Documental Latinoamericano.
Ernesto Cardenal.


"No es cierto", dice Zapata "No, mi general,
todavía no se acaba la Revolución."
Expropiados de su tierra y de su historia.
Memoria colectiva ya mero exotismo turístico.
Sistema socio-económico esquizofrénico
Reunidas las comisiones, discutida el acta etc.
se levantó uno: "Cogerlas sin pagar un peso, nada,
nada, porque la tierra Dios no la escrituró a nadie.
Al campesino colombiano decimos: compañero, invada.
Ya está consciente y no está como un pendejo.
Éstos están invadiendo y jodiendo mucho, dicen.
Vayan pa’l carajo. Porque con nuestros hijos aguantamos sangre.
Bañamos los caminos de sangre."
Sus manos están llenas de la plusvalía del pobre.
Quitar de la boca a cada pobre un poco de azúcar
(por un poco de alza) para vacaciones en la Costa Azul.
Por el monopolio del cemento
la madre durmiendo en una acera abrazada a sus niñitos.
El principio de los despojos de todo, dice el Chumayel.
Pero bajará, dice el Chilám Balám de Chumayel
la justicia de Dios de un golpe sobre el mundo.
Por ahora bajan al mercado
con sus trajes de reinas andrajosas.
Llamados lastre de la economía nacional
por los cuales la economía nacional existe.
Y todo el sistema jurídico guatemalteco
es criminal.
En Bolivia
"todo exactamente igual que en la Colonia
excepto los anuncios de Coca Cola".
Las venas abiertas.
El niño vende-periódicos, la prostituta, el pordiosero
en la Avenida Revolución.
Los pobres comenzaron a hacer tolacololitos
pero los caciques no quisieron,
y decían entre ellos, hacían juntas:
bueno, no les vamos a dejar sembrar para tener peones.
Así el peón, pobrecito, se va a ofrecer para que le den maicito.
Vasconcelos dijo: "Aquí en México
no hay literatura porque casi nunca se dice la verdad."
La corrupción administrativa, problemas de la tierra, etc.
los cuentos ideológicamente pobres
y José Revueltas en prisión.

La primera noche fue en el Silver Cup.
Tiene unas letras que se apagan y se encienden.
Esa noche, como era nueva, yo sentá en un rincón.
Entonces Luz Celeste me trajo un hombre.
¿Tú sabes la vergüenza que te da a ti,
tú sabes lo que es ir tos los días y tos los días
a ese negocio?

El viejo judío había tenido una joyería.
Dice: "Rabbi, nosotros comíamos todo lo que queríamos."
Pero había niños hambrientos en Cuba.
No teníamos libreta de racionamiento
en Ciudad Trujillo.
Azul turquesa reverberante,
lazulita azul celeste rutilante, brillo vítreo,
lapislázuli azul translúcido
pasando a azul de metileno "esmeralda los montes
aquel momento, las nubes color perla,
olor a sal, a algas,
los arrecifes rebosantes de vida sumergida:
y los presos
uno a uno siendo arrojados
desde el acantilado."

Y aquí puedo meter al Jabalí.
Jabali Gold Mine and Trading Company Limited.
Un gran cementerio
toditito repleto de cruces.
Sólo han quedado las grandes ruedas en el monte,
túneles vacíos,
y las cruces podridas en el monte.
"Como túneles de zompopera"
dijo el viejo minero,
como túneles de hormiguero de zompopos
así fueron las tumbas en el cementerio.
Y como túneles los pulmones de los mineros.
Los muchachos eran sanos y fuertes.
A los seis meses estaban enterrados.
Se calcula que en los "buenos tiempos"
serían 3.000 de silicosis.
Y en las calles de Santo Domingo de Chontales toses... Miserables
descubridores de ricas vetas que siguieron miserables.
Grandes barras de oro, de 90 y lOO libras
pasaron por las manos de los pobres
que siempre fueron pobres.
Y no sólo esas cruces:
también muchas tumbas perdidas en el monte.

El Secretario de Estado había estado
muy preocupado por las violaciones
a la Doctrina Monroe en la República Dominicana...
De ahí aquel Lilís, el más terrible tirano del país, tan sólo
sobrepasado por Trujillo.
Trujillo y Dios.
Comía con sencillez.
El desayuno era ligero. Frugal el almuerzo.
Su alcohol sólo una copa de coñac.
Puntual hasta el punto que la puntualidad era media hora antes.
Amigos no tenía.
La clemencia, desconocida por él.
Si alguna vez dio la impresión de perdonar,
fue una maniobra política.
Si la deshonestidad resultaba ineficaz
recurría al asesinato.
Todas las formas del disimulo le eran coñnaturales.
El secreto y la reacción imprevisible, un instinto.
Su inveterada costumbre de la incertidumbre.
Su fuerza mayor era el cinismo.
Brutal con todos, menos sus hijos y nietos.
Bajo su bicornio con plumas de avestruz
el gran rencor.
Hasta para ser magnánimo despiadado.
Arrobado por el dolor humano: tem-
blándole de placer la copita de coñac.
El avión que venía por las tardes de Puerto Rico
sobrevolaba bajo, la isla fatídica,
en melancólico crepúsculo
O los pasajeros del barco veían con fascinación y terror
la isla siniestra de Trujillo
alejándose en el ocaso color sangre.
"Cementerio -dijo-. es una palabra griega que significa
inexorable advertencia para los vivos."
Ordenaba matar con la voz atiplándose pero sin emoción.
Cómo sería que la delegación de Somoza se horrorizó.
Las que seleccionaba, casi siempre vírgenes.
Los partidos, espectros
Al extranjero que salía de noche a la calle
lo estremecía cualquier ráfaga de viento.
Desde el avión de Puerto Rico
las plantaciones de caña de azúcar
se veían en el atardecer como tristes o espectrales.
Algo misterioso allí abajo.
Los pasajeros miraban y callaban.
Y desde el mar allá lejos las pálidas luces policiales
o potentes, aparentemente, a ras del mar:
malecón y bulevares infernales
Tan sólo no admiraba en Hitler
el no usar condecoraciones
Su colección de 2.000 trajes y 10.000 corbatas.
"En la foto, con uno de sus uniformes de mayor esplendor".
A su izquierda el Papa (El mismo que se negara
a recibir a Gandhi en taparrabos)
Los del vuelo de la tarde dejando atrás tétricos montes
muy pronto borrados todos por nubarrones trágicos.
O era el brillo de fuego fatuo de Ciudad Trujillo
con toda su población enmudeció y sus Prisiones,
para los pasajeros del barco, hundiéndose en la noche y en el mar.
Galíndez terminaba su tesis sobre esa era
doctorándose en Columbia
y entró al subway de Nueva York a las 10 p.m.
entre la 57 y la Octava
y no se volvió a saber más de él,
tan sólo que despertaría en un calabozo ante la tortura y la muerte
¡y Trujillo delante!
¿Arrojado a una caldera...? O a los tiburones según otros.
O metido dentro de cemento fresco
y el bloque después echado al mar.
Un control tan total
que no tenía que matar tanto
(según Galíndez)
Desde el avión
parecía que uno iba volando sobre un país satánico.
O de noche desde el barco,
las luces tenebrosas
de Ciudad Trujillo.

MEMORÁNDUM CONFIDENCIAL DE ITT
....que le diga a Mr. Kissinger que Mr. Geneen desea
venir a discutir a Washington los intereses de la ITT
estando dispuestos a dar hasta sumas de siete cifras
pues todo el tiempo hemos temido la victoria de Allende
y tratado de alertar a otras compañías de la comunidad
PERSONAL Y CONFIDENCIAL
Hemos recomendado fuera de ayuda directa lo siguiente:
que nosotros y otras firmas de la comunidad en Chile
inyectamos anuncios al Mercurio y cierta radio y TV
e insistamos a la prensa clave europea que publique
y con las compañías de Ahorro y Préstamo andando mal
y los bancos sin renovar los créditos o demorándolos
sería una esperanza realista el que una economía en
quiebra (corridas bancarias cierres de fábricas etc.)
provoque una ola de violencia y nuestros corazones
suspiran acariciando el sueño de un golpe militar...
Y Víctor Jara allí cantó.
Sin guitarra y sin manos cantó en el Estadio.
Cuando el oficial le dijo "Canta concha de tu madre"
él cantó.
y a Dios.
Cantó a todos los que estaban en el Estadio Chile
Habló de vos a Dios cuenta un comunista
por qué trabajó tanto los seis días
para un mundo de tanto espanto.
"Un muerto, un golpeado que jamás nunca creí" gritó.
Y mudo en ese Estadio el Ser Supremo
totalmente impotente ante Pinochet.
Y el canto allí quedó, no se fue con el viento,
inmóvil como el cemento de las gradas,
se quedó, pegado a cada grada.
Todavía está, aun con fútbol, en el Estadio Chile.
En la Morgue sus ojos siguieron bien abiertos
dice uno que lo vio,
como mirando de frente a la muerte
o no: a Dios.

Gobiernos como calamidades públicas.
Ubico consideraba los hospitales "mariconada".
Papa Doc con su "muy peculiar cosmovisión".
Trujillo con la orden Rubén Darío.
¿Y para qué seguir?
El cadáver de Bacurí fue hallado en la playa sin ojos,
la relumbrebrillante playa lo último que miró
(prusia, cerúleo, cobalto)
y la boca rasgada hasta las orejas.

La gente que hace ferrocarriles, el pan, alfileres,
o subidos allá arriba terminando el rascacielo:
incultos’ por transformar la realidad.
Y aquellas luces sobre Caracas,
sobre los rascacielos
los cerros como un cielo estrellado:
son las lucecitas tristes de los pobres.
Su cordón de miseria allí en el cielo.
En otras panes están ocultos, aquí no:
se ven desde dondequiera, y en pleno cielo.

¡Si viéramos otra vez de noche las fogatas de Zapata!
Había dicho: -Pos ora ni modo
ya me eligieron todos, pos ora yo.
Y ora ni modo: me sostienen.
-Pos aquí estamos todos -contestaron.
Peleó la libertad, las aguas, los terrenos.
¿Pero qué pasó?
Orita venden sus casitas a los ricos,
sus poquitos manantiales, muriéndose de sed,
y los ricos luego albercas
luego esto, luego lo otro.
Aerovías Guest estaba quebrada. ¿Y qué pasó?
La Nacional No-sé-qué pagó las pérdidas al Sr. Trouyet
con dinero del pueblo famélico de México.
El que donó la capilla en Cuernavaca, Morelos.
Tener como enemigo a todos los ricos
decía Morelos.
Templo de Dios.
Templo de Dios.

Templo de Dios.
Templo de Dios por donaciones de cueva de ladrones.
'Los ricos que pasan en sus carros que echan polvo’
(Granada todavía sin pavimentar)
así orando aquel mendigo en La Merced,
orando en voz alta frente al altar en La Merced de Granada,
'Los ricos que pasan en sus carros que echan polvo’

En las elegantes avenidas de los maniquíes ambulantes
hurgando como los penos
temblando no por malaria sino por hambre
sus camas son periódicos arrugados en la acera
El Tiempo El Comercio La Nación
¿Debo hacer estos versos más poéticos?
El poeta subreal quiere estos versos más poéticos.
Y el famoso ciclo del cangrejo de Recife
heces cangrejos hombres heces
la gente come el cangrejo que come las heces de la gente
pero como cada vez hay más hambre y por tanto menos heces
escasea el cangrejo en los muladares.
El preso sin ninguna luz
piensa en la isla de las aves,
la isla sola de las aves, donde hay sólo aves
y desde lejos nos llega su olor, de cagada de aves
(aun antes de haberla visto desde el bote por las olas)
y un griterío de aves por encima de la reventazón en rocas.

Después fue su manía de lavarse las manos y cambiarse camisas
contado por sirvienta novia de chofer de Casa Presidencial.
A Báez Bone le cortaron el pene.
Él habría sido quien le manché la camisa de sangre.
Vos Medrano tractorista, al que leyeron mi Hora O
y la entendiste.
Nicaragua era una Edad Media en la que se oía Radio Habana.
Aquel palacio morisco’ sobre Managua.
Veía películas en los intervalos
de las torturas.
¿Estaría con los buenos o con los malos en las películas?
El Favorito del Pentágono.
Aprendió a torturar en West Point.
"¿Torturas? No son torturas, son ejercicios babosos."
El piso y los muros cubiertos de mierda y orines.
Después hablando incoherencias en la televisión
"mi filosofía..."
Él no sabía sonreír. Sólo reír.
Me refiero a Somoza 111.
(El miskito con la lengua cortada y la boca cosida con alambre)
.....le dió culatiada que le quebró el huezo de la cara
les pasó mecate para que amarraran a mi marido
y la entregaran alcomando eso fue alas 3 de la tarde
que le hisieron casi puedo decir que era la pación de Cristo
como se amarra un mosquitero lo tenían en el aire
su cuerpo desnudo peor que Cristo porque Cristo tenía taparrarrabo
lo sacaron los ojos le cortaron un pedazo de lengua
y cuando pedía agua le daban ácido y le cocieron la boca con halambre...
(Cuando nadie hablaba de miskitos en el extranjero.)
Como cuando entraba al lago aquel pirata (tel Lolonés?)
que comía corazones de prisioneros.
Masticaba pedacitos.

La muchacha se llamaba Melania
y alquiló una lancha expresa a Solentiname
para decirme, casi sólo para decirme:
Esas caritas de hambre,
las sigo viendo aunque apague la televisión.
Por los tiempos en que Laureano muchacho decía en Solentiname:
-Nos tienen como NADA. Como que no valemos.
Con su furioso énfasis en NADA.
Fonseca me había hablado de la poesía de los campesinos
citándome a uno que le dijo una noche:
La luna es la luz de los pobres.
Ellos pagando cuentas de otro en Miami, en...
Lo que significa que tres de cada siete campesinos...
Aquí están las estadísticas.
Igual que la lana uruguaya, etc. (Ya lugar común.)
"El campesino es haragán"
dice en el Club Terraza entre whisky y cocktail de ostras
sin ninguna otra tarea que ésta.
Otro que había dicho: "Les doy trabajo": les daba trabajo es cierto
mas no el fruto de su trabajo.
Se autorizó por Real Cédula la venta de indios
a precios justos
Medrano el tractorista:
-Mi primer llanto de niño consciente:
mi amiguito triturado en el trapiche,
sin ayuda para velorio ni entierro y el dueño del trapiche
arrodillado ante el anillo de Monseñor Simón Pereira y Castellón.

En la mira telescópica. El niño está en la mira.
Él juega en el patio del colegio.
En la mira telescópica él y la bola.
El guardia se rio después.
Como el que ha matado un pájaro.
Cantinflas es de una lógica cartesiana,
dijo Coronel,
en comparación con Mons. Vega.

(Aun antes que el Obispo excusara la matada de niños.)
Gorilas en blanco traje de gala bajo las palmeras tropicales.

Los leprosos levantaron las manos al cielo
al alejarse la balsa del Che.
Pero no mucho después el muchachito cubano está diciendo
(a Iglesias): "Tú no ves aquí zapatos en las tiendas
porque hay con qué comprarlos.
Si en México toda la gente pudiera comprar zapatos
¿cuántos tú crees quedarían en las tiendas?"
Sencillo: no había en las tiendas sino en los pies.
¿ Habrá salida?
Habrá salida.
Como el insecto queriendo llegar a lo solar allí delante
chocando y chocando:
hasta que se le aparta el vidrio
y sale a la libertad.
El reino de los cielos en el planeta.
En nuestras células los cromosomas de los héroes.
En su poster está él
como un Cristo tradicional pero de mirada dura.
Exigía a los demás lo que se exigía a sí mismo.
"Yo era médico" dijo el Che.
Como Madero dijera:
-Ya. Ora ya pasó la Revolución. Triunfamos.
Villa y Zapata:
-Mi general, no se ha acabado la Revolución.
-No, mi general,
todavía no se acaba la Revolución.
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Ernesto Cardenal
ITESO, 1991; Cantiga 24, pp. 269-293

Más reciente revisión: Abril 2, 2002.