Aceptan todas
las solicitudes de paso de frontera, pero Guk,
camello, inesperadamente declarado indeseable. Acude
Guk a la central de policía donde le dicen nada que
hacer, vuélvete a tu oasis, declarado indeseable inútil
tramitar solicitud. Tristeza de Guk, retorno a las
tierras de infancia. Y los camellos de familia, y los
amigos, rodeándolo y que te pasa, y no es posible,
por que precisamente tú. Entonces una delegación al
Ministerio de Tránsito a apelar por Guk, con escándalo
de funcionarios de carrera: esto no se ha visto jamas,
ustedes se vuelven inmediatamente al oasis, se hará
un sumario.
Guk en el oasis come pasto un día,
pasto otro día. Todos los camellos han pasado la
frontera, Guk sigue esperando. Así se van el verano,
el otoño. Luego Guk de vuelta a la ciudad, parado en
una plaza vacía. Muy fotografiado por turistas,
contestando reportajes. Vago prestigio de Guk en la
plaza. Aprovechando busca salir, en la puerta todo
cambia: declarado indeseable. Guk baja la cabeza,
busca los ralos pastitos de la plaza. Un día lo
llaman por el altavoz y entra feliz en la central.
Allí es declarado indeseable. Guk vuelve al oasis y
se acuesta. Come un poco de pasto, y después apoya
el hocico en la arena. Va cerrando los ojos mientras
se pone el sol. De su nariz brota una burbuja que
dura un segundo mas que él.
Material
plástico
Julio
Cortazar