PEDOFILIA
La
pedofilia subyace bajo la categoría de parafilias.
Las parafilias están caracterizadas por exitación sexual con objetos o
situaciónes que no son parte de los patrones de exitación sexual normativos. En muchos casos éstos patrones interfieren con la actividad
sexual afectiva y reciproca (quiere decir, con los demás).
La
palabra pedofilia se origina del griego “amor a los ninos”.
Es un desorden psicosexual escencialmente caracterizado por la fantasía
o actividad sexual con un menor de edad que no halla llegado a la pubertad.
Para el pedofilo éste es su método exclusivo de lograr exitación y
algunas veces satisfacción sexual. No
todos los pedofilos necesitan envolverse en actos sexuales como tal para obtener
placer.
Los
pedifilos utilizan diferentes tipos de técnicas para conseguir su exitación
sexual o llevar a cabo cualquier fantasía que tengan.
Una de éstas maneras es tocar el pelo del niño o niña, acariciandolo
de manera repetitiva pero tierna. Tener
fisicamente cerca al menor mientras el individuo se maturba, a la misma vez pude
que toque los genitales del niño o
la niña. Mirar al menor sin que se
dé cuenta, esto se conoce como “voyeur” en inglés.
Ésto mientras el individuo se maturba.
Una manera diferente es animar al menor a que se toque sus genitales
mientras el adulto lo mira. En el
peor de los casos el ofensor atentará
la intromisión (sexual) con el menor, aunque ésto no es la norma, en realidad
se supone que es lo menos que ocurre.
Los
pocos estudios hechos sobre pedofilia han podido definir varias categorías de
ofensores. El primer
tipo es el Ofensores psicológicamente
inmaduros. Son individuos con
dificultad para relaciónarse con personas de su propia edad y quienes
obviamente se sienten sexualmente comodos con niños y niñas.
En la mayoría de los casos conocen al menor envuelto.
Los Pedofilos impulsivos bajo estrés son otra categoría.
Éste tipo de ofensor recurre a la pedofilia en momentos de problemas,
depresiónes u otro tipo de dificultades emocionales y personales.
Por lo general este tipo de ofensor no está relaciónado con la víctima.
La tercéra categoría, Hombres con experiencias sexuales con jovenes.
Éstos hombres han experimentado experiencias tempranas con muchachos
jovenes (po ejemplo en reformatorios) y no han podido progresar sexualmente
desde ese punto. Éste tipo de
pedofilo tienden a ser abusivos cuando se encuentran en su acto sexual y ven películas
pornográficas que envuelvan jovenes. Tambien
buscan jovenes vulnerables para satisfacerse, deben sentir que tienen control.
La última categoría es el Pedofilo de personalidad antisocial.
Éstas personas buscan a los niños y niñas para probar nuevas
experiencias sexuales. El
comportamiento de éste tipo de pedofilo por lo general es de componentes
agresivos y sexuales. Por lo
general el menor envuelto en éste tipo de actos resulta fisicamente lastimado.
Algunos
investigadores han encontrado una psicopatología severa adicional en algunos
pedofilos (alcoholismo, ezquizofrenia, desordenes mentales organicos, etc.) en
ellos se pudo notar un factor inhibidor al momento de envolverse en el acto
sexual.
Otro
dato fue que las razónes, motivos o dinámicas específicas por las cuales un
individuo incurre en la pedofilia varían
significativamente de persona en persona. A
pesar de estos datos la pedofilia
se sigue viendo de la misma manera ante los ojos de la sociedad, con repudio.
Sobre
la pedofilia hay muchos mitos que muchos en la sociedad dan por ciertos.
Algunos de estos se discuten a continuación.
Mito
#1 “Todos los pedofilos son
hombres”
La triste
realidad es que hombres y mujeres por igual
pueden ser pedofilos. La creencia
de que solo los hombres son pedofilos ha sido creada por los mismos medios de
comunicación. Son los medios los
que deciden enfatizar más en los casos de abuso infantil por hombres.
La mayoría de los casos en los que las mujeres son las ofensoras no se
fraguan en publico ya que los abusos por hombres llaman más la atención.
Mito
#2 “Los pedofilos son sadistas”
Es muy raro el
caso pues generalmente lo que los pedofilos quieren es una relación afectiva
con el menor y no desean utilizar la fyerza para hacerlo.
En los casos en los que hay sadismo envuelto es por que quizás hay
alguna otra patología presente.
Mito
#3 “Los niños y niñas temen
a los pedofilos”
Regularmente los
pedofilos conocen a sus victimas y la mayoría accede a los encuentros que
tienen con los ofensores. Según
los pedofilos los niños los “quieren” pues ellos tratan de hacer todo lo
posible para que los niños y niñas se sientan bien.
Es
todavía algo incierto el como se desarrolla una desviación sexual de ésta
indole. Segun Clarke Institute hay
varias teorías de como esto ocurre. Una
de ellas dice que los pedofilos nacen con caracteristicas genéticas distintas.
Otra sugiere que los pedofilos han experiemntado relaciónes sexuales con
adultos durante su niñez. De todos
modos no todas victimas de pedofilia crecen con intereses sexuales anormales, la
mayoría desarrolla preferencias sexuales saludables.
Para los individuos coin éste tipo de desorden existen varios tipos de
tratamiento. Uno de ellos es
administrar medicamentos que disminuyan el deseo sexual temporeramente.
Terapias grupales o individuales tambien se pueden usar dependiendo del
individuo. En conjunto a esto
los pedofilos en tratamiento deben dar cuentas por todos los movimientos que
hacen, son monitoreados muy de cerca para aseguar que no tengan contacto no
supervisado con menores.