Uncion para Vencer

La Biblia narra que cuando se levantaron en guerra cuatro gigantes filisteos contra el pueblo de Israel, Dios ungió cuatro valientes israelíes para vencerlos. Esos cuatro gigantes representaban tipos de fuerzas del enemigo.  El primer gigante se llamaba Sipai que significa entrada, umbral, acceso.  Este gigante controla todo tipo de avance físico, emocional y material. Fue vencido por Sibecai que significa Tejedor, que une un hilo con otro.  Todo vencedor debe ser un pacificador, una persona que une personas, y no que divide. Por eso el Señor Jesús dijo: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. (Mt. 5:9)

 

El segundo gigante se llamaba Lamí que significa mi pan, tu pan. Este gigante controla los recursos, los abastos y la provisión. Fue vencido por Elhanán que significa Dios ha sido bueno, el favor de Dios me cubre. Dios siempre suplirá nuestras necesidades. Por eso David declara: “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni  su descendencia que mendigue pan”. El tercer gigante no tiene nombre pero tiene seis dedos en pies y manos. El número seis representa el hombre. Mantiene todo limitado en la vida espiritual; pone desánimo y desaliento porque  toda la confianza se pone en el hombre en vez de en Dios. A este gigante lo venció Jonatán, hijo de Simea, hermano de David. Jonatán significa Dios ha dado, Dios ha dado reporte. Este gigante se vence confesando lo que Dios ha hablado. Nehemías dijo: “No temáis delante de ellos; acordaos del señor, grande y temible y pelead por vuestros hermanos”. Los enemigos fueron vencidos cuando oyeron esa confesión.

 

El cuarto gigante se llamaba Isbi-benob que significa mi morada, mi habitación está en Nob. Este gigante tiene el control del descanso de los siervos de Dios. Fue vencido por Abisai, hijo de Sarvia cuando el gigante trató de matar a David. Abisai significa  fuente de riqueza o mi padre es un regalo. Sarvia significa bálsamo, medicina para sanar, restaurar y dar aliento. Todo vencedor tiene que estar dispuesto a proteger a sus padres físicos y espirituales, a formar un muro de protección alrededor de ellos. En la guerra contra los amalecitas, cuando Moisés alzaba su mano, Israel prevalecía en la guerra; más cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.  Cuando Moisés se cansaba de tener sus manos levantadas, Aarón y Hur tomaron una piedra y sentaron a Moisés en ella, y sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol, logrando vencer al enemigo. Hoy el Señor te unge para que puedas vencer los gigantes que se levanten contra ti. “Pero la unción que vosotros recibisteis de Él permanece en vosotros”. 1 Jn. 2:27)

Oprima aquí para ir al tope de la página.
 

@Copyright 2003 by maranat.
Last Updated: 28 de mayo de 2007