General de Brigada Luis Belisario Espinal Vásquez, es el nombre el nuevo presidente del Instituto Nacional de Hipódromos, el cuarto nombre distinto en lo que va de 1999 y el tercer militar que asume la presidencia del ente desde su creación en 1958.
Aunque sus primeras declaraciones publicadas en la prensa nacional no fueron precisamente estimulantes (habló de otra «revisión profunda del proceso de privatización»), el viernes, en su primera rueda de prensa, se expresó en otros términos, haciendo énfasis en que tiene 2 meses estudiando la problemática hípica nacional y que habrá seguridad, mantenimiento a la planta física -especialmente la pista-, y se impulsará la Ley -ya confeccionada- que desplazaría al I.N.H. y lo reemplazaría con una Superintendencia de Actividades Hípicas, creando además un marco legal para el combate de la jugada ilegal.
Adicionalmente, el nuevo mandatario anunció su interés en ampliar la red de Centros Hípicos «para elevar la jugada a 10 millardos de bolívares mensuales», y que el espectáculo sería comercializado. Poco o nada dijo en relación con aquellos grupos que sustentan toda esta actividad con su aporte económico: aficionados, propietarios y criadores, y tampoco mencionó algún plan para mejorar al espectáculo -cosa típica-, pero esperamos que pueda asesorarse en lo que respecta a estos temas y sea capaz de entender cuál es el verdadero norte de la industria hípica.
El hipismo necesita una visión distinta, gente capacitada que además pueda interpretar sus necesidades y canalizar las verdaderas prioridades, pensando en el hipismo como deporte y no en el I.N.H. como ente rector. Es un nuevo gobierno sobre el que por supuesto aún no hay conclusiones que sacar, pero en nuestra revista estaremos muy atentos a lo que suceda en los próximos días y sin dudar haremos los señalamientos que consideremos pertinentes. Nuestro compromiso es con el hipismo.