El jardín de Angie

Consejos sobre jardinería y cuidado de tus plantas.   

    
 

 

 
 
       
  Geranio , pelargonium peltatum L.  
       
           
MA: ¿Esos son geranios?

Angie: Si, ¿sabes de donde deriva el nombre?

MA: No, pero me gustaría saberlo.

Angie: Bien, su nombre deriva de la estrecha semejanza que tienen sus frutos con el pico de algunas aves zancudas. Geranium proviene de griego géranion, y este vocablo fue utilizado por Aristófanes para nombrar a una pequeña grulla en la comedia "Los pájaros". Lo mismo ocurre con sus primos cercanos: Pelargonium de pelargós =  cigüeña y Erodium de erodiós = garza. Todos nombrados con estos nombres por lo mismo, la similitud de sus frutos con los picos de esos zancudos.

MA: ¡Qué notable! pero vamos a lo que nos ocupa, la planta.

Angie: Bien, los geranios clasificados como pelargonium peltatum son los más utilizados en los arreglos de jardines y balcones. Es una planta apoyante. Sus hojas son carnosas de 4 a 8 cm. de diámetro y presentan cinco lóbulos de poca profundidad. Sus flores blancas, rosadas, rojas o violáceas pueden ser simples, semidobles o dobles. Sus débiles tallos crecen recostados en el suelo o apoyados sobre un eventual soporte y si no encuentran sostén, crecen en forma colgante.

MA: ¿Qué lugares pueden ornamentar?

Angie: Prefiere lugares soleados, jardines, balcones, antepechos de ventanas, aleros, etc. Siempre es recomendable protegerlos de los vientos fuertes. En interior solamente puede vegetar plenamente en una ventana muy luminosa. Es sensible a las heladas por lo que necesita protección en invierno. Florece profusamente casi todo el año. El sol de las horas del mediodía no lo favorece, por lo que es recomendable encontrarle un lugar donde tenga una sombra suave durante esas horas.

MA: ¿Cómo lo cuidamos?

Angie: Requieren suelos livianos y con buen drenaje, la tierra arcillosa no los favorece, no tienen mucha exigencia en cuanto a profundidad o fertilidad del sustrato. Un poco de resaca y arena agregada al terreno en el momento de plantarlo le creará las condiciones favorables. Necesitan riegos moderados cada 3 o 4 días en las primeras o últimas horas del día, dependiendo de la sequedad del suelo. En invierno se riega cada 10 días. A principio de la primavera es recomendable efectuarles una poda intensa. El uso de fertilizantes que posean mucho nitrógeno favorece el desarrollo de la planta pero perjudica la floración. El mejor fertilizante es la harina de huesos agregada al sustrato en el momento de la plantación. Es recomendable renovar las plantas por ejemplares jóvenes cada 3 o 4 años.

 
 

 

       
 
 
 

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