Padrino, El. (Godfather, The)
Marlon Brando (as Don Vito Corleone), Al Pacino (as Michael 'Mike' Corleone), Diane Keaton (as Kay Adams-Corleone), Richard S. Castellano (as Peter Clemenza), Robert Duvall (as Tom Hagen), James Caan (as Santino 'Sonny' Corleone), Sterling Hayden (as Captain McCluskey), Talia Shire (as Constanzia 'Connie' Corleone-Rizzi), John Marley (as Jack Woltz), Richard Conte (as Don Emilio Barzini), Al Lettieri (as Virgil 'The Turk' Sollozzo), Abe Vigoda (as Sal Tessio), Gianni Russo (I) (as Carlo Rizzi), John Cazale (as Frederico 'Fredo' Corleone), Rudy Bond (as Ottilio Cuneo)
Sinopsis:
Don Vito Corleone es un capo mafioso de Nueva York que controla el juego, la prostitución y tiene buena relación con la policía y los jueces. Sus problemas empiezan cuando Sollozzo, un gangster protegido por la familia Barcini, le anuncia su intención de iniciar la venta de drogas por toda la ciudad, y le ofrece participar en el negocio. Corleone se niega rotundamente a entrar en dicho negocio, cosa que enfurecerá a Sollozzo, quien secuestrará al consillere de los Corleone, Tom Hagen, e intentará asesinar a Don Vito.
Don Vito Corleone es un capo mafioso de Nueva York que controla el juego, la prostitución y tiene buena relación con la policía y los jueces. Sus problemas empiezan cuando Sollozzo, un gangster protegido por la familia Barcini, le anuncia su intención de iniciar la venta de drogas por toda la ciudad, y le ofrece participar en el negocio. Corleone se niega rotundamente a entrar en dicho negocio, cosa que enfurecerá a Sollozzo, quien secuestrará al consillere de los Corleone, Tom Hagen, e intentará asesinar a Don Vito.
Critica:
Los italianos dicen que la vida es tan dura
que el hombre debe tener dos padres que velen por él;
por eso todos tienen un padrino.
Tom Hagen,
Consigliere de la Familia Corleone
El Padrino, Mario Puzo
Hay hombres que no pueden escoger su destino. El destino los escoge a ellos. Sus genes están formados a base de poder y fortaleza; su piel puede ser de oveja, más su alma es de piedra. Un instinto sicario vive en ellos; un hambre no saciada les levanta la mirada y una inteligencia visionaria los compele a existir como lo mejor que pueden ser. Michael Corleone es uno de estos hombres.
El Padrino, la versión para pantalla del libro más exitoso de Mario Puzo es para muchos, la mejor cinta que se haya filmado, al menos en Norteamérica. Y voy a terminar pronto... Aquel que no ha visto El Padrino no puede decir que ama al cine.
Y es que no hablo sólo de un guión excelso, garabateado por la misma pluma que escribiera la novela, sino de un compendio del saber humano. La historia de los Corleone es superficialmente una fábula épica de mafiosos, pero en el fondo, su alma es el relato de un refugiado italoamericano radicado en Nueva York: Don Corleone, un hombre grande, no sólo en edad sino en sabiduría; sus conceptos acerca de los lazos filiales, la amistad, la lealtad y los enemigos, son considerados por muchos, un credo en la vida diaria de un verdadero hombre.
Magistralmente dirigida por el gran Coppola, El Padrino marcó un parteaguas en la historia de las películas de gangsters.
No existe a la fecha un producto tan sublime. A partir de su estreno, el maestro Coppola fue llevado a los altares del séptimo arte, aún cuando se dice que su mejor trabajo es The Conversation y su película cumbre: Apocalypse Now, en donde, al igual que en The Godfather, Marlon Brando arrasa con la pantalla.
Cualquiera que deseé ser actor cometería un crimen si dejara de ver a Brando en esta cinta; su histrionismo se calificó de excelso, su mímica, su voz, su andar y hasta la forma de mirar. Marlon Brando fue siempre una gran estrella de cine, pero jamás se le vió brillar tanto como en el rol de Don Vito Corleone, el jefe de la familia más poderosa de Nueva York y hoy un ícono inmortal del cine.
La cinta no sólo mostró a esta gran estrella; fue también la catapulta del hoy consagrado Al Pacino, quien para muchos brinda en esta realización y su posterior secuela, lo mejor de su meteórica carrera. El elenco no termina ahí; Robert Duvall y James Caan fueron nominados junto con Pacino al Oscar por la mejor actuación de soporte. ¡Tres actores de una misma película en una sola categoría! Irónicamente ninguno de ellos ganó.
No obstante lo anterior, El Padrino fue galardonada como la Mejor Película de 1972; su guión y la actuación de Brando también le valieron sendos Oscares y aún cuando la magnífica cinta fue nominada en ¡nueve categorías! sólo pudo llevarse a casa tres estatuillas. Un caso más de la ocurrente estupidez de la Academia.
El libro de Puzo es perfecto, aún cuando éste lo niegue y diga, en sus propias palabras, que solamente lo escribió para hacer dinero. Sin embargo, para todos aquellos que hemos tenido sus más de quinientas páginas en nuestras manos y ojos, sabemos que El Padrino es una novela que no permite ser leída en un plazo mayor a siete días; así es su dinamismo, su exquisito desarrollo de personajes, su trepidante ritmo y su fantástico manejo de la cronología.
Puzo contaba con tan sólo 45 años, tenía un montón de deudas y trabajaba de freelance para una revista. Sobra decir que no tuvo que hacerlo más cuando los derechos de su libro para ser convertido en película, fueron comprados por una cantidad hasta entonces jamás pagada por un escrito: ¡Cuatrocientos diez mil dólares ! El buen Puzo se llevó la mitad de ese billete y muchos pagos más que vendrían posteriormente: estos dividendos no sólo fueron de índole monetaria; su guión y el de su secuela le obsequiaron con 2 oscares y el dinero suficiente para dedicarse a escribir más novelas de mafiosos como El Ultimo Don y Omerta; además, El Padrino se mantuvo en los primeros lugares de la lista de best sellers durante ¡67 semanas consecutivas ¡!; ¡y se vendieron más de veintiun millones de ejemplares!
En toda la cinta de El Padrino, por increíble que parezca, jamás se menciona la palabra Mafia. Se dice que cuando Puzo y Coppola trabajaban en ella, unos caballeros se presentaron a verlos y en un tono más italiano que inglés les dijeron...
- Sabemos que están filmando una película acerca de algunos negocios de Nueva York... Bueno... nosotros sólo queríamos decirles que por la propia seguridad de ustedes y de la cinta, palabras como Mafia, Cosa Nostra y otras similares jamás deberán ser mencionadas...
El escritor y el director de la cinta comprendieron muy bien la advertencia y por ello siempre se refirieron a los Corleone como "La Familia".
El Padrino cuenta con una pila de secuencias extraordinarias como la escena inicial, un prodigio de iluminación y dramatismo, donde un hombre cuya hija ha sido maltratada va a pedirle justicia a Don Corleone; resaltan también los cuadros con " la cabeza de caballo", la comida de Michael Corleone con Sollozo y el Capitán de policia que marca el inicio de su espiral descendente; y la magistralmente filmada secuencia final, donde al ritmo de música sacra interpretada sólo por un órgano, podemos apreciar por un lado el trágico destino de los enemigos de los Corleone, y por otro, el bautismo sagrado y la hipócrita renuncia a Satanás del recien encumbrado nuevo Don.
El Padrino es verdad que es una historia sobre criminales. Sin embargo y no exagero, definitivamente es la mejor, ya que su narrativa no es simplista y lineal, sino que al igual que un río se compone de diversas afluentes que van dándole fuerza hasta llegar a convertirse en un caudaloso mar.
El Padrino es una brutal narración acerca de un hombre de inquebrantables principios que debe legar todo su imperio a su hijo; éste siempre ha renegado de su familia y sin embargo, al final, se ve vencido por su propia sangre y sucumbe a la irresistible seducción del poder a través del amor a su padre.¿Y quién no lo haría?
Una historia poderosa, sabia, brillante y excelsa.
luis@cinenganos.com
--------------------
Se hace tremendamente difícil hablar sobre un film tan importante como éste, puesto que El Padrino y su saga es una de las producciones más admiradas de la historia del cine. Durante mucho tiempo esta película está siendo considerada por los lectores de la IMDB como la mejor película de la historia, y éste es un dato significativo ya que en este ranking votan espectadores de todo el mundo, no sólo críticos o gente especializada.
Don Vito: ¿Pasas mucho tiempo con la familia?... ¡Bien! Porque el hombre que no pasa tiempo con su familia no puede ser considerado un hombre de verdad.
Contrariamente a lo que podría parecer en un principio, la película no trata sobre la vida de Don Vito, sino de la conversión, ascensión y confirmación de su hijo menor Michael como "el padrino" a que hace referencia el título. En primera instancia vemos a Michael completamente al margen de los asuntos familiares por decisión expresa de su padre, quien quiere otro tipo de vida para él. Michael es un héroe de guerra enamoradizo (Kay, Appolonia y nuevamente Kay), cuya pretensión después de la guerra es acabar sus estudios (aunque esto sólo quede de manifiesto en las escenas eliminadas que se incluyen en el DVD), y debido a las circunstancias deberá involucrarse plenamente en el negocio familiar, convirtiéndose en un jefe más sanguinario incluso de lo que fue su padre.
Coppola tuvo muchos problemas para conseguir que los dirigentes de la Paramount transigieran en su voluntad de conceder el papel de Don Vito a Marlon Brando, por los continuos problemas que la estrella acarreaba por su divismo; pero una sensacional prueba de casting realizada por el actor acabó por convencer a los intranquilos ejecutivos, y el éxito del film dio la razón al director. Asimismo, tampoco Al Pacino les convencía puesto que por aquel entonces era un desconocido principiante que no les garantizaba la simpatía del público, y se pensó en James Caan o Robert Redford para el papel de Michael. Caan fue finalmente elegido para interpretar a Santino, papel que en principio tenía que realizar Robert de Niro, quien finalmente fue el joven Don Vito en la segunda entrega de la saga, y a regañadientes se aceptó a Pacino para interpretar al hijo menor de los Corleone. Durante varias semanas Pacino estuvo al borde del despido porque lo rodado no convencía a los ejecutivos, pero llegó el rodaje de la escena en que Michael asesina a Sollozzo, donde la inseguridad inicial y la sangre fría final del personaje, captadas perfectamente por el trabajo del actor, acabaron por darle definitivamente el papel (eso y la insistencia de Diane Keaton en querer trabajar con él).
Luca Brasi: Don Corleone, estoy honrado y agradecido de que me haya invitado a su casa en el día de la boda de su hija.
Cinematográficamente hablando, hay dos escenas que se pueden considerar un prodigio a todos los niveles: la escena inicial de la boda de Connie, y la del bautismo del hijo de ésta.
Argumentalmente, la escena de la boda nos va introduciendo perfectamente a todos y cada uno de los integrantes de la familia Corleone y a sus esbirros y enemigos. Mientras en el jardín de la mansión observamos a los invitados bailando y divirtiéndose a la luz de un espléndido día, en el interior, en una oscura habitación, los vemos acudiendo a ver a Don Vito para pedirle y agradecerle todo tipo de favores. Técnicamente, el contraste es significativo entre la luz exterior donde transcurren unos hechos que podríamos calificar de normales en un día de fiesta, y la oscuridad de esa habitación donde se resuelven los asuntos turbios de la familia; Coppola deja claro desde buen principio con ese contraste a qué tipo de negocio se dedican los Corleone.
La escena del bautismo es sin lugar a dudas la más fascinante del film, puesto que en ella Coppola juega un magistral póquer a varias bandas. En primer lugar, indica la importancia que tiene la religión para la familia, señalando que Dios está por encima de todo y que los Corleone ante todo son unos fervorosos creyentes. Pone de manifiesto el gran poder que Michael tiene a partir de ese momento al dejar limpia la ciudad de enemigos; y sobre todo expone, con una magistral doble lectura, que realmente en esa ceremonia a quien se está bautizando es a Michael como el nuevo "padrino" y el dueño absoluto de la ciudad.
Michael: Fredo, eres mi hermano mayor y te quiero, pero no te pongas nunca más de parte de alguien que va en contra de la familia. Nunca más.
El autor describe un universo mafioso cerrado en el cual no tienen cabida los respresentantes de la ley y el orden, y precisamente el único representante de la justicia que aparece en pantalla es un corrupto capitán de la policía. En este universo no se usan en ningún momento los términos mafia, hampa o gangster, y la gran maestría de Coppola reside en conseguir que el espectador se identifique rápidamente con unos personajes que en cualquier otro film serían odiosos, y que sienta una especial simpatía por Don Vito al oponerse éste claramente a mezclarse en asuntos de drogas. La constante defensa que efectúa Corleone de la familia es una baza muy importante a su favor, y su amor por sus hijos y nietos ayudan considerablemente a fortalecer esa imagen de hombre encantador a pesar de todo. Su colosal interpretación y su característica voz carrasposa hacen que su personaje sea uno de los más carismáticos e imitados de la historia del celuloide.
Coppola no muestra de las relaciones amorosas de los protagonistas más de lo que considera necesario, para no desviar la atención sobre lo que realmente interesa, que no es otra cosa que la trama mafiosa del film. Las mujeres quedan siempre apartadas de todos los "negocios" de la familia, así es significativa la importancia de la costumbre de no hablar de trabajo en la mesa o delante de ellas. Un ejemplo claro lo tenemos en la escena final, en la que Michael recibe a algunos mafiosos y se cierra la puerta dejando a Kay fuera. Y si alguna mujer merece un poco más de metraje que las demás, es precisamente Kay la que goza de ese privilegio, aunque tampoco se entra en detalle en su relación con Michael ni se menciona si éste le ha explicado que estuvo casado mientras vivió en Italia; Coppola lo considera irrelevante para el desarrollo de la trama. Sin embargo, quien sí juega un papel muy importante, a pesar del poco tiempo que aparece en pantalla, es Connie, la joven Corleone que se casa al principio de la película. La turbulenta relación que vive con su marido será la causante de uno de los hechos más importantes que transcurren en el film, y que cambiará el futuro de las vidas de sus hermanos.
Don Vito: He pasado toda mi vida intentando no ser descuidado. Las mujeres y los niños pueden ser descuidados, los hombres no.
En el capítulo de premios, El Padrino ganó 3 Oscars (película, actor principal y guión adaptado) de sus 11 nominaciones; 5 Globos de Oro, 1 Grammy para su banda sonora y diversos premios de la crítica estadounidense.
Otras curiosidades del film:
- El bebé que Diana Keaton sostiene en brazos en la escena del bautismo, es en realidad Sophia, la hija del director, quien tendría un papel en la tercera parte de la serie.
- Coppola se inspiró en el estilo de Hitchcock para rodar la escena del tiroteo a Don Vito en la frutería.
- Coppola dirigió la película prescindiendo prácticamente del guión, y guiándose por un gran libro que se hizo él mismo con la novela original de Puzo, en la cual había escrito todo tipo de notas en los márgenes de las páginas. A medida que iba leyendo la novela, iba haciendo anotaciones de cómo quería que la escena quedara en la pantalla.
Don Vito: El hombre que venga a ofrecerte una reunión....¡ese es el traidor!
El Padrino es una película imprescindible de la historia del cine; sus carismáticos personajes, sus soberbias interpretaciones, su sólida dirección, su magnífico guión, su inconfundible música, en fin... todo el conglomerado supuso en su día una manera diferente de ver el cine de gangsters, y es clara inspiración para posteriores obras maestras del género como Uno de los nuestros, o la reciente Camino a la perdición. En definitiva, El Padrino es una gozada a todos los niveles.
Glasso
Los italianos dicen que la vida es tan dura
que el hombre debe tener dos padres que velen por él;
por eso todos tienen un padrino.
Tom Hagen,
Consigliere de la Familia Corleone
El Padrino, Mario Puzo
Hay hombres que no pueden escoger su destino. El destino los escoge a ellos. Sus genes están formados a base de poder y fortaleza; su piel puede ser de oveja, más su alma es de piedra. Un instinto sicario vive en ellos; un hambre no saciada les levanta la mirada y una inteligencia visionaria los compele a existir como lo mejor que pueden ser. Michael Corleone es uno de estos hombres.
El Padrino, la versión para pantalla del libro más exitoso de Mario Puzo es para muchos, la mejor cinta que se haya filmado, al menos en Norteamérica. Y voy a terminar pronto... Aquel que no ha visto El Padrino no puede decir que ama al cine.
Y es que no hablo sólo de un guión excelso, garabateado por la misma pluma que escribiera la novela, sino de un compendio del saber humano. La historia de los Corleone es superficialmente una fábula épica de mafiosos, pero en el fondo, su alma es el relato de un refugiado italoamericano radicado en Nueva York: Don Corleone, un hombre grande, no sólo en edad sino en sabiduría; sus conceptos acerca de los lazos filiales, la amistad, la lealtad y los enemigos, son considerados por muchos, un credo en la vida diaria de un verdadero hombre.
Magistralmente dirigida por el gran Coppola, El Padrino marcó un parteaguas en la historia de las películas de gangsters.
No existe a la fecha un producto tan sublime. A partir de su estreno, el maestro Coppola fue llevado a los altares del séptimo arte, aún cuando se dice que su mejor trabajo es The Conversation y su película cumbre: Apocalypse Now, en donde, al igual que en The Godfather, Marlon Brando arrasa con la pantalla.
Cualquiera que deseé ser actor cometería un crimen si dejara de ver a Brando en esta cinta; su histrionismo se calificó de excelso, su mímica, su voz, su andar y hasta la forma de mirar. Marlon Brando fue siempre una gran estrella de cine, pero jamás se le vió brillar tanto como en el rol de Don Vito Corleone, el jefe de la familia más poderosa de Nueva York y hoy un ícono inmortal del cine.
La cinta no sólo mostró a esta gran estrella; fue también la catapulta del hoy consagrado Al Pacino, quien para muchos brinda en esta realización y su posterior secuela, lo mejor de su meteórica carrera. El elenco no termina ahí; Robert Duvall y James Caan fueron nominados junto con Pacino al Oscar por la mejor actuación de soporte. ¡Tres actores de una misma película en una sola categoría! Irónicamente ninguno de ellos ganó.
No obstante lo anterior, El Padrino fue galardonada como la Mejor Película de 1972; su guión y la actuación de Brando también le valieron sendos Oscares y aún cuando la magnífica cinta fue nominada en ¡nueve categorías! sólo pudo llevarse a casa tres estatuillas. Un caso más de la ocurrente estupidez de la Academia.
El libro de Puzo es perfecto, aún cuando éste lo niegue y diga, en sus propias palabras, que solamente lo escribió para hacer dinero. Sin embargo, para todos aquellos que hemos tenido sus más de quinientas páginas en nuestras manos y ojos, sabemos que El Padrino es una novela que no permite ser leída en un plazo mayor a siete días; así es su dinamismo, su exquisito desarrollo de personajes, su trepidante ritmo y su fantástico manejo de la cronología.
Puzo contaba con tan sólo 45 años, tenía un montón de deudas y trabajaba de freelance para una revista. Sobra decir que no tuvo que hacerlo más cuando los derechos de su libro para ser convertido en película, fueron comprados por una cantidad hasta entonces jamás pagada por un escrito: ¡Cuatrocientos diez mil dólares ! El buen Puzo se llevó la mitad de ese billete y muchos pagos más que vendrían posteriormente: estos dividendos no sólo fueron de índole monetaria; su guión y el de su secuela le obsequiaron con 2 oscares y el dinero suficiente para dedicarse a escribir más novelas de mafiosos como El Ultimo Don y Omerta; además, El Padrino se mantuvo en los primeros lugares de la lista de best sellers durante ¡67 semanas consecutivas ¡!; ¡y se vendieron más de veintiun millones de ejemplares!
En toda la cinta de El Padrino, por increíble que parezca, jamás se menciona la palabra Mafia. Se dice que cuando Puzo y Coppola trabajaban en ella, unos caballeros se presentaron a verlos y en un tono más italiano que inglés les dijeron...
- Sabemos que están filmando una película acerca de algunos negocios de Nueva York... Bueno... nosotros sólo queríamos decirles que por la propia seguridad de ustedes y de la cinta, palabras como Mafia, Cosa Nostra y otras similares jamás deberán ser mencionadas...
El escritor y el director de la cinta comprendieron muy bien la advertencia y por ello siempre se refirieron a los Corleone como "La Familia".
El Padrino cuenta con una pila de secuencias extraordinarias como la escena inicial, un prodigio de iluminación y dramatismo, donde un hombre cuya hija ha sido maltratada va a pedirle justicia a Don Corleone; resaltan también los cuadros con " la cabeza de caballo", la comida de Michael Corleone con Sollozo y el Capitán de policia que marca el inicio de su espiral descendente; y la magistralmente filmada secuencia final, donde al ritmo de música sacra interpretada sólo por un órgano, podemos apreciar por un lado el trágico destino de los enemigos de los Corleone, y por otro, el bautismo sagrado y la hipócrita renuncia a Satanás del recien encumbrado nuevo Don.
El Padrino es verdad que es una historia sobre criminales. Sin embargo y no exagero, definitivamente es la mejor, ya que su narrativa no es simplista y lineal, sino que al igual que un río se compone de diversas afluentes que van dándole fuerza hasta llegar a convertirse en un caudaloso mar.
El Padrino es una brutal narración acerca de un hombre de inquebrantables principios que debe legar todo su imperio a su hijo; éste siempre ha renegado de su familia y sin embargo, al final, se ve vencido por su propia sangre y sucumbe a la irresistible seducción del poder a través del amor a su padre.¿Y quién no lo haría?
Una historia poderosa, sabia, brillante y excelsa.
luis@cinenganos.com
--------------------
Se hace tremendamente difícil hablar sobre un film tan importante como éste, puesto que El Padrino y su saga es una de las producciones más admiradas de la historia del cine. Durante mucho tiempo esta película está siendo considerada por los lectores de la IMDB como la mejor película de la historia, y éste es un dato significativo ya que en este ranking votan espectadores de todo el mundo, no sólo críticos o gente especializada.
Don Vito: ¿Pasas mucho tiempo con la familia?... ¡Bien! Porque el hombre que no pasa tiempo con su familia no puede ser considerado un hombre de verdad.
Contrariamente a lo que podría parecer en un principio, la película no trata sobre la vida de Don Vito, sino de la conversión, ascensión y confirmación de su hijo menor Michael como "el padrino" a que hace referencia el título. En primera instancia vemos a Michael completamente al margen de los asuntos familiares por decisión expresa de su padre, quien quiere otro tipo de vida para él. Michael es un héroe de guerra enamoradizo (Kay, Appolonia y nuevamente Kay), cuya pretensión después de la guerra es acabar sus estudios (aunque esto sólo quede de manifiesto en las escenas eliminadas que se incluyen en el DVD), y debido a las circunstancias deberá involucrarse plenamente en el negocio familiar, convirtiéndose en un jefe más sanguinario incluso de lo que fue su padre.
Coppola tuvo muchos problemas para conseguir que los dirigentes de la Paramount transigieran en su voluntad de conceder el papel de Don Vito a Marlon Brando, por los continuos problemas que la estrella acarreaba por su divismo; pero una sensacional prueba de casting realizada por el actor acabó por convencer a los intranquilos ejecutivos, y el éxito del film dio la razón al director. Asimismo, tampoco Al Pacino les convencía puesto que por aquel entonces era un desconocido principiante que no les garantizaba la simpatía del público, y se pensó en James Caan o Robert Redford para el papel de Michael. Caan fue finalmente elegido para interpretar a Santino, papel que en principio tenía que realizar Robert de Niro, quien finalmente fue el joven Don Vito en la segunda entrega de la saga, y a regañadientes se aceptó a Pacino para interpretar al hijo menor de los Corleone. Durante varias semanas Pacino estuvo al borde del despido porque lo rodado no convencía a los ejecutivos, pero llegó el rodaje de la escena en que Michael asesina a Sollozzo, donde la inseguridad inicial y la sangre fría final del personaje, captadas perfectamente por el trabajo del actor, acabaron por darle definitivamente el papel (eso y la insistencia de Diane Keaton en querer trabajar con él).
Luca Brasi: Don Corleone, estoy honrado y agradecido de que me haya invitado a su casa en el día de la boda de su hija.
Cinematográficamente hablando, hay dos escenas que se pueden considerar un prodigio a todos los niveles: la escena inicial de la boda de Connie, y la del bautismo del hijo de ésta.
Argumentalmente, la escena de la boda nos va introduciendo perfectamente a todos y cada uno de los integrantes de la familia Corleone y a sus esbirros y enemigos. Mientras en el jardín de la mansión observamos a los invitados bailando y divirtiéndose a la luz de un espléndido día, en el interior, en una oscura habitación, los vemos acudiendo a ver a Don Vito para pedirle y agradecerle todo tipo de favores. Técnicamente, el contraste es significativo entre la luz exterior donde transcurren unos hechos que podríamos calificar de normales en un día de fiesta, y la oscuridad de esa habitación donde se resuelven los asuntos turbios de la familia; Coppola deja claro desde buen principio con ese contraste a qué tipo de negocio se dedican los Corleone.
La escena del bautismo es sin lugar a dudas la más fascinante del film, puesto que en ella Coppola juega un magistral póquer a varias bandas. En primer lugar, indica la importancia que tiene la religión para la familia, señalando que Dios está por encima de todo y que los Corleone ante todo son unos fervorosos creyentes. Pone de manifiesto el gran poder que Michael tiene a partir de ese momento al dejar limpia la ciudad de enemigos; y sobre todo expone, con una magistral doble lectura, que realmente en esa ceremonia a quien se está bautizando es a Michael como el nuevo "padrino" y el dueño absoluto de la ciudad.
Michael: Fredo, eres mi hermano mayor y te quiero, pero no te pongas nunca más de parte de alguien que va en contra de la familia. Nunca más.
El autor describe un universo mafioso cerrado en el cual no tienen cabida los respresentantes de la ley y el orden, y precisamente el único representante de la justicia que aparece en pantalla es un corrupto capitán de la policía. En este universo no se usan en ningún momento los términos mafia, hampa o gangster, y la gran maestría de Coppola reside en conseguir que el espectador se identifique rápidamente con unos personajes que en cualquier otro film serían odiosos, y que sienta una especial simpatía por Don Vito al oponerse éste claramente a mezclarse en asuntos de drogas. La constante defensa que efectúa Corleone de la familia es una baza muy importante a su favor, y su amor por sus hijos y nietos ayudan considerablemente a fortalecer esa imagen de hombre encantador a pesar de todo. Su colosal interpretación y su característica voz carrasposa hacen que su personaje sea uno de los más carismáticos e imitados de la historia del celuloide.
Coppola no muestra de las relaciones amorosas de los protagonistas más de lo que considera necesario, para no desviar la atención sobre lo que realmente interesa, que no es otra cosa que la trama mafiosa del film. Las mujeres quedan siempre apartadas de todos los "negocios" de la familia, así es significativa la importancia de la costumbre de no hablar de trabajo en la mesa o delante de ellas. Un ejemplo claro lo tenemos en la escena final, en la que Michael recibe a algunos mafiosos y se cierra la puerta dejando a Kay fuera. Y si alguna mujer merece un poco más de metraje que las demás, es precisamente Kay la que goza de ese privilegio, aunque tampoco se entra en detalle en su relación con Michael ni se menciona si éste le ha explicado que estuvo casado mientras vivió en Italia; Coppola lo considera irrelevante para el desarrollo de la trama. Sin embargo, quien sí juega un papel muy importante, a pesar del poco tiempo que aparece en pantalla, es Connie, la joven Corleone que se casa al principio de la película. La turbulenta relación que vive con su marido será la causante de uno de los hechos más importantes que transcurren en el film, y que cambiará el futuro de las vidas de sus hermanos.
Don Vito: He pasado toda mi vida intentando no ser descuidado. Las mujeres y los niños pueden ser descuidados, los hombres no.
En el capítulo de premios, El Padrino ganó 3 Oscars (película, actor principal y guión adaptado) de sus 11 nominaciones; 5 Globos de Oro, 1 Grammy para su banda sonora y diversos premios de la crítica estadounidense.
Otras curiosidades del film:
- El bebé que Diana Keaton sostiene en brazos en la escena del bautismo, es en realidad Sophia, la hija del director, quien tendría un papel en la tercera parte de la serie.
- Coppola se inspiró en el estilo de Hitchcock para rodar la escena del tiroteo a Don Vito en la frutería.
- Coppola dirigió la película prescindiendo prácticamente del guión, y guiándose por un gran libro que se hizo él mismo con la novela original de Puzo, en la cual había escrito todo tipo de notas en los márgenes de las páginas. A medida que iba leyendo la novela, iba haciendo anotaciones de cómo quería que la escena quedara en la pantalla.
Don Vito: El hombre que venga a ofrecerte una reunión....¡ese es el traidor!
El Padrino es una película imprescindible de la historia del cine; sus carismáticos personajes, sus soberbias interpretaciones, su sólida dirección, su magnífico guión, su inconfundible música, en fin... todo el conglomerado supuso en su día una manera diferente de ver el cine de gangsters, y es clara inspiración para posteriores obras maestras del género como Uno de los nuestros, o la reciente Camino a la perdición. En definitiva, El Padrino es una gozada a todos los niveles.
Glasso