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.....Era una tarde como hoy. Corría el año 94 (más o menos). Me encontraba en la casa de un amigo haciendo ese deporte tan odiado y amado, pero por sobre todo, incomprendido: el ZAPPING. Todo percía normal hasta que de pronto una pelota de football soccer (perdón un esférico) apareció en la caja del demonio que algunos llamamos televisor. Por los parlantes del mejor amigo del hombre (no, no es el perro como muchos dicen) se escuchaba una canción que, a primera vista, era bastante mala (pa' que andamos con cosas), pero que luego llegaría a ser algo más importante que el himno patrio (como era esa hueá). Eran los SUPERCAMPEONES o, en francés, Oliver et Benji des fioriclasses (o algo parecido).
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