UNA VISION DEL ULTIMO CENSO ARGENTINO EN CLAVE KUSHIANA

Por Alfredo Armando Aguirre

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Hemos comenzado una lectura de las cifras preliminares del reciente Censo de Población y viviendas que se ha realizado en la Argentina. La nuestra, obviamente no es la visión, si no "una visión". Ya estamos, al respecto anoticiados lo que sostenía Emerson, acerca que "solamente podemos ver afuera lo que tenemos dentro"; o aquel pensamiento, sobre que "la filosofía de un hombre se refleja en lo que el ve". Ademas, hay quien define al conocimiento, como "el conjunto de distribuciones de probabilidades, que refleja la visión del mundo del sujeto que conoce y orienta su quehacer".

Las interpretaciones que esbozamos, se basan en un previo estudio de los Censos de 1970, 1980 y 1991. Creímos importante, para poder extraer del material censal el máximo aprovechamiento, en participar en el censo en calidad de censista, y las circunstancias en que el mismo se realizo, nos facilitaron nuestro propósito, realizando el relevamiento en un segmento. Esta vivencia nos reafirmo lo que ya habíamos percibido en ocasión que otros trabajos que realizamos como encuestador: En las encuestas cerradas, el que se queda con la mayor información es el que la recolecta, sobre todo si lo hace desde un conocimiento previo del tema y tiene interés sobre las cuestiones sujetas a relevamiento.

Seguramente, las cifras del censo merecerán objeciones. El marco en que el mismo se realizo da fundamento a las mismas. No obstante esas reservas, los datos están y marcan tendencias. Una de las tendencias que creo necesario resaltar es la persistencia de un sesgo de aceleración de lo que venimos denominando en nuestros trabajos, "la latinoamericanización de la Argentina".

Fue allá por 1966, que leí en el momento de su publicación, el libro de Alfredo Moffat, "Estrategias para sobrevivir en Buenos Aires". Alli Moffat hablaba de una cultura "cabecita", entre otras subculturas que él distinguía para la sociedad argentina (las otras eran la cultura "empleado" y la cultura "ejecutivo"). En términos Censales, la base censal de Moffat era la relativa a los censos de 1947 y 1960.

Casi dos décadas despues, tomé contacto con la producción del ya por entonces fallecido pensador argentino Rodolfo Gunther Kusch(1922/1979) que llevo a fondo el pensamiento acerca de la existencia de una mayoría mestiza en la Argentina, que a través de una lógica de negación, de silencio y de "fagocitación", manifestaba un estilo de afrontar la vida, muy alejado del preconizado por los sectores de clase media descendientes de la inmigración Europea, que se habían abroquelado alrededor de las universidades de las grandes ciudades argentinas(el lo extendía a toda la llamada América Latina).

Kusch fue muy critico sobre la dicotomía entre estos dos sectores. Cuando uno va profundizando la orientación de las investigaciones de Kusch, se encuentra que sus hallazgos, en menor grado de profundidad habían sido adelantados por Bernardo de Canal Feijoo, y pareciera que en ambos, influencio el paso por Sudamérica, del pensador aleman Keyserling, que a mediados de la década del veinte de la pasada centuria, plasmo sus inquietudes en el libro "Meditaciones sudamericanas".

Se nos ocurre para visualizar mejor los cambios socioculturales que se acentúan en el reciente censo, que una buena referencia documental es el trabajo realizado por Carlos A Warren. "Emancipación Económica Americana", hacia 1948. El mismo resume las estadísticas de la gran corriente migratoria que desde Europa y alrededores llego a la Argentina en las tres ultimas décadas del siglo XIX y las dos primeras del siglo que le sucedió. Esos millonarios saldos migratorios, son las que aun dan sustento a la creencia que los "argentinos venimos de los barcos". Casi simultáneamente al libro de Warren, se produjo el ultimo aluvión migratorio ligado a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, que aunque de menor entidad cuantitativa, reforzó en términos de idiosincrasia a los anteriores inmigrantes, que ya iban por la segunda generación de descendientes argentinos. Poco tiempo antes de este trabajo(profuso en información) de Warren que comentamos, en ocasión de las jornadas del 17 de octubre, se produciría, con motivo de las manifestaciones de apoyo al entonces Coronel Peron, la impresión por parte de los sectores tradicionales del pais, que habían aparecido lo que ellos estigmatizarían como "cabecitas negras", aludiendo a muchos de los seguidores de Peron, criollos migrantes del interior, que habían llegado a los arrabales de Buenos Aires, atraídos por el proceso de industrialización que se habia insinuado a finales de la década del treinta. Sin perjuicio de recordar que pensadores como Raúl Scalabrini Ortiz, los caracterizaran "el substrato de la Patria sublevada", el estigma de "cabecitas negras" fue adoptado por los partidarios de la Argentina tradicional y muchos de los descendientes de inmigrantes europeos, que se habían asimilado a ellos. Ese mismo fenómeno fue asumido desde otra perspectiva como algo dignificante. Es asi como Eva Peron, simplemente Evita, denomino desde el afecto "grasitas" a los "cabecitas negras".

A medida que avanzaba el tiempo y por un cumulo de factores, que los demógrafos han profundizado, se fueron produciendo dos fenómenos simultáneos. Los descendientes de inmigrantes, adaptaron las pautas de natalidad, de algun modo sugerida por lo que se denomino "el american way of life"- la famosa "familia tipo"- incluso con la maternidad atrasada. Esa pauta se acentúo por la adopción como pauta cultural de los métodos anticonceptivos por este sector no mayoritario pero dominante de la Argentina formal. Los "grasitas", tanto los que habían migrado a las metrópolis argentinas, como los que permanecían en sus habitats seguían con sus pautas de natalidad de maternidad temprana y mucha descendencia.

Fueron los comentarios, que desde Estados Unidos, comenzaba a suscitar la "hispanización", de ese pais (hay actualmente casi tantos hispanohablantes alli como habitantes en la Argentina), los que nos estimularon a percibir que en la Argentina se estaba produciendo un proceso de "latinoamericanización".

Es decir que los criollos, de base aborigen distante, iban retomando un carácter crecientemente mayoritario con todas las implicancias socioculturales que ello comporta y que estimo los ocupantes de la Argentina formal (mayoritariamente los descendientes de los "venidos de los barcos"), tienen en mi óptica problemas de asimilarlas.

Aun asumiendo, que el relevamiento censal pueda ser considerado imperfecto, atento el momento argentino en que se tomo la encuesta, y sin soslayar nuestra condición de censista que hizo "observación participante"(método de trabajo empleado por los antropólogos), creemos que la tendencia a la "latinoamericanización" se ha acentuado: Esto tendría cuatro vertientes: Sin arriesgarnos a orden de importancia alguno, creemos que esas cuatro vertientes son: la declinante tasa de natalidad de los descendientes de los "venidos de los barcos"; la propensión de los descendientes de los "venidos de los barcos" de irse del pais por motivos políticos, sociales y económicos; el mantenimiento de altas tasas de natalidad por parte de los habitantes de las provincias del denominado "Norte Grande" asi como algunas provincias patagónicas (exceptuado a Tierra del Fuego, que tiene un alto crecimiento por migraciones que llegaron alli desde el interior argentino); y la llegada de migraciones provenientes de países fronterizos con la Argentina, con excepción de Brasil, a la que se suma la migración peruana.

Esta migración de personas desde Bolivia. , Paraguay, Chile y Perú (no asi la proveniente del Uruguay), es del mismo sesgo mestizo que las migraciones internas y con similares pautas culturales, tal cual lo habia entrevisto Kusch en sus investigaciones en Bolivia y Perú.

El encuentro físico de estas migraciones fronterizas con las migraciones internas se viene produciendo en todo el pais y particularmente en el área metropolitana de buenos Aires. El producto cultural de ese encuentro es la proliferación de la música bailantera, cuyo ultimo producto es la "cumbia villera".

De todo el panorama que aquí he relatado sucintamente, tuve testimonios en mis vivencias como censista. A ello agrego mis reflexiones analizando la cédula censal.

Estos resultados preliminares, asi como las vivencias propias sobre el particular, me llevan una vez mas a insistir en la necesidad que los actuales ocupantes de la Argentina formal e institucional, en gran parte ligados a la universidad, consideren que en la Argentina, hay una franja ya mayoritaria y creciente que discurre su cotidianidad, bajo pautas muy distintas a la que ellos han absorbido tanto de sus tradiciones familiares como de las instituciones educativas y los medios de comunicación sumamente inducidos por la llamada cultura "occidental".

Soy de los que piensan que esta dicotomía entre la Argentina formal "occidentalizada", aun a cargo de la Argentina institucional(publica y privada), y la Argentina "grasita, morena y latinoamericana", que maneja otras categorías lógicas basadas en la negación, en el silencio y en la "fagocitación", es una fuente de desencuentros, cuya principal responsabilidad caería sobre los ocupantes de la Argentina formal, que muchas veces con la mejor de las intenciones viene queriendo "civilizar" a la "barbarie" que creen ver en sus compatriotas mestizos. El camino de convivencia seria comenzar a respetar escrupulosamente sus idiosincrasias. Es muy probable que esa aceptación, que postulamos reciproca, contribuiría a abordar la crecientemente compleja problemática que pareciera endémica para estas latitudes.

Buenos Aires(domingo, 25 de Noviembre de 2001)