatilidad de la tracción a sangre para las tareas de labranza y
recolección de cereales. Es sabido que en tiempos de hidrocarburos baratos, la
maquinaria agrícola no era rentable para la mayoría de los establecimientos
agrícolas, dando lugar a la aparición de los “contratistas rurales”,una
operatoria que deberá remodelarse atento la emergencia…
Y como el
beneficio es el estimulo de las actividades productivas, esta se acrecienta al
ponderar todos los insumos que se van generando, por ejemplo el estiércol de
los animales de tiro, sea para fertilizantes natural, sea para la elaboración
de combustible mediante biodigestores, experiencia que ya conoce la gente del
interior argentino, y de las que nos anoticiara, un pionero de estas
cuestiones, el entrañable Mario “Cosólogo” Monti, fallecido en el año 2000. En
el mismo sentido, como factor economizador de hidrocarburos, resulta el retome del
desplazamiento del ganado en pie, implicando ello, el retorno de la legendaria
profesión de “reseros”. Es sabido que el ganado así autotransportado llega
mejor “terminado" a los mataderos o frigoríficos o a las mangas de las
estaciones ferroviarios o a los barcos, como sucediera otrora, hasta que el
camión (alentado por hidrocarburos baratos y caminos pavimentados
insustentables ecológicamente) monopolizó el transporte de ganado en pie.
Estamos
convencidos que hay mucha gente que ya se ha percatado que tiene que migrar al menos
parcialmente desde los vehículos impulsados por hidrocarburos a los
traccionados a sangre. En estos temas siempre queda la polémica inacabable y
tal vez insoluble, sobre si esta migración debe hacerse siguiendo los
mecanismos del mercado o si debe existir lo que últimamente se denominan
“políticas activas”, eufemismo para aludir a la intervención estatal. Se nos
ocurre que la velocidad de circulación que comportan la apropiación masiva de
las tecnologías de la Comunicación y la información(TICs) e todas sus
modalidades puede hacer mas fluida la circulación de la información; y cada uno
en sus ámbitos públicos, comunitarios o empresariales, sabrá a que atenerse.
En algunos
sectores tal vez haya que hacer esfuerzos para cambiar un concepto muy
arraigado originado en
la aceptación acrítica a nuestras cotidianidades del llamado
“american way of life”, en el sentido que propuestas como las que esbozamos eran
“contrarias al Progreso”. Los precios crecientes de los carburantes, y aún la
extinción de los mismos, así como los efectos del cambio climático que se hacen
sentir en nuestras cotidianidades, serán a nuestro juicio poderosos inductores
hacia esas casi inexorables migraciones.
No quisiéramos
terminar este desarrollo, sin enfatizar que se trata este de uno de los
abordajes posibles, monográficamente limitado, de UNO de los ingredientes de la
nueva matriz energética que necesita la argentina. De los demás (energía
eolica, solar, biocombustibles, biomasa, mareomotriz, geotérmica, atómica,
hidroeléctrica-estas dos ultimas tecnologías en la variante de “minicentrales”-
así como las hipotéticas posibilidades del hidrógeno, el plasma caliente y la
biomasa) nos hemos ocupado y nos seguiremos ocupando.
No se nos escapa
que desarrollos como los precedentes son congruentes e indesglosables
de un modelo
distinto de país y de sociedad al existente.
No tiene en modo
alguno esta comunicación pretensión alguna de política publica, sino de
compartir reflexiones frutos de nuestros estudios, en la intención que los
cambios a sobrevenir sean lo menos traumáticos posibles, en la medida que sean
afrontados con previsión y amplitud de criterios.
Comunicación
finalizada en Buenos Aires, el jueves, 02 de noviembre de 2007