Amenazando el Desastre

 

 

Salmo 91

1 El que habita al abrigo del Altísimo

Morará bajo la sombra del Omnipotente.

2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;

Mi Dios, en quien confiaré.

3 El te librará del lazo del cazador,

De la peste destructora.

4 Con sus plumas te cubrirá,

Y debajo de sus alas estarás seguro;

Escudo y adarga es su verdad.

5 No temerás el terror nocturno,

Ni saeta que vuele de día,

6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,

Ni mortandad que en medio del día destruya.

7 Caerán a tu lado mil,

Y diez mil a tu diestra;

Mas a ti no llegará.

8 Ciertamente con tus ojos mirarás

Y verás la recompensa de los impíos.

9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,

Al Altísimo por tu habitación,

10 No te sobrevendrá mal,

Ni plaga tocará tu morada.

11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,

Que te guarden en todos tus caminos.

12 En las manos te llevarán,

Para que tu pie no tropiece en piedra.

13 Sobre el león y el áspid pisarás;

Hollarás al cachorro del león y al dragón.

14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;

Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

15 Me invocará, y yo le responderé;

Con él estaré yo en la angustia;

Lo libraré y le glorificaré.

16 Lo saciaré de larga vida,

Y le mostraré mi salvación.

 

 

 

 

Sal. 118: 5,6

5 Desde la angustia invoqué a JAH,

Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.

6 Jehová está conmigo; no temeré

Lo que me pueda hacer el hombre.

 

 

Luc. 8:22-25

Jesús calma la tempestad

 

22 Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo:

Pasemos al otro lado del lago. Y partieron. 23 Pero mientras navegaban, él

se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se

anegaban y peligraban. 24 Y vinieron a él y le despertaron, diciendo:

¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a

las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. 25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra

fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es

éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?

 

 

 

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Dios te bendiga Dios te bendiga Dios te bendiga Dios te bendiga Dios te bendiga Dios te bendiga Dios te bendiga Dios te bendiga Dios te bendiga

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