Clinton: No es asunto de calzoncillos...!es un asunto de honor!
por Pedro Flecha
Sin lugar a dudas los medios internacionales incluyendo a CNN, ahora que está manejado por Time están analizando el asunto de Clinton como un problema de sensualidad en el poder, asunto privado, etc.


Vamos a centrar el tema en lo que nos compete, porque poco me  importa la opinión de los norteamericanos.

1. La investigación de Starr arranca en la estafa de Arkansas, donde los únicos librados de la cárcel fueron Clinton y su esposa.


2. Los asuntos  de mujeres acosadas o complacientes, son para Starr formas de probar que Clinton miente y que mintió en el asunto Arkansas.


3. No es un asunto de puritanismo o no, es un asunto de "mentir bajo juramento", fuera la razón que fuere, incluyendo no querer dañar a su hija.


4. El capitalismo yanqui, después del crack del 30 se reformó para vigorizar los mecanismos jurídicos y evitar los desbordes que esa crisis desató. Uno de esos fortalecimientos fue el enorme valor dado al testimonio bajo juramento. Yo diría que este es el pivote fundamental que mide los excesos del capitalismo. Clinton, desvergonzada y hábilmente, se ha portado como un actor y ha dicho que su mentira sólo es asunto de su familia y "su Dios".  Vean especialmente la última frase..., no es la figura del Dios cristiano; sino el Dios de Clinton (que debe debe ser del tipo "trickster" que vive en la mentira).


5. Pero Dios o no Dios, Clinton es el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y como tal compromete cuando habla y promete la palabra de su nación. Es su país, eso nos importa poco. Pero en  Kosovo, Israel, Africa, Rusia, Latinoamérica. ¿No nos importa?


6. ¿Vendrá a decirnos alguno de estos días que las promesas que le hizo al Perú para que otorgara concesiones a Ecuador es una mentirilla, es decir,"un asunto privado con su Dios" y nos meta otra de esas yucas en asuntos más serios que sus fetiches sexuales?


7. No veo porque Netanjahu, Arafat, de ahora en adelante, cualquiera pueda creerle...y por ende a lo que el gobierno norteamericano promete.


8. Si USA pierde el respeto a la palabra, no hay nada rescatable en ella. No es un asunto de calzoncillos o cornetitas, es un asunto de compromisos. Sin ella, sin ese residuo de honorabilidad que le queda a los Estados Unidos, veríamos la globalización de la yuca o del timo institucional.


9. No es un tema moral, no interesa la moral porque toda moral es relativa, es un tema de honor y ¡Clinton no es honorable!

¿Se han dado cuenta, andinos? ¡Qué bonito garante tenemos!

Por más Jesse Jackson y otros demócratas reverendos, por más perdón de Hillary, Clinton va a caer. Lo único malo es que si uno cree que el sucesor va a ser diferente; el remedio puede ser peor que la enfermedad, Al Gore es la ambición en patinete... A la distancia que nos da el tiempo, Nixon, comparado a Clinton, fue la virgen María...y ¡mucho más eficiente! Quien acabó con la guerra fría fue este antipático pero genial narigón, ante el cual los rulitos plateados y la voz a lo Mary Poppins de Clinton hoy suenan a lata hueca.

Con un gobierno así qué podemos esperar de las transnacionales excepto más mentiras, expoliación y justificación para explotarnos. Estados Unidos no puede ser considerado más como una nación respetable, a no ser que reaccione y dé pruebas al resto del mundo que antes que a los hombres hay que respetar los compromisos.

¡Latinoamericanos: otra vez hay que desconfiar...!
 

 
 
 
 
 
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