Mucha gente todavía siente rechazo hacia el género literario de la Ciencia Ficción; durante décadas se lo ha considerado un género menor, una especie de nuevo marco para operetas, batallitas galácticas o westerns ambientados en el espacio. En verdad que ésta es una idea demasiado chata del género, o al menos bastante parcial. Porque batallas espaciales ha habido y continuará habiendo, pero me atrevo a sugerir al lector de éstas líneas un nuevo punto de vista un tanto más subjetivo:

Supongamos a un autor frente a su máquina de escribir (o a su procesador de textos, seamos modernos). Bien, ahora actuemos sobre él para quitarle toda inhibición ante el famoso síndrome de la página en blanco. Quitémosle la obligación de escribir sobre hechos que suceden en el marco de nuestro planeta y regalémosle a cambio el Universo entero. Quitémosle también la obligación de regirse de acuerdo al limitativo espectro del comportamiento humano, y démosle libertad para crear al ser que le venga en gana, la convención que se le ocurra, la situación que le convenga. Que nos ha quedado? Simplemente una mente en estado puro, una situación en donde la imaginación es la que manda; unos pájaros que volarán sin saber de jaulas, ni de nidos, ni de origen ni de fines.

Dado que los párrafos que preceden conforman meramente un planteo personal, la conclusión corre por cuenta del lector. Pero como confío en el buen criterio de quienes hasta aquí llegaron, me permito hacer algunas sugerencias sobre autores y libros, las cuales habré de renovar periódicamente (también acepto contribuciones).

Isaac Asimov, el hombre prolífico

Asimov se ha caracterizado a lo largo de su producción literaria como un hombre tan rico en ideas como afanoso por transmitirlas. Es el padre de lo que conocemos como "Robótica", habiendo acuñado en su momento el término así como las Tres Leyes Fundamentales de la Robótica, las cuales son respetadas a rajatabla en el tecnificado ámbito de creación y producción de tales engendros electromecánicos.

Amante de la lógica y de formación rigurosamente técnica, el viejo Isaac sorprendía con sus historias basadas en silogismos entreverados con las Tres Leyes (ver "Los Robots", recopilación de sus cuentos dedicados a la robótica, francamente fascinante). También fue padre de una trilogía de novelas llamada "La Fundación", libros indispensables en el placentero rito de iniciación del lector de Ciencia Ficción. También se destacan sus libros de divulgación científica, escritos en un lenguaje directo, ameno y pseudohumorístico, son joyas del desacartonamiento de la ciencia básica y aplicada. Asimov es frecuente habitante de las mesas de saldos de las grandes librerías, por unos pocos pesos es posible iniciarse en el mundo maravilloso de éste gran maestro multipremiado.

Theodore Sturgeon, el amigo escritor

Me es difícil ser parcial al hablar de Sturgeon, ya que es mi autor preferido. Ha sido un hombre capaz de llegar con tanta facilidad al centro del alma humana como al corazón de la galaxia. Un maestro de la poesía hecha prosa, una magnífica persona que trasunta su calidad humana en la franqueza y grandeza de sus escritos. Sus personajes son profundamente humanos, o francamente inhumanos. Sturgeon pincela magníficamente a sus personajes, ningún detalle falta ni sobra, su construcción semántica es brillante, sus alegorías y metáforas me siguen asombrando ante cada eterna relectura. Lo recomiendo calurosamente, arrancando por "Los cristales soñadores" y "Más que Humano" , dos novelas perfectas, y "Nuevamente Sturgeon" y "La Barrera", dos óptimos libros de cuentos. Sturgeon es el culpable de mi profundo amor por el género.

Philip K. Dick, el futuro visto como pesadilla

Philip K. Dick fue un hombre de imaginación tan vasta y profusa como pesimista. La mayoría de sus cuentos hablan de una época en la que las máquinas hacen gran parte del trabajo del hombre, sin obviar la guerra, la conquista del espacio, etc. Su ideario es a la vez siniestro y brillante, su obsesión es plantear el futuro de una humanidad supertecnificada que optimiza su tecnología hasta volverla amenazantemente autosuficiente, al punto de poner en peligro la subsistencia de las especies orgánicas, y enfatizando particularmente en el desarrollo de las comunidades sociales en un marco de tales características. Dick hace un verdadero estudio sociológico empírico de los mundos que construye, entremezclándolo con historias apasionantes y finales inesperados. Recomiendo "Aquí yace el Wub", "El Padre Cosa" y "La segunda variedad", una trilogía de libros de cuentos entre los cuales existe un ámbito común y una interconexión que los convierte en una obra única y atrapante de principio a fin. Dick en Hollywood? Un poquito, apenas Blade Runner y El Vengador del Futuro...las tienen???? Además, están siendo filmados en el transcurso de 1999, películas basadas en sus cuentos "La Segunda Variedad" e "Impostor". No me las pienso perder.

Bradbury rescata del género los matices que a mí más me gustan. Escarba en las miserias del alma humana tanto como describe la belleza de los rasgos que hacen tan particular a nuestra especie. Y pinta sus paisajes con una sutileza hiriente. Bradbury es como un escocés añejo, el tiempo lo mejora sin cambiarlo. Como escritor no envejece, simplemente no para de madurar, afortunadamente para los que lo seguimos desde "Fahrenheit 451", las inefables "Crónicas Marcianas", "El vino del Estío", "Las doradas manzanas del sol", "El hombre Ilustrado" y tantos clásicos de su obra que constituyen el alma de éste género tan amado por el que escribre éstas líneas.. Y es que así, por simple convicción y cariño a éstos hombres que jamás me conocerán, pero que han sido los dueños de tantas horas de mi vida, es que escribo en éste tono familiar acerca de ellos, apenas sugiriendo su grata lectura y dejando de lado el hecho de atiborrar al eventual lector de infrormación biográfica fácilmente hallable en las páginas oficiales de cada uno de ellos.

Bien, mi felicitación, mi agradecimiento y mi saludo al que haya llegado hasta aquí.