2.2.5 AUDITORÍA GUBERNAMENTAL

La Auditoría Gubernamental, Auditoría Fiscal o como constitucionalmente se le conoce, Control Fiscal, no es nueva en nuestro país, pero solamente en la última década se le ha prestado atención para modernizarla y lograr que cumpla sus objetivos.

2.2.5.1 Concepto

 Tradicionalmente la Auditoría Gubernamental se caracterizó por una simple revisión del cumplimiento de las normas legales que rigen la actuación de los funcionarios del Estado. Esto ha originado que la gestión estatal sea ineficiente aunque muy cumplidora de la normatividad vigente.

 Es un lugar común afirmar que el peor administrador es el Estado y que la vigilancia a cargo de la Contraloría General de la República o de las Contralorías Departamentales o Municipales no tiene ningún tipo de resultado para evitarlo. Sinembargo la nueva Constitución Política de Colombia trata de cambiar esta situación, pues establece que la función pública del Control Fiscal, se ejercerá en forma posterior y selectiva y faculta a la Contraloría General de la República para ejercer un control financiero, de gestión y de resultados, lo cual es muy novedoso, pues cambia en forma sustancial el Control Fiscal que supuestamente se había venido ejerciendo.

 Aplicando las normas constitucionales y el método utilizado hasta el momento para conceptualizar las diferentes clases de auditorías, la Auditoría Gubernamental sería entonces:

  El examen crítico y sistemático del sistema de gestión fiscal de la administración pública y de los particulares o entidades que manejen fondos o bienes de la Nación, realizado por las Contralorías General de la República, Departamental o Municipal, con el fin de emitir un dictamen sobre la eficiencia, eficacia y economicidad en el cumplimiento de los objetivos de la entidad estatal sometida a examen, además de la valoración de los costos ambientales de operación del Ente, para así vigilar la gestión pública y proteger a la sociedad.

2.2.5.2 Carácter técnico de las Contralorías

La Contraloría General de la República, así como las Contralorías Departamental y Municipal, han perdido la confianza del público, en razón del alto grado de inmoralidad en la que han incurrido. Esta inmoralidad surge desde el mismo instante del nombramiento de cada Contralor, pues este es presionado por sus nominadores para el establecimiento de un fortín burocrático en las dependencias del Control Fiscal, con lo cual se desvirtúa la misión del organismo, pues este se convierte en una oficina alimentadora del clientelismo y en una fuente de poder político de gran envergadura.

Sinembargo, la nueva constitución trata de remediar esta anomalía introduciendo cambios sustanciales que hacen aparecer la esperanza de que al reglamentarse los artículos constitucionales, la Contraloría se convierta en una verdadera entidad de carácter técnico como lo reza el texto constitucional.

Los principales cambios pueden resumirse así: