No te acuerdas o La Bayamesa

Céspedes - Fomaris - Castillo


No te acuerdas, gentil bayamesa,
que tú fuiste mi sol refulgente,
y risueño, en tu lánguida frente,
blando beso imprimí con ardor.

No recuerdas que un tiempo dichoso
me extrañé con tu pura belleza
y en tus senos doblé la cabeza
moribundo de dicha y amor.

Ven y asoma a tu reja sonriendo,
ven y escucha amorosa mi canto,
ven, no duermas, acude a mi llanto
con alivio a mi negro dolor.

Recordando las glorias pasadas
disipemos muy bien la tristeza
y doblemos los dos la cabeza
moribundos de dicha y amor.