Una gran noticia para iniciar la temporada es la del aumento en la premiación en los tres hipódromos, ya efectivo desde la primera semana en Valencia pero retrasado -imaginamos por trámites burocráticos- en Santa Rita y Valencia.
El aumento de los premios es, podemos afirmarlo, la base de desarrollo de la industria hípica, en cualquier parte del mundo. Cuando los premios suben y se hacen más atractivos, se refleja inmediatamente en la cría y en la inversión de los propietarios, y esto directamente incide en un mejor espectáculo. Es por ello que, especialmente en estos tiempos difíciles que atravesamos, un nuevo aumento cae como una gran noticia que al menos permite que no perdamos el optimismo con miras al futuro.
Comenzando 1999, la unidad de premio en La Rinconada estaba en los Bs. 154.000, lo que significaba que una carrera de perdedores (10 unidades) andaba por el orden de Bs. 1.540.000, poco más de 900 mil bolívares al ganador. En el transcurso del año pasado, dos veces aumentó el valor de la unidad (en febrero y en agosto) y esta cerró, al final de la temporada, en 200.000. Con el nuevo aumento, la unidad de premio en La Rinconada llega a Bs. 260.000, casi 70% por encima de la escala de premios del año pasado y eso es, sin lugar a ninguna duda, un avance significativo, más si consideramos que la carrera de perdedores tendrá bolsa de 2,6 millones, más de 1,5 destinados al ganador.
La programación selectiva, que de manera insólita había sido ignorada en el aumento que tuvo lugar en agosto, tendrá un incremento general porcentual de 40%. Las Copas tendrán bolsa de 7 millones, mientras que el "Simón Bolívar" fue elevado a Bs. 60.000.000, aún por debajo de US$100.000, pero manteniéndose como la carrera mejor premiada de nuestro hipismo.
Es evidente que aún falta mucho para que lleguemos a tener premios competitivos, pero poco a poco se avanza el camino. Hace menos de 20 años nos jactábamos -con total justificación- de tener los mejores premios del mundo, y ahora hacen falta medidas drásticas para recuperar la jugada legal, haciéndola competitiva. Hay que trabajar.