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El Creador y su Creacion
Desde las
primeras palabras del Génesis “En el principio creó Dios los cielo y la
tierra” y las últimas palabras del Libro de Apocalipsis “Ven Señor Jesús”,
se encierra toda la historia de la creación del universo para todo aquel que
cree. El que no cree se lo pierde todo. El que no cree en Dios no puede creer
en sí mismo. El que no cree que fue Dios el que hizo el universo y creó la raza
humana, cree en la teoría de que el hombre desciende del mono, y ¿cómo vamos a
pensar que se puede confiar en un descendiente de un animal? Nosotros creemos
que nuestro Dios creó el universo y nos creó a nosotros a su imagen y
semejanza, como está escrito en las Sagradas Escrituras. Preguntamos a los que
creen ser descendientes del mono o de
una amiba, ¿quién hizo entonces al mono y a la amiba? ¿Quién creó el ambiente
para que tanto el mono como la amiba pudieran reproducirse?
Los creyentes
en Cristo no tenemos que hacernos esas preguntas porque sabemos que nuestro
Dios es eterno, Él es el Alfa y la Omega, el principio y el fin, y lo creó
todo. Así lo confirma el apóstol Pablo: Cristo es la imagen del Dios
invisible, el primogénito de toda creación, porque en Él fueron creadas todas
las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo
fue creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes que todas las cosas, y
todas las cosas en él subsisten. Él es también la cabeza del cuerpo que es la
iglesia, y es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en
todo tenga la preeminencia, porque al Padre agradó que en él habitara toda la
plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que
están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante
la sangre de su cruz. (Co. 1:15-20)
A los que
creen descender del mono preguntamos, ¿por qué si el hombre desciende del mono,
no tiene el mono dominio sobre el hombre?. ¿Cómo es posible queque el ser
humano tenga la capacidad mental y física
para pensar, crear e inventar todos los adelantos que hay en el mundo y
ser libre, y sin embargo el mono tiene que vivir en la jungla o enjaulado,
sometido totalmente al hombre? El Salmista conocía la diferencia entre el
hombre y un animal cuando escribió: Jehová, hasta los cielos llega tu
misericordia y tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Tu justicia es como los
montes de Dios; tus juicios, abismo grande. Tú, Jehová, al hombre y al animal
conservas. ¡Cuán preciosa, Dios, es tu misericordia! ¡Por eso los hijos de los
hombres se amparan bajo la sombra de tus alas! Serán completamente saciados de
la grosura de tu Casa y tú les darás de beber del torrente de tus
delicias, porque contigo está el
manantial de la vida; en tu luz veremos la luz. (Sal. 36:5-9)
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