5) Conocer los propios puntos débiles
-Nunca supe qué ropa usar.
-Al terminar la escuela primaria no sabía qué hacer y mi
hermana me eligió una escuela.
- Al terminar la secundaria quería seguir estudiando. Fui a
trabajar.
-Dos años después decidí inscribirme en la Universidad. Llevé
el formulario el último día, llegué tarde y tuve que esperar
un año más.
-Al año siguiente intenté otra vez. No estaba seguro entre
seguir la carrera de Letras o la de Psicología. Me inscribí en
Filosofía.
-Dos años después dejé la carrera para militar en una
agrupación política.
-Ya en la agrupación conocí a Cristina. Nos casamos. Tuvimos
dos hijos.
-La agrupación política sufrió un cisma. Nos separamos. Yo
volví al punto 1.
-Empecé a sufrir y a sentir dolor. Entonces advertí que sería
conveniente para mí empezar a reconocer mis puntos débiles.
Algunos mas que puntos eran pozos.
-Me di cuenta que nunca había aprendido a concentrarme. Me
llevó un tiempo aprender. Recién entonces empecé a desarrollar
mi conciencia.
6) Comunicarse con los demás y expresar lo que siente
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Hay genios con facilidad para la comunicación, los vínculos, y la expresión de los sentimientos. Eva Perón llegó a la ciudad de Buenos Aires sin dinero, sin relaciones y sin nombre (su padre nunca la reconoció). Quince anos después, estaba casada con el presidente y un millón de personas reunidas en la calle le pedían que fuese candidata a la vicepresidencia del país.
A primera vista comunicarse con los demás no parece ser un problema difícil. Sin embargo, así como hay personas que tienen gran capacidad de comunicación y facilidad para expresar lo que sienten, para otros, este menester puede resultar, cuanto menos, problemático. El hecho de que los genios sean capaces de ejercer lo que para otros resulta complicado no los libera de asuntos que son relativamente fáciles. Sigmund Freud le escribió mas de dos mil cartas a la mujer que luego iba a ser su esposa. En cambio, Isaac Newton no escribió ninguna; tampoco tuvo esposa.
No obstante, si nos apartamos de la trama en la que el primero fue un especialista -los vínculos, la afectividad, los recovecos del alma humana- y vamos a la Física, los trabajos de Newton son algo inaudito, extraordinario... Casi la mayoría de los científicos coinciden en la opinión de que Newton fue “el más grande”. ¿Se comunicó con los demás? La relación con su madre fue decididamente mala. Los “demás”que a Newton lo apasionaban fueron los fenómenos naturales y las leyes que los gobernaban, pero...¿Es posible reemplazar los vínculos humanos por animales, instrumentos o conocimientos...? Veamos:
“...los objetos inanimados son para mí
importantes como las personas...”
(Guy de Maupassant)
Además de los instrumentos y los temas de estudio de matemáticos y físicos en la que la relación es espiritual, como en la de aquellos grupos en los que se comparte un hobby o como en el hábito de leer, a través del cual se conoce a alguien por lo que cuenta o piensa, la relación con objetos o contenidos no se diferenciaría de los vínculos mantenidos con un líder o con ideas heredadas... Mas luego, habría que dar un paso en dicha cadena para agregar allí lo propio, y hacer avanzar el asunto, la idea, o la ciencia que se cultiva. Para dar ese paso hay que idenficarse y luego oponerse, o salirse fuera...hay una especie de relación de amor no totalmente vinculante con el objeto de estudio. El especialista no creativo quedaría encapsulado o atrapado por la pasión con el objeto de estudio. Es el erudito. Aquel al que recurrimos porque es una autoridad en lo suyo. El que más sabe sobre un tema, una teoría, un autor... Pero no puede superarlo; no puede ir más allá; no puede construir negaciones sobre lo que ama para salir afuera y ...nacer, o tal vez reconocerse distinto... Porque para dar este salto de creatividad hay que abandonar la seguridad, entrar en la ceguera, dudar, perder el vínculo con alguien significativo que estaba en el psicoambiente cotidiano, y que se fue, y dejó el vacío... Por eso, el hecho de expresar lo que se siente está acotado socialmente. No gritamos nuestras penas y conflictos a voz de cuello a cada instante porque es incómodo para mantener otros beneficios, como el de mantener vínculos sociales...
“...La aportación genial debe integrarse lo más y mejor posible en los intereses ya creados...” (Manú)
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Esa tarea ha sido depositada en los artistas y creativos a los que se les perdona el ser excéntricos y aún andar a contramano de lo establecido. Ellos harán de fusibles de nuestra condición de normales (Ejemplo, cualquier película de Woody Allen).
El diálogo y el vínculo de Newton con los fenómenos de la luz y con la caída de los cuerpos fue absolutamente excepcional...¿Qué interlocutores sociales válidos hubiese encontrado? Newton se relacionaba con los trabajos de Kepler...
Aunque solamente él, en su época, era capaz de ver el Cosmos de tal modo, que le permitiera interpretar un hecho como la caída de una manzana, para completar un texto personal. ¿Qué es completar un texto personal? Lo que se debe apuntar es que cuando la manzana cayó, cayó adentro de una mente ya cargada de datos; cayó en una secuencia ya establecida previamente en la cabeza de Newton lo cual le permitió, a éste, terminar de redondear las inferencias e hipótesis que llevaron luego a la enunciación de leyes fundamentales. Para siempre esa manzana será de Newton...¿Recordamos nosotros aquel dato que nos ayuda a redondear? Además, gracias a Dios, no había nadie para atajarla. Es decir, rescatamos la ilustración tradicional de una psicoescena interpretada por los dibujantes: Newton estaba solo, en un huerto o jardín, absolutamente sereno y concentrado ¿Cómo se relaciona con el hecho de vincularse con los demás?
Los procesos de creatividad o de elaboración de la información y la emoción, se dan de tal modo que acaparan la atención de toda la mente, y en esos días, semanas, meses o años, el sujeto “ya no tiene pertenencia con nadie” y con nada que no sea el objeto de su psicoambiente interno de consideraciones. No se ocupará ni pensará en sus hijos, esposa, ni negocios. Se ha concentrado y ello “lo torna distante”. Las consecuencias mínimas de esta actitud pueden ser el divorcio, el abandono o la separación. El mismo artista suele alejarse a buscar un lugar donde “poder entregarse a su obra”. Así que, la perspectiva de mantener vínculos o lazos estables, firmes o duraderos son difíciles. Salvo que ambos sean genios para relacionarse, o sean genios del mismo tema (los esposos Curie).
También es posible que para adaptarse al medio “y ser feliz”, el genio asesine una parte de él, que le hace tan difícil la comunicación con sus seres queridos (mata por amor una parte de su persona/ “Mentes que brillan”, película de Judie Foster).
El genio es, decididamente, difícil de soportar, porque obedece a otras perspectivas:
“...manejan complejidades tan abstractas que muestran que sus procesos mentales funcionan en otras coordenadas...” (Manú)
Existe otra hipótesis de la capacidad vincular para los genios: que antes de vivir el presente actual, estén cavando un nicho o espacio de conocimiento a través del cual se relacionarán con aquellos miembros de la cadena espiritual que no han nacido todavía (la cadena Newton-Einstein o “de los físico-matemáticos” es un canal “aparte”). De acuerdo a la idea, el genio cultivaría “un adelanto del campo de memorias futuro”. El concepto de campo de memorias es el de una secuencia que viaja en el tiempo aunque no “viaja” sino que “sintoniza”. Son paquetes de datos que entran a la conciencia y allí se “van abriendo” (Parecido, un poco, a “resonancia mórfica” de R. Sheldrake). Otro aspecto de la idea muestra al genio como un receptivo que “se haría cargo de recibir” y evolucionar en el sentido que el campo de memorias le indica. (El no haría el nicho sino que “se pondría el sayo”). Otra idea que contiene a las dos anteriores lo explicaría como dotado de una conciencia transnormal o metacrónica o psicotrónica (atrae aquello que necesita).
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Volviendo al conflicto vincular:
“Ellos, los extraordinarios, sólo subordinan su ser a la bestial sensibilidad de su vocación: van lanzados por los rieles de su destino.” (Almafuerte)
Convivir con genios puede ser una verdadera pesadilla. No obstante, no todos son como Newton o como el personaje de Maupassant, que prefería los objetos, y necesitan convivir con las otras personas. Pero no se entregan con la reciprocidad que estas esperan. O solo hasta que se inicia el período creativo y “una idea los toma”.
“Contemplan la sociedad a vuelo de pájaro: andan entre los demás como entre sombras, como el carpintero entre las virutas de su taller (Almafuerte)
Son capaces de expresar lo que sienten a quien se tome el trabajo de escucharlos y de comprenderlos, y a través de sus obras, en las que suelen mostrar, muchas veces, aquello que nadie se atreve a ver. Las obras, inventos y creaciones son las posibilidades más ciertas y concretas que tienen, para mantener a raya a sus demonios.
7) Estudiar la realidad en lugar de ilusionarse con ella
Hay ideas duras sobre la realidad: “Lo que no se puede cambiar”. “Esto siempre fue así...” “Ya está todo inventado”.
Hay ideas plásticas sobre la realidad: “Lugar donde todo es posible”. “Todo ha de suceder en el transcurso de los tiempos...”
Hay ideas de “disfrutar y olvidar todo lo demás...”, éstas referidas a la vida personal...
Hay ideas según la educación recibida o la cultura a la que pertenecemos.
Sabemos, también, que el comediante ve a los hombres mejores de lo que son y que el poeta trágico los ve peores...
Lo que tratamos de comunicar es que la realidad misma seguirá siendo distinta para cada cual. No obstante, si se toma con seriedad la idea presente de no hacerse ilusiones, entonces, “...no creamos que la realidad es tal como la creemos...”
Esta premisa nos sirve para dudar y desconfiar, sin caer en el pesimismo. Se trata de una duda no angustiosa sino germinal, intelectual, creativa y productiva. Los que sean capaces de captarla desarrollarán una mente amplia y operativa y tendrán mayores posibilidades de conectarse con la red psi (energía metacrónica actuante), ya que evitarán el error común y cotidiano que todos cometemos al hipnotizarnos con nuestras propias acciones.
Lo primero será, pues, abandonar el estado de creencia o de ilusión.
Y lo segundo será estudiar y conocer a la realidad sin separarse de ella.
Hay preguntas que podemos utilizar, para salir de la creencia y mantenerse alerta:
-a) ¿Qué está sucediendo, en verdad? -b) ¿Para qué fue necesario que me pasara esto? -c) ¿Hacia adónde me transporta la corriente...?
Las mismas, ajustan la percepción del mundo cotidiano y “nos insertan”.
El segundo paso consiste en ampliar el concepto de “realidad” y meterse adentro para que la misma nos incluya, porque ha llegado el tiempo del “sujeto participador” que va a reemplazar al “sujeto observador” (Ricardo López Pérez)..Era hora, nosotros mismos también éramos realidad!!
Al incorporar al sujeto, se introduce más contradicción y más ruido en los sistemas y leyes naturales. Tal vez ello contribuya a que la condición de “ser posible” tenga mejor prensa que la de “ser cierto”. Es el afán de confeccionar diseños más vastos y ambiciosos que aquellos que son valorados por su condición de realizables y cumplibles. Y se constituye, para incorporar la realidad psíquica a la realidad real, un puente entre el mundo interno y el mundo externo, de doble vía y de interacción mutua, y se plastiliza lo real porque la mente lo hace volar.
Este puente “...significa que podemos influir en
cualquier acontecimiento a través del universo...” (...)
... “ dejando ocurrir las cosas sin querer
controlarlas...”
(Ricardo López Pérez).
En lugar de dominar a la naturaleza (punto de vista violento del hombre), hay que plegarse, acompañarla, introducirse “...en comunión con fuerzas operantes...” La palabra mágica es fluir con ella..., pero sin hipnotizarse con los sucesos, en un difícil (por opuesto) movimiento amoroso de separación y compañía, al igual que el necesario para crear... Estudiarla es como andar a caballo, hay que ajustarse al ritmo...O como la acción de la llave en la cerradura. Se coloca la llave en la cerradura y nos dejamos llevar por el movimiento del tambor. Es entrar en la lógica que nos propone para coincidir con el movimiento que efectivamente se está llevando a cabo. Del mismo modo, afinar la mente con el ambiente, como si fuese un instrumento musical.
El tambor de la cerradura sigue una lógica que no es la nuestra. Nuestra mano debe seguir al tambor. Debe estudiarse “por dónde pasa ese movimiento” y nunca sacudir la puerta. Usar a) y c) y dudar de lo que vemos y vivimos porque son , nada más y nada menos, que “burbujas y fragmentos de un todo no descripto” y lo que nosotros queremos es percibir la intensidad y dirección de la corriente.