¿Cuál, dónde está esa verdad?

La única verdad que asiste a los judíos es la mentira, la amenaza, el mal,
el cinismo, la falacia, la mendacidad. Estoy harto, y no soy palestino,
estoy harto y no soy árabe, estoy harto y no soy islámico, ni musulmán, ni
mahometano, ni nada de nada; pero eso sí, todo eso circula por mis adentros,
día a día, paso a paso; siento hasta la piedra que recoge el Guerrero
Palestino, siento la voz de Justicia, el grito NO desesperado, sino Heroico.

La política me da asco, y creo en esta Causa y la voy a apoyar y la vamos a
apoyar quienes la apoyamos hasta que veamos esa Bandera Palestina ondear
sobre la Capital de Palestina, que no es otra que Jerusalén; Jerusalén sin
nortes ni sures ni estes ni oestes, Jerusalén, con sus mezquitas, hechas por
los árabes; sus templos, hechos por los árabes; NADA hay allí que sea judío,
más que el odio, nada más.

A mí me quieren callar, y me hace feliz, porque es como querer parar el
viento, o la luz del sol o el alto de las mareas o la blancura de la Luna.

¡Donec Impleatur!! Se escucha por el cielo; ¡¡Hasta que se llene!! y se
llenará, esa Luna media, creciente, llena.

Aunque mañana no se proclame nada, en nuestros corazones ya está proclamada;
Palestina Libre y Soberana, ¡¡VIVA!!

Un abrazo.

Quirón

14-11-2000