Gracias a Sabrina (Francia) por compartir esta entrevista con nosotros, la cual fue publicada en la revista francesa Tele Club Plus en 1999.
Todos nos enamoramos de "Simarik", la canción de Tarkan, la cual se convirtió en un hit ¡mucho antes de que supiéramos cómo se veía el chico! Fue cuando descubrimos un par de ojos verde-grisáceos y una sonrisa maravillosa. Así que sentimos la necesidad de saber más del agradable Tarkan y especialmente sobre su vida amorosa...¡100% amor!
-Cuando eras niño en Alemania, ¿tenías éxito con las niñas?
-Cuando tenía 7 u 8 años, ya estaba obsesionado con la música. Y la usaba para seducir. Recuerdo cantarle canciones tradicionales turcas a las niñas que me gustaban. Ellas me escuchaban y me aplaudían.
-¿Qué tipo de chica te gusta?
-Es una cuestión de actitud, de sentimientos. Siempre he sido sensible hacia las chicas. Pero nunca he sido un Casanova, soy un verdadero romántico.
-¿Qué edad tenías cuando viviste tu primer amor?
-¡Muy joven! Debí haber tenido 4 ó 5 años. Hulia era muy hermosa. Era la hija del amigo de mis padres. Nunca la besé. Yo era muy joven. Sólo me ponía feliz cuando la veía. Algunos años después fui a Alemania para dar una gira de conciertos, y la ví en el aeropuerto. Ella trabajaba en una tienda duty-free. Pero esta vez no me enamoré porque ya tenía una relación con otra persona.
-¿Quién fue la primera chica a la que besaste?
-Fue una amiga de la escuela, en Turquía. Yo tenía como 14 años. No entendía nada. Sólo sucedió. Quería besarla pero yo era tan tímido que no podía. Ella fue la que me besó y yo sólo salí corriendo. Después de eso, maduré y descubrí la sexualidad.
-¿Es la sexualidad importante para ti?
-¡Por supuesto! Al igual que los demás, es definitivamente una de las cosas más importantes que uno descubre. A partir de ese momento, los sentimientos, la atracción. Comienzas pensando que el sexo no tiene nada que ver con los sentimientos. Descubrí el cuerpo de la mujer y sólo pensaba en eso.
-¿Estás hablando del tiempo en que coleccionabas conquistas?
-[ríe] ¡Sí! Duró varios años. Luego, cuando tenía como 20, regresé al romanticismo. Admito que tuve una buena colección de conquistas. Chicas algo mayores que yo, que eran más mujeres, más sensuales. Y sin embargo, yo era muy tímido en esa época. Yo seducía usando mi sonrisa y mis ojos. Una mirada franca, los ojos en los ojos.
-En ese tiempo, ¿qué representaba el amor para ti?
-Era como el agua, el sol. Era un esclavo del amor. Necesitaba del amor para poder vivir, escribir. E incluso en esa época, guardé algo de romanticismo dentro de mi. Necesitaba amar para seducir.
-¿Te permitían traer las novias a la casa?
-Sí, éramos lo suficientemente libres. Mis hermanos y hermanas, e inclusive mis padres, me hacían las críticas cuando la chica no les gustaba. Al principio, no les hacía caso, aunque al final mi madre siempre tuviera la razón.
-¿Era difícil para la chica encajar en tu familia?
-Al principio, si no era serio, no la presentaba a mi familia. Luego las cosas cambiaron. Después de la muerte de mi padre, vivía sólo con mi madre y mi hermanita. Ellas siempre conocieron a mis novias. Pero no escuchaba sus opiniones ya que ellas solo veían el exterior de nuestra relación. Ellas no tenían idea alguna de nuestra privacidad, de nuestro amor.
-¿Crees en el amor verdadero?
-Paso mi tiempo creyendo en él. En cada una de mis relaciones, estaba seguro que era el verdadero amor. Hasta que me daba cuenta de que era un error, que había perdido mi tiempo.
-Generalmente, ¿eres el que termina la relación?
-Odio hacer daño. Generalmente, la hago sentir que hay un problema. Pero hasta eso es difícil. Aunque hoy en día prefiero más bien hablar directamente, antes de que la situación empeore.
-¿Cuál fue tu historia de amor más larga?
-Fue con una periodista turca que trabajaba en Cosmopolitan. Ella me entrevistó y nos enamoramos. Era cuatro años mayor que yo. Estuvimos juntos tres años. Ella vino conmigo a Nueva York. Lo dejó todo por mi. Pero como es una mujer muy activa, pronto se sintió inútil. Así que regresó a Turquía para comenzar a trabajar otra vez.
-¿Fue tu historia de amor más importante?
-No, mi historia de amor más importante fue la primera. Tülin fue la primera chica por la que ardí de amor. Teníamos 16 años. Fuimos separados porque mi familia se mudó nuevamente. Lloré por meses. Las mudanzas son mi destino.
-¿Quieres un consejo? ¡Deja de mudarte tanto!
-[se ríe]
-¿Crees en el matrimonio?
-Le temo al matrimonio. No quiero depender de alguien solo porque tengo un anillo y he firmado un contrato. No me gusta la idea de firmar un papel con la chica que amo.
-¿Entonces cómo podrías probarle a la chica tu amor? ¿Embarazándola? ¿Compartiendo tu fortuna con ella?
-[ríe] Sólo abriéndole mi corazón. ¿Tener hijos? Aún no, yo todavía soy un niño. Pero adoro a los bebés.
-Si algún día tienes hijos, ¿qué les dirías para hacerlos felices?
-Creo que yo sería como un amigo para ellos. Me gustaría ser un padre bien liberal para ellos. No quiero imponer tabús a mis hijos. Odio eso.
-En Turquía, las chicas parecen ser muy liberales...
-Es verdad, la nueva generación es liberal. En mis conciertos, algunas veces, no puedo creerlo. ¡Son tan libres!
-¿Una historia de amor con una fan?
-Tuve una historia de amor con una fan en Alemania. Nos separamos cuando regresé a Turquía, y sé que fue muy duro para ella sobreponerse a esto. Ella me idealizó. A pesar del carácter privado de nuestra relación, ella no me amaba a mí por lo que soy como persona, sino por mi imagen. Así que decidí mantener mi distancia a partir de entonces.
-¿Qué esperas de las chicas francesas?
-¡Besos franceses!
