Informaciones provenientes de fuentes extraoficiales dan cuenta de la intención de parte de la Junta de Comisarios, con apoyo de la directiva del I.N.H., de cambiar, a partir del mismo mes de Enero, el proceso de inscripciones para las carreras de La Rinconada de los domingos en la noche a los lunes en la mañana, o bien a los martes cuando programen esos absurdos días de carreras adicionales de los lunes, que prometen ser fijos, al menos una vez al mes, durante todo el año 2000.
El "no tenemos nada que ver con las revistas hípicas" parece ser el argumento con que las autoridades promotoras de este cambio han respondido a la inquietud planteada de cómo esta medida afectaría a las publicaciones y su circulación a tiempo para los programas de carreras de Santa Rita y Valencia. Ciertamente, ni el I.N.H. ni ningún otro ente gubernamental, tiene que ver con las revistas hípicas, que siempre han sido iniciativas privadas. El problema, sin embargo, es que quienes si "tienen que ver" con las revistas son los aficionados, los profesionales, los propietarios, los criadores, los comunicadores sociales y hasta los "folleteros" y más aún, los mismos directivos y empleados del Hipódromo, a quienes uno difícilmente se encuentra en una tarde de carreras examinando el tal "programa oficial", cuya producción no debe superar actualmente los 100 ejemplares. Todos, absolutamente todos, se nutren de la información detallada que ofrecen las revistas hípicas, que tienen suficiente tiraje y amplia distribución para cubrir el país entero y garantizar así la difusión del hipismo, y es algo que, al menos en el corto y mediano plazo, no puede ser sustituido por la parte oficial, que de paso no tiene por qué asumir funciones editoriales, máxime cuando no disponen de los canales adecuados (léase impresión, distribución, etcétera), y mucho menos de los medios tecnológicos a través de los cuales brindarle la información adecuada y a tiempo al aficionado.
El empeño de enfrentarse a la prensa, con altanería y prepotencia, definitivamente no es un buen negocio para el hipódromo. Revistas Hípicas, periódicos, emisoras radiales y televisoras han dedicado siempre importantes espacios para la difusión gratuita del hipismo, difusión que jamás el I.N.H. ha sido capaz de proveer, a pesar de ser el ente responsable del manejo del espectáculo. Lo razonable, entonces, sería simplemente apoyar esta iniciativa privada con reglas de juego clara y en el mejor ambiente de colaboración. El principal beneficiado será el hipismo.