El diario contacto
con una audiencia inmensa y su temperamento
sincero, vibrante,
comunicativo, lo llevan a vivir intensamente cada uno
de sus poemas.
Después de "Misas Paganas", donde aparecen los
fuertes ecos
del modernismo musical y rico de colores, Buesa edita
"Babel", su
tercer libro que aparece tres años más tarde que el anterior.
"Babel" es
clave de todos los caminos siguientes de la poesía de José
Angel Buesa.
Aparecen "Balada
en la Alameda" y "Poema
del Renunciamiento".
Autorizadas voces de la poesía americana saludan este
libro. El
público ha advertido ya que se trata de un nuevo gran poeta en
el panorama
de la poesía Cubana. "Canto Final" aparece en 1936, el
poeta Juan
Ramón Jiménez ha antologado algunos poemas elegíacos
y
amorosos de
Buesa que, más tarde, Leopoldo Panero incluirá en su
"Antología
de la Poesía Hispanoamericana". "Oasis", el libro de muchas
ediciones
aparece por primera vez en 1943. Ese mismo año edita Buesa:
"Hyacinthus",
"Prometeo", "La Vejez de Don Juan", "Odas por la
Victoria"
y "Muerte Diaria".
El nombre
del poeta cruza las fronteras y sus poemas aparecen
traducidos
en remotos sitios del mapa. En 1944 aparecen sus "Cantos de
Proteo", libro
singular y violento, donde se reflejan las angustias del
hombre contemporáneo
que lucha en un mundo agrio y áspero.
"Lamentaciones
de Proteo", en 1947, y "Alegría de Proteo", en 1948,
cierra ese
cielo de la poesía de Buesa, pero, paralelamente, "Canciones
de Adán",
en 1947, y después "Poemas en la Arena", trabajan el terreno
más
cálidamente amoroso, que encuentra en "Nuevo Oasis", en 1949,
un libro hermano
a "Oasis". La ediciones de "Nuevo Oasis" empiezan a
sucederse
también. Desde entonces el poeta guardaba silencio, hasta
"Poeta Enamorado",
su obra hermana a "Oasis" y "Nuevo Oasis", y
demás
ancha temática amorosa aún. La popularidad extraordinaria
del
poeta ha sido
ganada no por ninguna propaganda política, religiosa o
cenacular,
sino espontáneamente, por una adhesión entusiasta de la
emoción
popular. Millares de criaturas se sienten interpretadas en los
versos del
lírico en "Oasis" y "Poeta Enamorado". Su canto de amor a
América
- inédito aún - se llama "Maya", escrito entre la emoción
de las
ruinas milenarias
de Chichén-Itzú y Uxmal. El poeta ha recorrido,
además,
extensamente, el anfiteatro de las Antias. Su influencia es
indudable
en los poetas recientes. Cuando la poesía vuelve hacia la
sencillez
profunda, hacia la comunicación encuentra a este poeta, desde
siempre, dueño
de una cantera de emoción y amor, de donde han salido
desde la primera
página de "La Fuga de las Horas" hasta las últimas
estrofas de
"Poeta Enamorado".
Poco después
del triunfo de Fidel Castro emigró a Santo Domingo,
donde murió
con más de 80 años.