Prólogo

 

Las ideas desarrolladas en el presente libro sustentan:  

 

     La palabra inteligencia designa una serie de ideas complejas, procedimientos y subsistemas que la alimentan y constituyen. Se trata de un conjunto directriz y orientador que usamos para distinguir las acciones favorables de las que no lo son.

La consideración acerca de lo que es o no inteligente, ya es toda una distinción. Si alguien afirmara que es la capacidad de obtener resultados felices tendría razón; si dijera que es una habilidad para resolver asuntos difíciles, también nos parece razonable. No obstante, la intención del presente trabajo es hablar de ciertas conductas favorables, aquellas que, para nosotros, ayudan o promueven el desarrollo de la personalidad humana y al propósito del interesado.

      Aquí se abordará el conocer como un acto o conducta, la acción de alguien que lo protagoniza. Por  tanto requiere de una forma “apropiada”, que ha sido encontrada por el mismo sujeto actuante. Y si bien ello se constituye en función  de los  vínculos  precedentes, de los recuerdos, creencias  y sentimientos., mas  lo que ha elaborado, en base a su bagaje y experiencias, necesitará de todos modos tener puntos de referencia con respecto a lo que hace. Las referencias son las exigencias del medio, el cual se ha complejizado tanto que todas las instituciones encargadas del saber han quedado demoradas, debido a la cantidad y velocidad del conocimiento generado por la civilización. Faltan, en general, investigaciones de las iniciativas individuales de aquellos que, en todo tiempo y lugar, han aprendido diseñando sus propios caminos.

     Para desarrollar inteligencia se necesitan, ante todo, situaciones problemáticas difíciles de resolver, ya que proporcionan un mercado del conocimiento, es decir, un lugar que da la posibilidad de entrenarse... Exige manejo de experiencia y movilidad de pensamientos, reflexión y osadía. Con respecto al procesamiento de los datos no se obtienen respuestas acertadas sin un ordenado equilibrio en el manejo de la información, la movilidad de pensamiento, la reflexión y la osadía de los que están involucrados. La mente actúa como una balanza, si está bien calibrada usa los datos a favor. De lo contrario, equivoca el paso siguiente y se pierde en una alternativa falsa.

     En resumen, para legislar sobre el tema del aprendizaje, lo mejor es probarse mediante un desafío y tratar de avanzar. El primer paso es calcular aquello que es posible de abordar y olvidarse del resultado de la prueba. Las metas deben tener sentido. No debe emplearse la energía en ejercicios sin interés. Debe resolverse lo que nos moviliza y aquello que compromete nuestra afectividad, espiritualidad y sensibilidad. Lo que no nos interesa se dejará de lado sin remordimientos. Porque el primer paso es elegir.A cada momento del proceso se habrá de elegir.El compromiso es abarcante y embarcante. Una vez embarcados no nos bajaremos hasta la meta. Y al subir se dejarán de lado intereses secundarios. Por eso, es mejor acostumbrarse a tomar decisiones si es que alguien se atreve por el camino del conocimiento.

     Como  educador he pensado que la mejor educación era imitar a los expertos... Seguir el camino de los grandes hombres de la ciencia y del arte. No habría mayor excelencia que hacer las cosas como la hacen los mejores o aquellos que, en condiciones difíciles, han demostrado voluntad para vencerlas, como los que han superado una discapacidad... Habría que utilizar los mismos métodos, ideas y constumbres... La mejor inversión era, según  mis reflexiones, ser aprendiz de genio.

      La educación impartida en escuelas y universidades me parecía lenta, larga, superficial, escasa en habilidades, burocrática, académica y difícil de aplicar. Si pensaba así, frente a este diagnóstico, tendría que , si es que quería de verdad solucionar esta compleja situación problemática, crear una propuesta educativa:

      -Más corta
      -Más rápida
      -Más profunda
      -Mayores habilidades
      -Mayores capacidades
      -Mejor organizada
      -De mayor aplicación en el medio
      -Mayor eficacia

     ¿Dónde habría de encontrar la solución?
      El desafío, entonces, era crear una pedagogía que incluyera lo descripto, y la conclusión fueron los principios generales de crecimiento...
     Se trata de una educación voluntaria y a lo largo de su desarrollo la persona trata de construir sus  pautas, de acuerdo a un propósito, las cuales contribuyen al desarrollo de su personalidad porque unas exigen a las otras... Y tiene la posibilidad de estructurar su  cultura y darle forma visible.

     Para los genios, estudiar y vivir son sinónimos, se estudia sobre la vida misma, ya se trate del violín de Paganini o del piano de Mozart o la escritura de Borges o el canto de Gardel. Ellos eligen desarrollar las capacidades personales, el talento, como la mejor inversión. Los creadores del método científico, Francis Bacon y René Descartes fueron individuos que despotricaban contra la enseñanza oficial. Y fueron eficaces en sus planteos. Y autodirigían sus estudios, ya que, cuando uno “quiere saber”, es el camino de la propia investigación el que  le marca el paso que seguirá. Así que me propuse desarrollar un plan de observación de conductas con  capacidad de resolver problemas: un trabajo con una  intención psicosocial, unas constantes que, enumeradas, sirvieran de guía, como principios para  los que  quisieran tomarlos y valerse de ellos.

      Leyendo las biografías de los grandes y su manera de resolver, con su propio estilo, una gama ilimitada de problemas, pronto me convencí de que el desarrollo de su inteligencia dependía más de conductas generales unidas a la propia estructura del talento personal, que a maestrías especiales, sin que lo primero fuese en detrimento de lo segundo. Estas conductas iban, a veces, a configurarse como rasgos de carácter
Los genios encuentran “su manera” de hacer las cosas. Llámese estilo, personalidad básica o lo que fuese. Ellos mismos cultivan su distinción, no buscan igualarse para relacionarse con los demás, cultivan una posición original frente a las cosas  y   descubren problemas allí donde no los había antes de su llegada.  Esta última actitud provoca un ensanchamiento de la realidad. El mundo era más vasto y no lo sabríamos si ellos no lo hubiesen descubierto.

      Poseen un sistema de placer que disfruta poco con el descanso y mucho más con el trabajo. Si no lo hacen, si no llevan sus ideas al desarrollo, se sienten culpables. Así, muchos de ellos han dado como respuesta común “No puedo dejar de hacerlo”, a las  preguntas referidas a su actividad o a la cantidad de  tiempo en años durante el cual han  profundizado y enriquecido una sola de sus ideas. Ellos se entregan a su arte, ciencia o tarea  y se parecen en este aspecto a los niños que no vienen cuando los llamamos porque están sumamente concentrados en su juego. El modo de ser    feliz  de los genios es la realización de sus obras. La diferencia entre un genio y alguien que no lo es, podría radicar en la cantidad , la calidad y la  originalidad del contenido y de la forma de sus obras. Proponer algo nuevo y viable es propio de una inteligencia adelantada pero deberá continuarse la producción y deberá producirse la suma de calidad en el tiempo, suma que se realiza también en la memoria.Lo posterior que ellos llevan a cabo supera a lo anterior que hicieron, así crecen y trepan a la cima. Sostenemos la hipótesis de que dicha suma la efectúan fusionando ideas con sentimientos. Suben a la cima como la cabra que trepa por la falda de la montaña y lo hacen por dignidad propia o porque representa para ellos un desafío que los excita y motiva.  No se dejan limitar, tampoco, por las ideas que imperan en el presente o tiempo en que les ha tocado vivir.  El hombre es temporal pero las coordenadas del genio ocupan todos los tiempos.

      Si la inteligencia creativa no se conforma con lo que encuentra y lo suyo es innovar, agregar lo que no había, descubrir, mezclar, expandir, hallar o buscar  una nueva función, un modo o estilo, exagerar un rasgo, sobrepasar de alguna manera lo  existente, el genio se distinguirá por encontrarlo, inventarlo o crearlo. Lo hará con elementos que estaban allí, pero con  los cuales nadie hizo nada. El modifica lo que ve y encontrará nuevas formas, estructuras o funciones.

      Estas instrucciones para la formación de la personalidad o para el crecimiento y la optimización de la inteligencia son la Ciencia Básica para el crecimiento personal; ciencia básica en el sentido de que no se encara un objetivo en  especial o una aplicación predeterminada sino que deben de comprenderse como un conjunto de disposiciones recíprocas que se complementan y refuerzan una a la otra haciendo posible configurar, mediante su uso, una personalidad básica. La inteligencia se desarrolla premoldeándose a sí misma. Deberá elaborar también, para no escamotearse, su propia contraparte o contrainteligencias. Son fuerzas que evitan el despegue individual y tratan de evitar el poner en juego los principios que aquí se sostienen.

     Una vez detectadas y elaboradas, el camino queda libre para seguir y hacer crecer al sistema, un verdadero complejo de avance y desarrollo personal y social.

        Uno de los menesteres que nos apasionan es la realización de grandes síntesis que contengan los problemas del universo que viene, a fin de ayudarnos como personas que nos adaptamos al cambiante medio en el que nos toca vivir. Por eso, la escuela del talento a la que acabamos de fundar con esta  afirmación, ha propuesto cumplir una serie de requisitos o valores que ajustan la conducta y preparan y disponen un perfil flexible y eficaz que nos mantenga dispuestos a decidir y definir nuestros perfiles a medida que los cambios se produzcan.

         La novedad de la escuela del talento es que apoya la definición de cada uno y los demás sirven de espejo a su acción; la suma de definiciones personales aporta la riqueza; no hay mas especializaciones que las que los integrantes manifiestan;  no hay clases sino  intercambio; funciona según las propuestas de los alumnos y se reúnen a dialogar, por las listas de suscripción, autoconvocándose.

      La escuela del talento ayuda a efectuar búsquedas y a definir vocaciones y todo su catálogo de principios se completa con el estudio permanente de la actividad de los genios; es capaz de contener una habilidad desconocida; una mutación o capacidad nueva; una propuesta insólita;  intercambia información y recursos y no tiene presupuesto, solo curiosidad...

      Supone la escuela que las personas dotadas hacían uso de un estilo o reglas personales sin enunciar, y las aplicaban para ampliar su capacidad.  Supone la escuela que los genios guiaban  y conducían por sí mismos su talento y necesidades y, por tanto, serían modelos privilegiados de autodesarrollo inteligente.

      Considera el propio crecimiento como el valor fundante de los demás principios. Así, la jerarquía de los valores sustentados, prepara ella misma la forma que tendrá la inteligencia, pues no termina de constituírse ésta, si no hay meta, finalidad o intención (deber 30). Las reglas generales o deberes son considerados más importantes que las implementaciones técnicas., ya que la Ciencia Básica del Autodesarrollo tiende a la formación de un aparato psíquico superior. Nuestro modelo es,  pues:

                        Valores................ intención............... conductas

      Aquí se trata del desarrollo de los valores espirituales precisos y de  las conductas derivadas de ellos, y de pensamientos que hay que traducir a las acciones que les corresponden. Cada uno habrá de definirlos según su intención o propósito.

Hombre es fin, metas, conciencia, intención.

                          Principios ................pensamientos...........acciones

     No se trata de metas u objetivos sino de principios que conllevan una posición ética. Se aplican y desarrollan en una  simultaneidad práctico-reflexiva.

Y sucede de este modo porque:

                                 Los problemas que debemos enfrentar y resolver en la actualidad son lo suficientemente grandes como para hacer que dejemos de ser pequeños.

      La Escuela del Talento apoya, como su nombre lo indica, el talento, la inteligencia, el crecimiento y la libertad personal, para hacer hombres dignos y dotados de grandeza y refinamiento espiritual. La escuela combate la mediocridad general. No por ello es elitista, ni aristocrática, ni discriminatoria. Admira a la inteligencia pero no a la frialdad o a la riqueza. Apoya ciertos valores y no presta atención a otros. Y sobre esa axiología se funda su  pedagogía.  

     La escuela afirma que la inteligencia humana se desarrolla si cultivamos o experimentamos el hecho del conocer como una conducta o posición activa, firme y habitual. En este sentido servirán a la  investigación las personas con discapacidades o dificultades especiales, ya sean problemas de aprendizaje o retrasos derivados de problemas físicos o corporales o mentales y  se probarán diseños de soluciones  donde el obstáculo mismo se transforma en una cuestión del diseño, o se evita  reciclándose en la mirada global.

                                 Lo que hoy nos hace sufrir mañana ni siquiera existirá...

     Los problemas son instancias de crecimiento leídos desde un camino evolutivo así que siempre habrá un estado distinto en el cual el obstáculo que hoy nos aflige  habrá dejado de existir. Considerado bajo esta óptica el obstáculo es puente de conocimiento y guía misma del diseño. La instancia decisiva se convierte a través del paradigma del crecimiento en hallar un camino y no detenerse en un fragmento. A ello lo lamamos pensamiento global. Las soluciones no contestan directamente a los problemas sino a una dinámica mayor donde los mismos se inscriben.  

     La ventaja que presenta la práctica de los principios o deberes es que, cumpliendo con ellos, cualquier situación se transforma en un hecho educativo o en una situación de aprendizaje que aporta al autodesarrollo. El practicante permanecerá abierto a cualquier circunstancia que el quiera y podrá abordar la misma si se centra en la ocasión de aprender. Las situaciones de la vida son muchas pero solo educan  aquellas que poseen una forma lograda por nuestra reflexión y sensación interpretativas; es decir, aquello  que hacemos o elaboramos, con lo que  hemos vivido y lo que hemos conocido y estudiado mas las matrices de comunicación establecidas. Los fenómenos en sí pueden aportarnos mucho o poco pero lo que ellos nos dicen y traducen para nosotros depende de nuestras propias consignas de trabajo que incluyen a nuestra comprensión, y del propósito que perseguimos; el aprendizaje se hace un trabajo autónomo. Para seguirlo, los deberes funcionan como guía de contraste, consideración y cumplimiento; y como  plano de navegación existencial:

            Las situaciones que padecemos nos dejarían más sabios

            si nos aprovecháramos de ellas para comprendernos...

     Lo novedoso y válido de los deberes del genio, deberá ser visto en que:

- lo maneja el propio interesado
- puede realizar comparaciones entre los deberes y su conducta  habitual
- usar el contraste de conductas o valores para crear modificaciones
- enunciar nuevos principios válidos
- iniciarse en un camino conciente de crecimiento
- unir la inteligencia, emocional y lógica
- manejar su segunda conciencia
- activar el hemisferio derecho
- procesar mayor información
- convertirse en un genio
- reformular él mismo la propuesta

Las posibilidades son muchas y los logros según  el proceso de cada uno...

¡Arriba los corazones, genios..!

      Un saludo del autor,    

       Hugo Luchetti

          (15-09-98)