Para nosotros, y la mayoría de los hípicos, no ha sido posible encontrar alguna justificación a la política que ha implementado el actual gobierno hípico con respecto a las invalidaciones, bien de caballos individualmente o de carreras completas, a determinados tipos de apuestas, especialmente ganador y placé, precisamente las más minimizadas por el efecto de la jugada ilegal o paralela.
Aunque no dudamos que las medidas se han tomado con el ánimo de "proteger los intereses del Instituto Nacional de Hipódromos", el resultado ha sido totalmente opuesto a lo esperado y más aún, se mantiene intacto el "problema origen" de todo este asunto de caballos sobrados de lotes y carreras poco parejas, lo que tiene que ver únicamente con dos factores inseparables: programación y handicap.
El pretender evitar los egresos limitando los ingresos y creando una serie de problemas adicionales relacionados con credibilidad, pulcritud y confianza del aficionado, sin ignorar la influencia de todo esto en la jugada paralela, es una política errada que debe ser corregida lo antes posible, si es que realmente lo que se busca es el beneficio de la hípica. La invalidación es una práctica que no existe en ninguna parte del mundo, sencillamente porque contradice lo más básico del mundo del hipismo: el negocio de los hipódromos es alto monto en las apuestas.
Mientras se continúen enfrentando los problemas que aquejan a nuestro hipismo con visiones erradas, sin buscar soluciones de fondo en los problemas que arrastramos desde mucho tiempo atrás, seguiremos contando con la privatización como único camino para encontrar el merecido progreso y desarrollo en un hipismo que sigue y seguirá vivo gracias a la inversión privada.
Gerencia y visión es lo que necesitamos.