Washington bloquea la edificación del gobierno popular en El Salvador mediante un golpe militar en el que consigue
que la Junta Cívica-Militar de Reconstrucción
sustituya al dictador Carlos Humberto Romero. Con los sandinistas
en Nicaragua y florecientes movimientos sociales en El Salvador,
Estados Unidos sienta en el poder a Guillermo
Ungo(socialdemócrata), Mayora Quirós(demócrata cristiano),
Mariano Andina (vinculado a los sectores empresariales más
intolerantes) y José Napoleón Duarte (posterior presidente).Las primeras acciones de la Junta son preservar el poder de las "catorce familias" que controlan el poder económico, disolver un corrupto Parlamento y al Tribunal Supremo y continuar desapareciendo a activistas y opositores políticos. Paralelamente estableció reformas agrarias que se fueron diluyendo en el tiempo.
Constante defensor de los derechos humanos, Monseñor Romero continuó luchando por la justicia ante una junta que no era muy diferente en métodos a los de la dictadura de Carlos Humberto Romero.
"Soldado, no estás obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios"
"Podrán matarme a mí, pero a la voz de la justicia ya nadie la puede matar"
"Una ley
inmoral nadie tiene que cumplirla. Date cuenta de que es tiempo
de que 
recuperes tu conciencia. En nombre de dios, pues, en
nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el Cielo
cada día más, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de
Dios: cese la represión"
Estamos en 1980. Óscar Arnulfo Romero es asesinado el 23 de marzo de una bala al corazón mientras oficiaba una misa en el hospital donde residía por un comando parafascista. El 25 de marzo, en su funeral, la junta continuó con la violencia asesinando a 40 personas y dejando a 300 heridos.
Posteriormente vendrían las masacres, los 75 mil muertos, los escuadrones de la muerte y con ellos, los aplausos con sabor a hemoglobina desde Washington.
Juan Pablo II, quien había amonestado a Romero por su labor social, es testigo voluntariamente mudo del asesinato.
Romero, Óscar Arnulfo (1917-1980).
Nació en Ciudad Barrios. Estudió con los claretianos y en la Universidad Gregoriana de Roma entre 1937 y 1944. Se ordenó de sacerdote a los 25 años de edad.
Dirigió el semanario católico Chaparras-tique. Fue arzobispo de San Salvador desde 1977 hasta 1980. Se distinguió por la defensa de los humildes, el rechazo de la violencia y el amor a la justicia, por lo que se le acusó de subversivo. Recibió el Premio Paz en 1980 y ese mismo año fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz. Presidió la Conferencia Episcopal salvadoreña y fue nombrado doctor honoris causa por las Universidades de Lovaina y Georgetown. Murió asesinado en marzo de 1980 por cuatro desconocidos relacionados con la ultraderecha en San Salvador, mientras celebraba la misa.
