La disputa el pasado domingo del "Día de La Armada" (Gr. 2) marcó el primer enfrentamiento clásico de la temporada entre la generación tresañera y los mayores, con lo que se abren las puertas al segundo semestre hípico y las grandes carreras que lo caracterizan, como el "Copa de Oro" y el "Simón Bolívar", mencionando sólo las dos más importantes.
En estos momentos, nuestro hipismo más que nunca necesitan que se resalten estos valores. Afortunadamente, aún contamos con suficiente material equino como para que las expectativas sean justificadas en relación con lo que viene, desde el punto de vista hípico. Una campeona como Starship Miss y caballos de la talla de El Gran Sol (debe reaparecer en el clásico "Socopó"), Auyán Tepuy, los tresañeros Rey del Mar e It Comes Well, Raen, Capitán Erre, Huracán David y otros, mantendrán vivo el hipismo en Venezuela, mucho más allá de los problemas políticos o administrativos que identifican al Instituto Nacional de Hipódromos.
En los 40 años del Hipódromo La Rinconada nuestro hipismo ha pasado por mucho, y siempre lo ha superado gracias a que hay mucha gente aún haciendo hipismo, invirtiendo para los clásicos y los momentos inolvidables que lo rodean. Tenemos, pues, la esperanza de que disfrutaremos una segunda mitad de temporada grandiosa, promotora de la vena hípica, de esa pasión que es base de todo esto.
En este semestre también tenemos las subastas, con toda su importancia y significación para el futuro. Es la oportunidad de enseñar la generación de relevo, donde los criadores nos mostrarán, con seguridad, valiosos productos de entre los cuales saldrán los campeones del próximo milenio.
Tanto el país como el hipismo está en tiempos difíciles y turbulentos, pero el esfuerzo individual de cada uno de nosotros es la clave para superar la adversidad y emprender el camino hacia el desarrollo, hacia la modernidad. Todos debemos trabajar con una meta común.