YA ESTAMOS A UN PASO DE LA CLASIFICACION

Argentina quedo a un paso de Francia '98 y primera en las eliminatorias sudamericanas

Enfrento a la mas debil de las selecciones y no cumplio con las espectativas de golear en el monumental, pero igual obtuvo la victoria por dos a cero.

La seleccion fue silvada en muchos tramos del partido y se escucharon los nombres de Batistuta y Maradona, aunque en e final la gente aplaudio a su equipo.

El piojo Lopez, con una mala actuacion fue el mas criticado, pero Passarella lo ratifico al no sacarlo, aunque no lo merecia.

Cuando Argentina jugo con la pelota sobre el piso, lo hizo muy bien, y obtuvo el bonito gol de Crespo, pero cuando jugo al pelotazo como lo hizo constantemente el gol se trasforma en una loteria, y como vimos no servimos para los juegos de azar.

Minuto 30, Argentina busca el triunfo desde el arranque, pero las puertas del gol recién se abren cuando el delantero del Parma define con frialdad y precisión. Vino el cruce de Chamot desde la izquierda, Hernán Jorge Crespo la recibió en el área, giró, dejó en el piso a Elvis Martínez y puso el derechazo cruzado al segundo palo de Dudamel. Como es costumbre: clink, caja.

Ya sale el derechazo de Hernan para definir un gol muy lindo

Pablo Paz, quien remplazo a Roberto Ayala lo hizo muy bien y fue el autor del muy lindo segundo gol. A los cinco minutos de estar en la cancha, aprovechó un centro desde la derecha del Muñeco Gallardo para meter el cabezazo al ángulo derecho del arquero venezolano Dudamel. Pablo Ariel Paz, a los 56', trajo tranquilidad a un trámite que nunca estuvo complicado, pero al que le faltaba el toque final.

"Ariel Arnaldo Ortega, se mostró falto de fútbol en los pocos minutos que jugó ante Venezuela. Resulta incuestionable que no tenemos jugadores dotados a medida que nos acercamos al área penal. Alguien como Diego Armando Maradona, dueño de la personalidad que se necesita para poner la pelota bajo la suela y hacer la pausa, para definir con un toque sutil de su empeine izquierdo la certeza de un pase-gol. Se extraña su creatividad, su talento conductivo, que, por ahora, no han sido reemplazadas. Alguien como Gabriel Omar Batistuta, invariable expresión de potencia para llegar al gol, repetidamente probada a nivel mundial. Hernán Jorge Crespo ha logrado buenas conquistas, eso es innegable, pero está todavía algunos escalones abajo del rotundo nivel de goleador que supo alcanzar el Bati. Alguien como Claudio Paul Caniggia, capaz de conducir, manejar y jugar la pelota en velocidad con clase y eficiencia. El otro Claudio, el Piojo López, con quien Passarella intentó sustituir la función de romper defensas por afuera, no ofrece garantías cuando llega el momento de terminar la jugada. En cambio, quedó reiteradamente probado que Caniggia finaliza sus intentos como un maestro." Juvenal

tiempos de Maradona Caniggia y el Bati alla en USA.

UNO POR UNO por GONZALO ABASCAL

CHAMOT

Ante un rival que no preocupaba defensivamente, los laterales debían convertirse en hombres de ataque. José Chamot cumplió esa tarea de gran modo. Con pujanza para subir y tranquilidad para levantar la vista y entregar la pelota al compañero. Una proyección suya abrió el camino al gol inicial de Crespo. Por segundo partido consecutivo el rosarino se convirtió en un hombre clave.

ZANETTI

"Tengo que presionar a Passarella jugando bien", había dicho antes del partido. Vaya si cumplió. Sus proyecciónes también fueron un problema insoluble para los venezolanos. Se sabe que su fuerte es el manejo, y que sus problemas son de marca, entonces ante un rival que no ataca, Zanetti se suma al mediocampo y sube con criterio. Otro regreso para aplaudir.

GALLARDO

El Muñeco ganó una pulseada importante. Frente a Venezuela dejó de ser el blanco de los silbidos y las críticas para convertirse en el dueño de los aplausos. Y en su caso el mérito es innegable. En la época en que más resistencias generaba el equipo de Passarella, el volante de River era uno de los más castigados. El domingo fue la figura de la cancha. Generador de las mejores jugadas ofensivas, su confianza para manejar la pelota resultó desequilibrante. Cuando se fue, el equipo perdió capacidad ofensiva y el público la posibilidad de disfrutar.

GALLARDO

El Muñeco ganó una pulseada importante. Frente a Venezuela dejó de ser el blanco de los silbidos y las críticas para convertirse en el dueño de los aplausos. Y en su caso el mérito es innegable. En la época en que más resistencias generaba el equipo de Passarella, el volante de River era uno de los más castigados. El domingo fue la figura de la cancha. Generador de las mejores jugadas ofensivas, su confianza para manejar la pelota resultó desequilibrante. Cuando se fue, el equipo perdió capacidad ofensiva y el público la posibilidad de disfrutar.

NO

CLAUDIO LOPEZ

El "inflador" de sus festejos lo tendrá que utilizar para levantar su propio ánimo. "Siento una gran impotencia. Sé que cometí errores que a la hora de definir se notaron mucho", se sinceró al final. Si el fútbol se tratara de correr y correr, el Piojo sería Pelé. Pero resulta que también hay que pegarle a la pelota, cosa que realiza con imperfecciones notorias. De todos modos no es para descartarlo ni mucho menos. Será misión de Passarella conseguir una mejoría técnica en él. Para eso está el entrenador. Si no lo logra el fracaso será compartido.

SIMEONE

Es el capitán, el líder del equipo (o al menos así le gusta aparecer), y el equipo no transmitió nada. Como todos los volantes argentinos se movió con libertad, pero no alcanzó a desequilibrar. No apareció mucho cerca de Dudamel ni tampoco contagió temperamento. El Cholo puede y debe jugar mejor.

CRESPO

Otro que corrió hacia adelante sin pausas. Pero también sin mucha utilidad. Se diferenció del Piojo en la muy buena definición del primer gol. Como en el caso de López, el entrenador Passarella deberá enseñarle que no alcanza con ir siempre. Que a veces es mejor frenar, o amagar con picar y luego quedarse. Así su velocidad y potencia física serán de mayor utilidad.

VERON

Esta versión de la Brujita no es el avión al que nos acostumbró en los últimos partidos. Como si su tranquilidad se hubiera pasado un poquito del límite para convertirse en displicencia. O casi. Su liderazgo futbolístico ante Perú y Paraguay le abren un crédito, pero no debe distraerse. La Selección lo necesita siempre enchufado. El público supo que estaba en la cancha porque se afeita la cabeza. Sino nadie se hubiera dado cuenta.

ASTRADA

No fue un desastre, pero tampoco la rompió. Quizás no sea su culpa. Fue un partido para el lucimiento ofensivo y él no está para eso. Lo suyo es cortar, sin embargo Gabriel Miranda tuvo la pelota demasiado tiempo. La duda es si se justificaba su presencia en la cancha durante los noventa minutos.

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