Leer anteriores

Y llega ya el Asoprorin o Copa de Oro, una especie de Simón Bolívar, en cuanto a su categoría, pero pautado para la caballada de todas las edades. Como es de esperarse el campeón El Gran Sol irá por su cuarto triunfo consecutivo en este evento. Claro está, que esto es sólo en el papel, pues en la presente ocasión tendrá que vencer serios obstáculos entre algunos de los participantes, como son los casos de Raen, Capitán Erre, Huracán David, Stereo, It Comes Well y por qué no, el mismo Auyantepuy. La verdad es que esta Copa de Oro siempre se las trae, si tomamos en cuenta su bolsa tentadora, y su proximidad al Simón Bolívar.

El próximo 2 de septiembre se estarán cumpliendo 41 años de la creación del Instituto Nacional de Hipódromos, y todavía no se ha podido concretar el proceso privatizador, lo cual al parecer surge como la única solución a la seria crisis que vive el hipismo. El INH como tal, cumplió su ciclo de decidido aporte al país, en donde se vieron beneficiados muchos entes del estado, como los hospitales, los cuerpos policiales, las personas en situación de indigencia, el Ministerio de Educación con la dotación a las diferentes escuelas y liceos del país del material de trabajo y el parque automotor, en fin, el INH cumplió una gran labor.

Camino como estamos al Clásico Internacional del Caribe, aún no vislumbramos cuál podría ser la representación nuestra a la cita caribeña, no obstante presumimos que en los próximos meses se habrá de decidir la misma, después de ver el comportamiento de los tresañeros en las selectivas que quedan por realizar de aquí a noviembre. Siempre hemos tenido suerte, cuando estas cosas suceden así, pues cuando vamos con nuestras mejores cartas lo que nos falta es eso, suerte. Recordamos la vez de Benemérito, un relleno. O la ocasión de Rayo Láser y Gallardete, dos caballos batalladores, hubo mejores durante la temporada, pero desertaron.

Y siguen los nuestros batallando por los puestos de vanguardia en el meeting de Calder, los compatriotas Eibar Coa y Javier José Castellano, que cada vez lo hacen mejor en la región de Florida, aunque ya han ido intentando en otras regiones hípicas de importancia del coloso del norte. Esto nos hace recordar, que en todas las épocas hemos tenido jinetes de gran valía, los cuales han dejado en alto el nombre de la hípica venezolana en el exterior. Han sido ellos, entre otros, látigos de la calidad de Justo Torres, un coloso durante dos décadas en la hípica argentina. Guillermo Gavidia, triunfador en el estado de California, Chicago y en los hipódromos mexicanos. Y claro está la exitosa campaña internacional de Gustavo Ávila.