"Los sin nombre"

Volvemos a hablar de Cine con mayúsculas y además español. Una película de auténtico terror, de auténtico contenido filosófico y cuya trama es tan compleja que para no variar estos comentarios, NO contaré, daremos leves pinceladas.

"Los sin nombre" está basada en una novela de un autor que parece ser ha surgido de entre los anónimos y se ha puesto a llamar la atención con una historia que de verdad deja sin hipo, sin aliento, sin aire y sin nada que poder expresar fácilmente de lo mudo que uno se queda. Es curioso el título, más quizá para la película, pues los actores de este flin no los conoce nadie, son nombres de personas que aprovechando el título, pareciera que han logrado algo de nombre; antes NO lo tenían, eran más de los más que están aquí, en este astro, sin nombre.

Pero no es sencillo contar de qué va; no se trata de decir que... "Es una historia de un drama, donde una madre pierde a una hija, y un grupo extraño la hace presa de su locura malvada. Se pierde en laberintos demoníacos plagados de seres infames que la hacen sufrir..." Porque habría muchas formas de contar las muchas historias que se dan.

Quizá mi pensamiento tras ver la película, no es en absoluto el pensamiento que debiera darse, ni si quiera tras leer el libro, que siempre se cuenta la historia de manera más minuciosa, habrá siempre detalles que no salen en la película. Pero todo eso es lo mismo. Lo más importante para el escritor es que haya sentido que ha hecho algo bueno, algo de calidad y sobre todo algo nuevo. Y lo más importante para los que han hecho la película es que les haya ocurrido lo mismo, y para más detalles, CINE español.

Pensemos en algo curioso: ¿De verdad la gente tiene nombre? La gente tiene un mote, un mote que les ha sido impuesto sin que se den cuenta; Alfredo, Ana, Francisco, Gloria, y un etcétera grande pero en síntesis el mismo. A eso de los cuatro o cinco años, uno se entera de que se llama de tal forma; más tarde no recapacita que como él hay decenas, centenares, miles, dependiendo de la popularidad del nombre, de la época, de la moda. Y mucho más tarde, no indaga en ese hecho; ¿Me llamaré como dice el carné de identidad que me llamo? ¿Por qué he de llamarme como se llaman incontables más como yo? ¿Yo así me identifico con algo? Y prácticamente JAMÁS llegará la Verdadera Pregunta : ¿CÓMO ME LLAMO REALMENTE?

Porque para llegar a esa pregunta habría que saber de la existencia de los espíritus; los espíritus, que NO las almas. Alma tiene hasta un lapicero, espíritu NO.

El Espíritu, al habitar un ser almático, tiene su propia Identidad, una identidad más antigua que el tiempo mismo y que todo aquello que conocemos como Historia del Hombre y todo eso. El Espíritu está muy por encima hasta de la Existencia misma, y su Nombre es una Función, TIENE una Función, establece un Valor sobre las cosas comunes de la vida.

¿Para enlazar todo esto con la trama de la película?? Muy sencillo: Los SIN NOMBRE pertenecen al mundo más oscuro del horror, del mal, del espanto; han concebido la decadencia como un éxtasis, y su placer está en hacer sufrir a los demás lo que nunca hubieran imaginado que existiría como sufrimiento. La mentira es uno de los medios; la confusión, la ambigüedad... aspectos negros, sombríos, inmorales... ¿A qué se parece toda esta serie de calificativos y comportamientos? Sí, al ser humano.

El ser humano en masa es eso, LOS SIN NOMBRE, no es necesario que pertenezcan a ninguna organización secreta, ya la tienen, y es la humanidad; están entre ellos mismos, pues dentro de los niveles de maldad, ¿qué más da el grado, el número, de 0 al 10? Una vez que uno está DENTRO de la sociedad, ya es y pertenece a la maldad, la puerta que sirve para adentrarse en caminos más o menos retorcidos, más o menos negativos, pero negativos y retorcidos SIEMPRE.

También SIEMPRE queda una Tabla de salvación: Hasta no encontrarme verdaderamente, -por muy inundado de seres humanos que esté, por mucha confusión que me invada, por muchas ganas que tenga de no ser nada, de no existir, de nunca haber existido-, queda el que pueda y deba ser YO mismo, esta vez, sí que sí, SIN NOMBRE NINGUNO, y eso sí, llamándome como a mí me de la gana, Renaciendo, autobautizándome yo mismo en mi propio e interior santo sepulcro, en mi centro puro de existencia, pues no he encontrado otra forma de seguir mi camino. ¿Qué Nombre? No lo sé, me da lo mismo, pero no uno que sea el que lleve otro.

Luego ya, haciéndose Héroe, día tras día, luchando sin descanso, luchando sobre todo para no ser NUNCA un SIN NOMBRE.

Un abrazo con Renombre.

NOTA: Pero... la película es entonces buena o qué? ¿Buena? Es mejor que buena, algo impresionante. Si seguimos así, a la merda con el cine yanqui, ya lo verás. ¿Y la Música? La Música es excepcional; y las imágenes subliminales; y la tensión que se crea, y la velocidad, y la construcción de la historia, y... Píllate el vídeo y la ves; mientras puedes ver un pedazo aquí:

http://lossinnombre.filmax.com/LSN_d.htm

Quirón

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