Con
la Simple Palabra
Con la simple palabra
de hablar todos
los días,
que es tan noble que nunca llegará a
ser vulgar,
voy diciendo esta cosas que casi no
son mías,
así como las playas casi no son mar.
Con la simple palabra con que se
cuenta un cuento,
que es la vejez eterna de la eterna
niñez,
la ilusión, como un árbol que se
deshoja al viento,
muere con la esperanza de nacer otra
vez.
Con simple palabra te ofrezco lo que
ofreces,
amor que apenas llegas cuando te has
ido ya:
Quien perfuma una rosa se equivoca
dos veces,
pues la rosa se seca y el perfume se va.
Con la simple palabra que arde en su
propio fuego,
siento que en mí es orgullo lo que en
otro es desdén:
Las estrellas no existen en las noches
del ciego,
pero, aunque él no lo sepa, lo iluminan
también.
Y así, como un arroyo que se
convierte en río,
y que en cada cascada se purifica más,
voy cantando este canto tan ajeno y
tan mío,
con la simple palabra que no muere
jamás!