Se ha escrito bastante sobre el origen y significado de
los principales símbolos jeroglíficos usados por los egipcios, sin embargo,
creo que aun no se ha logrado brindar una explicación satisfactoria.
Para poder penetrar en lo más profundo del “Símbolo” es necesario
primero determinar que objeto representa el mismo. En ocasiones este “primer
paso”, supuestamente sencillo, resulta difícil a primera vista, ya que el
objeto representado puede aparecer muy estilizado. No obstante, casi siempre
logra identificarse después de un análisis más profundo y detallado.
Una vez conocido el objeto-símbolo, un “segundo paso” sería anotar
todas las ideas o conceptos que podrían derivarse del mismo. Pongamos un
ejemplo sencillo: el círculo O, que nos sugiere los conceptos de perfección,
eternidad, ciclo, totalidad, integridad, así como las acciones rodear, cercar,
entre otras ideas.
Pero no siempre el símbolo representa un concepto o idea asociada o deriva del mismo, en muchas ocasiones es utilizado también para expresar conceptos que difícilmente podrían asociarse con el objeto representado. Este es el caso del símbolo jeroglífico egipcio conocido como “cruz egipcia” o “cruz ansata” (cruz con asa), el anj, símbolo de la VIDA.
Es evidente que un “lazo” o “cordel anudado”, difícilmente podría sugerir el concepto VIDA. Entonces... ¿Porqué utilizaron los egipcios esta imagen para expresar dicho concepto?.
El principio de Isofonía consiste en expresar conceptos o palabras abstractas, difíciles de representar gráficamente, mediante objetos fáciles de dibujar y que tienen un sonido igual o semejante.
El “Principio de Isofonía” era conocido por casi todas las civilizaciones de la antigüedad y ha sido utilizado desde entonces por toda la humanidad, hasta nuestros días. De hecho el origen de casi todos los símbolos sagrados que nos han llegado hasta hoy pueden explicarse de manera satisfactoria mediante este recurso fonético de la escriptología (disciplina científica que estudia la escritura en general, Díaz Sánchez 1994), y que iremos desarrollando en estas páginas.
Una vez comprobado como este jeroglífico representaba originalmente a un cordel o cinta anudada veamos ahora porque fue también usado desde sus inicios como símbolo de la VIDA y como logograma (signo palabra) de vida, vivir y derivados...
En el copto (último reducto de la lengua egipcia) anuj se utilizaba para “cuerda, cordel, cable, soga, cordón...”; concretamente en el dialecto copto del Fayum (Provincia del Alto Egipto) y en este mismo dialecto anaj o anej significaba VIDA. En el dialecto Sahídico, de Tebas anaj era el nombre que se le daba a la crux ansata o sea, al anj. Y en el Bohaírico Snaj expresaba los conceptos de vínculo, lazo, unión.
O sea que al ver un cordel
anudado uno pensaba en la palabra Anj “Vida” por su similitud con Anuj,
cordel.
Por otra parte, el hecho de que la similitud se dé, justamente, en el
dialecto Fayúnico permite suponer la probabilidad de que el símbolo de la
VIDA, el anj o “anej” (pronunciación que creo más aproximada) se haya
inventado en la región del Fayum.
Este mismo recurso isofónico fue usado por los sumerios, quienes para expresar el concepto VIDA, pronunciado ti, utilizaron el signo de una flecha, porque esta se pronunciaba igual o sea, ti.
La palabra egipcia Anj se traduce, formalmente, como “correa de sandalia” y las sandalias eran el símbolo del “rey viviente”. Esta palabra debería además traducirse como “cuerda, correa, cordel, cordón, soga...según el Fayúmico Anuj.
El anj también puede traducirse como “eternidad” si nos remitamos al copto (Enej) ‘eternidad’, eterno, por siempre, tiemo de la vida, destino,
período de tiempo..., y como ‘juramento, pacto, conjuración...’ según la
voz anajsh, en egipcio anej y como ‘flor’, egipcio anuj.
Por otra parte, si observamos detenidamente la forma arcaica del anj en
el peine del Rey Dyet, notaremos como ésta nos sugiere además una
esquematizada imagen antropomorfa, como la de un ser humano con los brazos
extendidos y las piernas separadas. Es muy probable que el detalle de mantener
los extremos superiores del “nudo” o “lazo” de manera horizontal,
durante toda la historia egipcia (cuando lo lógico sería que cayeran) estuvo
motivado por la intención de asemejar al ser humano (hombre o mujer) o al dios
o diosa, pleno de energía vital. Recordemos el gesto de extender las manos para
expresar regocijo, felicidad, alegría, vitalidad, como cuando respiramos
profundo y con satisfacción el aire puro de algún bello paisaje natural.
Tal vez por esa razón, el anj estaba estrechamente relacionado con el
“aliento de vida”, habitual en las ofrendas al rey, como en el pectoral de
la tumba de Mereret, Dashur. Dinastía XII, donde el anj aparece
antropomorfizado y portando un
abanico, “símbolo activo y funcional de la respiración y por tanto, de la
vida”.
VIDA ETERNA, ALIENTO de la VIDA, LAZO, VINCULO Y PACTO (con los dioses o con DIOS) conceptos todos vinculados a la simbología mágico-religiosa del símbolo jeroglífico más importante de la Civilización Egipcia, el ANEJ.