Lopitos cuenta comicamente como una vez se le ocurrio abrir el sobre, y
cuando su mujer noto que faltaban las grapas "me armo una que para que les
cuento...".

A Lopitos no le preocupa que su mujer maneje el dinero, si lo acusan de
mandilon el simplemente dice: "Ella es mejor para administrar, yo era muy
gastalon desde que era soltero". Y Lopitos cierra los ojos y recuerda que el
que estudio administracion es el, y como su mujer cree que administrar es no
gastar mas de lo que tiene, en lugar de aprovechar adecuadamente lo poco que
se tiene.

Lopitos cumple puntualmente con su trabajo, y siempre trata de no solo
cumplir, sino cumplir bien, sin embargo, no es candidato para ascensos, y en
las fiestas de fin de año dificilmente se acuerda la Direccion de que existe
el.  Al principio, hace años, cuando ingreso a su primer empresa, noto que
para subir debia hacer muchas cosas en las que el no estaba de acuerdo, como
inflar presupuestos, acceder a los coqueteos de las jefas, informar al jefe
de cosas que se platican a la hora de la comida y otras cosas para el
estilo.

Pero todo esto chocaba definitivamente con los principios de Lopitos.  Probo
a cambiarse de empresa, pero cuantas veces lo hizo encontro los mismos
resultados. "No he tenido suerte"- decia- y se dedicaba a buscar una nueva
empresa.

Pero un dia amanecio y el era demasiado viejo para cambiar de empresa, y su
familia lo presionaba cada vez que hablaba de buscar nuevos horizontes.
"Estas viejo -decia su mujer- en  las empresas ya solo contratan gente
joven". Y Lopitos decidio echar raices, y concretarse a ser un buen
trabajador, y olvidarse de los aumentos y los ascensos.

Sin embargo, Lopitos es feliz.  Hace ya mucho que le perdio la pista a sus
compañeros de escuela, pero sabe que muchos de ellos estan muy bien
colocados, ocupando puestos directivos.  Pero tambien sabe, por las pocas
entrevistas que ha tenido con ellos, que uno tiene ulcera y otro tiene
gastritis, y al que mas lo acompaña insomnio o una fuerte migraña desde hace
años.  El por el contrario, goza de perfecta salud y se va a dormir todos
los dias con una tranquilidad en el alma que nunca le ha quitado el sueño, y
son de las cosas que le dan satisfaccion.

Lopitos tiene dos hijos, y a falta de juguetes les dibuja historias
increibles en hojas desechadas de su oficina.  Los domingos los lleva a
misa, y saliendo se permite el lujo de comprarles un globo o un algodon de
azucar.

Todas las tardes, cuando llega de la oficina, sus hijos lo esperan, y la
satisfaccion de Lopitos es saber que el es la persona mas importante para
ellos.  "Eres mas fuerte que superman- le han dicho- nomas que el es mas
alto". Y el recuerdo nadie se lo podra robar.

Hace poco, sus compañeros de trabajo lo invitaron a comer, y a pesar de
caerle de extraño, el acepto con gusto.  En el restaurant, empezaron a
bromear con el y acerca de el, y uno le pregunto, con cierto tono burlon:
"Oye Lopitos, como le haces para sonreir, porque tu eres como la hiena, que
es un animal feo, que come carroña, y aparte se rie", y Lopitos espero
paciente a que las risas burlonas de todos pararan.

"Mi meta es el Cielo, y vivo conforme yo creo que debo vivir para llegar
allá, gracias a Dios no debo dinero, y menos aun, no debo desdichas.  Todos
los dias me acuesto, y duermo con la conciencia tranquila porque he
construido un escalon mas de esa escalera que me llevara a Dios.  Viendolo
de esta forma, no veo razon para no sonreir".

Lopitos sigue siendo Lopitos, pero por alguna extraña razon, en su oficina
ya no se menciona su nombre con ese cierto tono burlon.
 
 

Saludos. Alberto Quiroga

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