"Candyman" y 3

No, no ha habido partes anteriores de 2 y 1. "Candyman" es el título de una película que ya va por la tercera entrega, y no solo del flin en general, sino de lo que trata la historia; tres partes, las tres iguales.

Me ha inquietado siempre la trama de esa historia de Candyman. De la primera lo único que me llamó la atención fue su Banda Sonora, que era nada menos que de mi querido Philip Glass; unas músicas acompañadas de imágenes planeadoras por encima de una ciudad. Escenas vistosas que no tienen nada que ver, pero que le dan un toque curioso.

Candyman es la historia de una persona de raza negra, que a finales del siglo diecinueve muere en circunstancias algo desagradables; le cortan la mano derecha, le atan a un tronco y le embadurnan de miel al lado de un panal de abejas. Sí, es de lo más macabro. La gente que asiste a tan horrendo espectáculo grita su nombre, o su seudónimo, no recuerdo muy bien qué era; pero repiten Candyman hasta cinco veces, a la quinta vez, el hombre por fin muere; por fin, porque tiene tela marinera estar así como vestido de abejas y más abejas y con una mano cortada.

El tal Candyman es pintor, y pinta unos cuadros increíbles; el motivo más repetido es una señora de alto copete de la que es amante. Otro de los cuadros es un autoretrato de cuerpo entero, vestido muy elegantemente, mirada penetrante, porte magnífico.

Al pasar el tiempo, el espíritu de Candyman desea hacer justicia, vengar su muerte que se dice, y condenar a quienes le han matado, pero... vaya, llega un momento en el que la historia se lía. Por un lado el pensamiento de este espíritu, -que se supone que se hace tan real que llega a materializarse y a cometer los crímenes más brutales-, es que la muerte es muy buena, y que a través del terror de sus "hazañas" -la matanza de todo quien le llama- su memoria será inmortal. Muerte e inmortalidad; es como darse de cabezazos y luego decir que lo mejor es dormir con una buena almohada de plumas de
cualquier ave.

¿Cómo se llama a Candyman? Como hemos dicho, en los momentos finales de su vida, sufrientes a más no poder, los testigos y a la vez verdugos gritaron Candyman cinco veces, y a la quinta vez, fun!, se fue. Pues bien, para que Candyman llegue del más allá o de donde sea, hay que situarse frente a un espejo y repetir su nombre cinco veces, a la quinta vez, aparecerá. El modo suele ser primero un descomunal regimiento de abejas y momentos más tarde la figura magnificada de la persona de Candyman, con mirada de pocos amigos y con un pedazo de garfio en la mano derecha, que con solo eso el que lo ve se jujumjum del miedo.

Normalmente a quien le ha llamado lo mata, y no lo hace de una manera delicada, sino a lo bestia; el sentido que puede tener eso es lo del recuerdo horrendo, el mito, la leyenda, y de ese modo ser inmortal. Pero tanto en la primera, la segunda como en la tercera parte, hay alguien, por lo general una mujer, que es la víctima que nunca muere, y que es la que "mata" a Candyman. Por lo que se ve es difícil, pues en la segunda parte, cuando todo parece haber terminado, ¡recáspitas!, no es así.

Por eso se necesita de la tercera parte; ¿cómo acabar con la supuesta figura de Candyman??? Según una hechicera de lo más graciosa que sale en esta última parte, "Para acabar con el mal, hay que terminar con el bien". Dicho así es de lo más contradictorio, pero tiene cierta lógica: Hay que acabar con el bien que hace que el mal -en este caso, Candyman- le hace vivir, o le hace estar en espíritu material.

Cominezas entonces a pensar, porque cuando se ve cine hay que pensar, no va a ser todo masticadito. ¿Qué es lo bueno o el bien para este curioso espíritu garfiero y abejero??? Ni idea. La prota y províctima de la película llega a la conclusión de que son sus cuadros, que habían estado expuestos en una galería de arte y que alguien los había robado. ¿Quién iba a ser sino Candyman el autor del robo??? ¡¡Ahí está la respuesta!! Son los cuadros, el arte del Candyman del siglo diecinueve, lo que es el Bien, por lo tanto... ¡a destruirlos!! Y como si de una ceremonia de budú se tratara, en una escena de mucho miedo, peligro, terror y asfixia, ¡¡ris, ras, ris, ras!!... cuadro del autoretrato de Candyman, a la porra, y entonces el espíritu materializable de Candyman, muere por siempre... O no. Eso se sabrá si aparece de nuevo en las pantallas...

Candyman 4

Yo espero encarecidamente que no, a no ser que se aclare con lo de "qué buena y rica está la muerte..."

Un saludo con mucha vida, por los dioses.

Quirón

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