"Ravenous" 
        Los críticos "especialistas"
        y que se dedican a esto del cine de verdá verdadero, han
        dicho ya las cosas que hay que decir de
        "Ravenous", puesto que como toda película que
        pasa a estar en vídeo, ha sido estrenada hace mucho. Los
        críticos güenos güenos dicen siempre lo mismo, y
        hablan todos de la misma manera, nombrando a fulanito y a
        menganito. 
         
        Nosotros hacemos otra cosa; esto no es una crítica, son
        observaciones sobre el cine diferente, que hay que hacer
        pasarlo por el de siempre para que la masa vaya a verlo,
        pero al final nadie lo ve, porque... porque es diferente;
        y si lo ven, no se enteran de ná. 
         
        El caso es que "Ravenous" es una pedazo de
        película de miedo y terror y nada tiene que ver ni con
        las aventuras ni con la acción; en toda película a fin
        de cuentas hay una o varias aventuras, pues se suceden
        las cosas; en la vida real, si se está vivo, también
        pasan aventuras, hasta en la mente, y en el espíritu; en
        fin, en la Vida. 
         
        La película ésta tiene toda una serie de
        singularidades; desde la Música, que tiene la sorpresa
        de tener al compositor Maiquel Naiman (Michael Nyman),
        hasta la trayectoria técnica de las escenas. Y la
        sorpresa: Que a estas alturas haya sorpresas en una
        película y encima que ésta sea de terror, es para
        quitarse el sombrero y la chaqueta y hasta los zapatos.
        La Música es sorprendente porque mezclar el estilo
        "banyano", de los banyos; sí, esa guitarrita
        chica y redonda que suena de manera entre ridícula y
        graciosa; y el estilo extrapersonal del Naiman, es algo
        glorioso de verdad. Si una película es buena y encima
        tiene una banda sonora excelente, entonces solo queda que
        la obra tenga un buen final. Y lo tiene, la verdad. 
         
        ¿De qué va la peli? Bueno, a eso tampoco me dedico, no
        me gusta; la idea... La película comienza con una cita
        de Niestzche (o como se escriba), y la cita habla de
        monstruos; y a continuación una "minicita",
        "Cómeme", que es anónima. La verdad es que el
        flin tiene dosis dantescas a toneladas, y de ese líquido
        rojo que cada vez lo hacen mejor y que te da así como un
        poco de ajquito. Los personajes son como vampiros, pero
        mucho más salvajes, y la idea de similitudes de carnes
        es interesante. 
         
        Esto ha de llevarme, de una vez por todas, a que el
        próximo día hable de la película "301-302"
        de una joronglera vez, porque tiene mucho que ver. En
        ambas películas hay que decir "Buen provecho",
        y sonreir sarcásticamente. 
        Un dato curioso: Cuando estás viendo
        los títulos de crédito y llegas al "Directed
        by..." en vez de leer cualquier nombre de caballero,
        ops!, sopresa, es una directora, y encima con nombre
        español: Antonia. Pues es buena esta directora, a ver si
        se anima más. 
         
        Un saludo vegetariano no vaya a ser que... ;) 
         
        Quirón 
        Volver 
         |