Desalentado
Salmo 23
Salmo de David.
1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de
mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Salmo 42: 6-11
6 Dios mío, mi alma está abatida en mí;
Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,
Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
8 Pero de día mandará Jehová su misericordia,
Y de noche su cántico estará conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.
9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,
Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
Salmo 55: 22
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.
Mat 5:11,12
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y
digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12 Gozaos y alegraos,
porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque asípersiguieron a
los profetas que fueron antes de vosotros.
2 Cor. 4: 8-18
8 que estamos atribulados en todo, mas
no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9 perseguidos, mas no
desamparados; derribados, pero no destruidos; 10 llevando en el cuerpo
siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de
Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11 Porque nosotros que vivimos,
siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la
vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12 De manera que la
muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.
13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito:
Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también
hablamos, 14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también
nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.
15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que
abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde
para gloria de Dios.
16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque
esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más
excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se
ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero
las que no se ven son eternas.
Fil. 4:4-7
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.
Visitas