Sí, juramos…!

Soldados. ¿ Juráis a Dios y prometéis a España, besando con unción su bandera, respetar y obedecer siempre a vuestros Jefes, no abandonándolos nunca y derramando, si es preciso, en defensa del honor e independencia de la Patria y del orden dentro de ella, hasta la última gota de vuestra sangre …?

Sí, juramos.
La Patria unida y la bandera al viento,
nuestro mapa en la tierra ,
este sitio y no otro, bajo el cielo
el rojo y gualda de nuestra bandera.
Una Nación , una Patria, un pueblo.

Sí, juramos.
El destino común de nuestra raza,
su deslumbrante historia,
ese relato atroz que es la gran marcha,
de la que todos siempre hacen memoria
cuando más mundo unos cuantos fundaran.

Sí, juramos.
Las vides, los pinares y el trigo,
el aceite y la naranja y las nieves perpetuas,
y el estribo con Europa,
y dos mares, y África,
siendo brisa, plataforma y camino.

Sí, juramos.
No dejarnos vender por servidores
de intereses de fuera,
no postrarse ante dudosos santones,
o al impulso de un fulano cualquiera,
no perder ni identidad ni blasones.

Sí, juramos.
No dividirnos en pequeñas patrias,
en tribus regionales,
en regresión a las antiguas razas,
a las viejas razones ancestrales.
Nos une a todos solamente España.

Sí juramos.
Barrer de nuestro suelo a los agentes
de los colonizadores,
limpiar de nuestra compañía la aparente
cordialidad de tantos opresores,
quitar de nuestro lado mala gente.

Sí, juramos.
Amar de España su historia y su destino,
sus hombres, sus mujeres, su tradición,
su futuro, su estilo, sus muertos,
todos sus aconteceres,
eso que ha sido su gloria y su martirio.

Si, juramos.
No traicionarnos como muertos de hambre,
tampoco desdecirnos,
alta la frente, buen talante,
ni soberbios, ni orgullosos, ni mínimos
abierto el corazón y buen semblante.

Sí, juramos.
Que no hay pueblo mejor que nuestro pueblo,
ni Patria más hermosa,
ni hay credo mejor que nuestro credo,
solamente o tal vez por una cosa,
porque es más luminoso y más azul el cielo.

Sí, juramos.
La libertad, la Patria y la justicia,
nuestro solar fecundo,
el arte, la cultural y la milicia,
nuestra huella gloriosa por el mundo
y del viejo humanismo su noticia.

Sí, juramos.
No perecer bajo ninguna bota,
no sucumbir bajo ningún tirano
no jurar ante Dios su ley en vano,
no aceptar una España pobre y rota.
Y, si por nuestra culpa vence la derrota,
que Dios nos deje siempre de su mano.


Si así lo hacéis, la Patria os lo agradecerá y premiará y si no mereceréis su desprecio y su castigo, como indignos hijos de ella. Soldados…

¡ ARRIBA ESPAÑA !