Sistema digestivo 

downloaded from
Trabajos Prácticos
https://members.tripod.com/~fatiga/index.htm
 
 
EL APARATO DIGESTIVO DEL HOMBRE
 
      El aparato digestivo en el hombre comprende:
· El tubo digestivo, formado por la boca, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso, el ano.
· Las glándulas anexas, que son las glándulas salivales, el hígado, el páncreas.
 
 
Estructura del tubo digestivo
 
      Está formado por cuatro capas que, de adentro hacia fuera son:
· La mucosa, que presenta una capa externa, el epitelio pavimentoso estratificado y una capa conjuntiva profunda, la dermis o corion.
· La submucosa, formada por tejido conjuntivo.
· La muscular, formada por fibras musculares lisas.
· Serosa o adventicia, formada por tejido conjuntivo; es adventicia en los órganos situados por arriba del diafragma, y serosa, dependiente del peritoneo, en los órganos situados por debajo del diafragma.
 
Descripción de los órganos del tubo digestivo
 
La boca
 
      La boca está situada por debajo de las fosas nasales y tiene forma cuboidea, por lo que presenta seis paredes:
· Una pared superior o bóveda del paladar o paladar duro, formado por los huesos maxilares superiores y los palatinos.
· Una pared inferior o piso formada por músculos. De su parte posterior sobresale la lengua y en su parte anterior un pliegue mucoso ubicado entre el piso y la lengua es el frenillo de la lengua.
· Dos paredes laterales formadas por las mejillas.
· Una pared anterior formada por los labios superior e inferior que se unen a los lados formando las comisuras labiales y limitan el orificio bucal.
· Una pared posterior constituida por el velo del paladar, tabique músculomembranoso que prolonga por detrás al paladar. De la parte media del velo del paladar se desprende la úvula o campanilla y, a los lados, los pilares del paladar, que son dos pliegues mucosos de cada lado, uno anterior y otros posterior; limitan a las amígdalas y terminan en la lengua y en la faringe. Debajo del velo del paladar se encuentra el istmo de las fauces y orificio limitado por el velo, la lengua y los pilares anteriores y comunica la cavidad de la boca con la faringe.
Dentro de la boca se encuentran la lengua y los dientes y desembocan en ella los conductos de las glándulas salivales.
La lengua está formada por músculos y dotada de gran movilidad.
Los dientes son órganos muy duros implantados en los alvéolos dentarios. Un diente presenta tres partes:
· La raíz, de color amarillento, que está ubicada en el alvéolo dentario.
· La corona, parte libre, blanca y brillante.
· El cuello, región más estrecha situada entre la raíz y la corona, coincidiendo con el borde de la encía.
      Estructuralmente un diente está formado por el marfil o dentina, que es una sustancia muy dura y calcificada revestida por el esmalte en la zona de la corona y por el cemento en la raíz. En el interior del diente existe una cavidad central o cavidad pulpar que aloja a la pulpa que contiene a los vasos y a los nervios dentarios.
      Existen cuatro clases de dientes:
· Los incisivos, que poseen la corona cortada en bisel y una sola raíz. Son cuatro en cada mandíbula.
· Los caninos, que tienen la corona cónica en punta y una sola raíz larga. Son dos en cada mandíbula.
· Los premolares, que tienen la corona con dos salientes o tubérculos y una raíz simple o bifurcada. Son cuatro en cada mandíbula.
· Los molares, que tienen la corona con cuatro o cinco salientes o tubérculos y dos, tres, o cuatro raíces. Son seis en cada mandíbula.
      En el adulto hay treinta y dos dientes distribuidos de igual forma en ambas mandíbulas.
      El niño, en la primera infancia, tiene sólo veinte dientes, llamados dientes de leche o temporarios, que comienzan a caer alrededor de los seis años y son reemplazados por los dientes definitivos, comenzando por los incisivos, caninos y primeros molares.
      Entre los doce y catorce años comienzan a salir los segundos molares y entre los dieciocho y veinticinco años se completa la dentición con los terceros molares o muelas de juicio.
 
La faringe
 
      La faringe es un conducto muscular y membranoso que se encuentra situado por delante de la columna vertebral, desde la base del cráneo hasta la sexta o séptima vértebra cervical, límite donde se continúa con el esófago. Mide catorce centímetros de largo y presenta cuatro paredes.
 
Partes de la faringe
 
      En el conducto de la faringe se distinguen
· Una pared anterior, que presenta, de arriba hacia abajo, las coanas u orificios que la comunican con las fosas nasales, el istmo de las fauces, que la comunica con la boca, y la glotis, que la relaciona con la laringe y que durante la deglución se cierra por la acción del cartílago llamado epiglotis.
De acuerdo con estas relaciones, la región superior se llama nasofaringe, la media bucofaringe o bucal y la inferior laringo-faringe o laríngea.
· Una pared posterior que está en relación con la columna vertebral.
· Dos paredes laterales que están relacionadas con la glándula tiroides y el paquete vásculo-nervioso del cuello. En las paredes laterales y hacia arriba se encuentran los orificios de la trompa de Eustaquio, conducto que la comunica con el oído medio.
 
El esófago
 
El estómago es la porción más ensanchada del tubo digestivo; se los compara por su forma con una J. Mide veinticinco centímetros de largo, doce centímetros de ancho y su capacidad es de alrededor de mil quinientos centímetros cúbicos. Está situado por debajo del diafragma y se comunica por arriba con el esófago, por el orificio llamado cardias y por abajo con el duodeno, por el orificio llamado píloro, con una válvula y un espesamiento muscular circular, el esfínter pilórico, que regula la apertura y el cierre del orificio.
El estómago presenta:
· Dos caras: una ántero-superior y otra póstero-inferior.
· Dos bordes: uno derecho cóncavo o curvatura menor, y uno izquierdo convexo o curvatura mayor.
· Dos extremidades: una superior con el cardias y otra inferior con el píloro.
· Dos abultamiento: una tuberosidad mayor y una tuberosidad menor.
La capa mucosa que tapiza la superficie interna del órgano posee numerosas glándulas gástricas tubulares y microscópicas (alrededor de cinco millones) que segregan el jugo gástrico o estomacal, el cual contiene ácido clorhídrico y enzimas.
La capa muscular está formada por fibras longitudinales, circulares y oblicuas que permiten los movimientos del estómago y la progresión del alimento.
 
El intestino delgado
 
      El intestino delgado es un conducto cilíndrico que mide aproximadamente de siete a ocho metros de largo y tres centímetros de ancho. Debido a su longitud está plegado sobre sí mismo formando las asas intestinales o circunvoluciones. Comprende dos porciones:
· El duodeno, que tiene la forma de C, abraza la cabeza del páncreas y mide veinticinco centímetros. Es fijo y está adherido a la pared posterior del abdomen. En su interior presenta dos eminencias:
- La carúncula o papila mayor, en cuyo interior se encuentra una cavidad llamada ampolla de Vater, donde desembocan el conducto excretor del hígado, el conducto colédoco que conduce la bilis al intestino y el conducto pancreático principal, conducto de Wirsung, que conduce el jugo pancreático.
- La carúncula o papila menor, donde desemboca el conducto accesorio del páncreas.
· El yeyuno-íleon mide de seis a ocho metros, continúa al duodeno y luego de varias vueltas (asas intestinales) llega a la fosa ilíaca derecha, donde se comunica con el intestino grueso por medio de un orificio provisto de la válvula iliocecal.
La mucosa del intestino delgado tiene aspecto aterciopelado y presenta las válvulas conniventes, las vellosidades intestinales y las glándulas intestinales.
Las válvulas conniventes son pliegues (entre ochocientos y novecientos) que presenta la mucosa del intestino delgado y cuya misión es aumentar la superficie de secreción y de absorción.
Las vellosidades (de diez a once millones) son pequeñas eminencias filiformes de un milímetro de largo que le dan el aspecto de aterciopelado que tiene la mucosa; están constituidas por un armazón de tejido conjuntivo, revestido por el epitelio. En él se encuentran vasos sanguíneos (capilares arteriales y capilares venosos), nervios y un capilar linfático central que es el vaso quilífero.
Las glándulas son microscópicas y están encargadas de segregar el jugo intestinal. Las que se encuentran exclusivamente situadas en el duodeno son las glándulas de Brünner; las glándulas de Lieberkhün se encuentran distribuidas en todo el intestino delgado. Entre las glándulas se encuentran las placas de Payer, que son formaciones linfoideas.
La masa muscular del intestino delgado comprende dos capas: la externa, de fibras longitudinales, y la interna formada por fibras circulares que permiten los movimientos del intestino.
 
El intestino grueso
 
      El intestino grueso mide aproximadamente un metro y medio de longitud y ocho centímetros de diámetro. La superficie externa está recorrida por tres bandas o cintas musculares que "tiran" de sus paredes, formando pliegues (semilunares) y abolladuras. Se extiende desde la válvula iliocecal hasta el ano y comprende varias porciones:
· El ciego, de forma en fondo de saco o bolsa, presenta el apéndice iliocecal.
· El colon, que se divide en ascendente, transverso, descendente, sigmoideo.
· El recto, que termina en el ano.
· El ano, que tiene un músculo en forma de anillo llamado esfínter anal.
      El intestino grueso no tiene en su parte interna válvulas ni vellosidades y su mucosa no segrega enzimas digestivas.
 
Las glándulas digestivas anexas
 
      Las glándulas digestivas anexas son:
      Las glándulas salivales, que vierten la saliva en la boca. Algunas son muy pequeñas, microscópicas y otras son grandes y comprenden tres pares:
· Las parótidas, ubicadas por debajo y delante del conducto auditivo externo y de la articulación del hueso temporal con el hueso maxilar inferior (articulación témporo maxilar). Son las más grandes, pesan alrededor de treinta y cinco a cuarenta gramos; son de color gris rosado y su conducto excretor es el conducto de Stenon, que se abre a la altura del segundo molar superior.
La saliva que producen es rica en agua y tiene la enzima llamada ptialina.
· Las submaxilares, de color gris amarillento, que pesan entre siete y ocho gramos y, como lo dice su nombre, están situadas por debajo del cuerpo del maxilar inferior. Su conducto excretor es el conducto de Wharton, que desemboca en el suelo de la boca junto al frenillo de la lengua. La saliva contiene abundante mucus.
· Las sublinguales son las más pequeñas y están situadas por debajo de la lengua y presentan varios conductos con los cuales vierten su saliva, que contiene mucho mucus, en el suelo de la boca.
      El hígado es la glándula más grande del cuerpo; su forma se compara a la de un ovoide irregular aplanado con el eje mayor transversal. Sus dimensiones son: diámetro transversal veintisiete centímetros, diámetro anteroposterior diecisiete centímetros, diámetro vertical siete centímetros. Su peso es de alrededor de un quilo y medio y su color es rojo oscuro. Está ubicado en la parte superior derecha del abdomen. Exteriormente se consideran en él tres caras:
· La cara ántero-superior convexa y en relación con el diafragma.
· La cara inferior cóncava. En ella se notan tres surcos, el derecho, el izquierdo y el transversal, que la dividen en cuatro lóbulos: el derecho que es el mayor, el izquierdo, el cuadrado y el lóbulo de Spiegel. En el surco transversal está el hilio del hígado o lugar por donde entran y salen los vasos sanguíneos, los linfáticos, los nerviosos y los conductos excretores, y en el surco derecho, en la parte anterior, está ubicada la vesícula biliar.
· La cara posterior se apoya sobre el riñón derecho.
Está tapizado por una capa de tejido conjuntivo: la cápsula de Glisson, que penetra al interior del órgano por el hilio siguiendo los vasos sanguíneos y se ramifica con éstos. La glándula hepática se divide en un gran número de lobulillos hepáticos (alrededor de un millón), que son las unidades estructurales y funcionales. Dentro de los lobulillos hepáticos se encuentran las células hepáticas o hepatocitos que producen la bilis, la cual sale del hígado por el conducto hepático; este conducto se comunica con el conducto cístico que sale de la vesícula biliar (donde en forma transitoria se almacena la bilis) y juntos forman el conducto colédoco, que desemboca en el duodeno en la ampolla de Vater.
La bilis es un líquido amarillo verdoso formado por agua, pigmento biliar, mucus, sales biliares, colesterol, grasas, sales minerales y urea. Es elaborada continuamente por el hígado, pero es excretada al exterior durante el proceso de la digestión. No posee enzimas.
Además de la formación de la bilis (función digestiva) el hígado cumple otras importantísimas funciones que se considerarán más adelante.
El páncreas es de color blanco amarillento, profundamente situado en la cavidad abdominal y unido al duodeno, en cuya asa está albergado. Mide quince centímetros de largo, tres a cuatro centímetros de ancho, y dos a tres centímetros de espesor.
Presenta tres porciones: la cabeza, el cuerpo y la cola. Es una glándula de aspecto arracimado que pesa setenta gramos y tiene dos conductos excretores:
· El conducto de Wirsung o conducto pancreático, que conduce el jugo pancreático (lo producen los acinos pancreáticos), recorre todo el páncreas longitudinalmente y desemboca en la ampolla de Vater en el duodeno junto al conducto colédoco del hígado; el jugo pancreático, que actúa en la digestión, contiene agua y varias enzimas específicas.
· El conducto accesorio o de Santorini, que desemboca un poco más arriba del conducto de Wirsung y conduce la insulina y otras hormonas que regulan la cantidad de glucosa que circula en la sangre. En este caso la actividad del páncreas es la de glándula endocrina.
 
LA DIGESTION
 
      Digerir significa romper, destruir, analizar. Esto es la función digestiva. Su objeto es transformar las partículas grandes de los alimentos complejos, que a diario ingresan a los organismos animales, en otras más pequeñas y simples para que puedan ser atacadas por los jugos digestivos, ingresar a la estructura celular transformándose en fuentes calóricas y energéticas y de reposición de la propia materia viviente.
      En todo proceso digestivo se combinan fenómenos físicos y fenómenos químicos.
      Los fenómenos físicos actúan:
· disminuyendo el tamaño de los alimentos,
· permitiendo su traslación de un órgano a otro,
· permitiendo su difusión a través de las membranas,
· permitiendo su incorporación al medio interno.
Los fenómenos químicos actúan:
· desdoblando las complejas moléculas de alimentos orgánicos (proteínas, hidratos de carbono y grasas) en sustancias básicas de su estructura: aminoácidos en las proteínas, glucosa en los hidratos de carbono y ácidos grasos y glicerina en los lípidos.
 
 CÓMO SE PRODUCEN ESTOS FENÓMENOS QUÍMICOS EN LA DIGESTIÓN
 
      La digestión química se realiza en presencia de sustancias llamadas fermentos, diastasas o enzimas, también llamadas catalizadores orgánicos o biocatalizadores.
 
Características de las enzimas
 
· Son de naturaleza proteínica. Se elaboran en las glándulas anexas (salivales, páncreas) o en los órganos (boca, estómago e intestino). Su acción es modificar el tiempo de reacción; es decir, que no intervienen en los productos finales de la reacción sino que la aceleran. En ausencia del fermento la reacción tardaría mayor tiempo en producirse.
· Pequeñas cantidades de enzimas producen grandes efectos (poca cantidad de amilasa pancreática actúa desdoblando los almidones que se ingieren).
· Son específicas, es decir, actúan sobre un solo tipo de estructura molecular (enzimas proteolíticas por ejemplo). 
 · Necesitan de un determinado grado de calor (el frío disminuye su actividad, así como el calor excesivo).
· Actúan sobre un mismo medio. El medio puede ser ácido, neutro o básico y se define por el Ph o potencial de hidrógeno. Se mide en una escala que va de 0 a 14; 7 es el punto neutro. De 7 a 0 aumenta la acidez y de 7 a 14 la alcalinidad. Por ejemplo, la pepsina trabajo sobre las proteínas en un medio estomacal ácido.
 
Denominación de los fermentos
 
Generalmente reciben nombres propios; por ejemplo pepsina. El nombre puede construirse haciendo terminar en asa el nombre del compuesto sobre el que actúan, por ejemplo: sacarasa sobre la sacarosa.
Agrupando las sustancias sobre las que actúan (por ejemplo carne, queso, clara de huevo), con el nombre del compuesto químico predominante (proteínas, en este caso) y atendiendo a los fermentos que las descomponen, se usa la terminación lítico y se forma una sola palabra. Por ejemplo, fermentos proteolíticos.
 
El hombre frente a los alimentos
 
      El hombre es el único ser de la creación que come aun sin necesidad; muchas veces lo hace por gula (le gusta comer, es feliz ingiriendo el alimento que apetece) o por costumbre (respeta sus comidas habituales sin sentir necesidad de hacerlo) y bebe por gusto, aun sin tener sed.
      Sin embargo, el organismo tiene mecanismos reguladores de la necesidad de comer y de beber:
· El apetito, sensación placentera que nos invita a comer. Es un reflejo involuntario que se produce ante el recuerdo del alimento, el hábito de la hora, la vista o el aroma de un manjar. Por un camino nervioso se excita la mucosa gástrica y ésta comienza a segregar jugo gástrico de apetito.
· El hambre. Cuando el apetito no es satisfecho, la sensación se torna dolorosa, por la acumulación de jugo gástrico en el estómago vacío y la contracción violenta de sus paredes listas para mover el alimento. El dolor se calma apretando con las manos las paredes del estómago, si no hay posibilidad de ingerir alimento. Luego de un tiempo el hambre desaparece porque el reflejo deja de actuar.
· La sed es el deseo o la necesidad de ingerir líquido (agua) que se manifiesta por la sequedad de las mucosas.
 
El proceso de la digestión
 
      En cualquier dieta ingresan sustancias orgánicas e inorgánicas. Estas últimas no necesitan ser digeridas; por su constitución, son directamente asimiladas.
      En el proceso de la digestión debe seguirse el paso de las sustancias ingeridas a través de todos los órganos del aparato digestivo.
      La masticación es la acción de las piezas dentarias sobre los alimentos. Su función es la de reducirlos a partes más pequeñas para que haya mayor superficie de contacto con la saliva.
      La insalivación es la acción de la saliva sobre los alimentos. La saliva es la síntesis de la secreción de las glándulas salivales, que alcanzan a producir alrededor de un litro y medio diariamente.
      En su composición química se encuentran:
· El agua, que hidroliza los alimentos y sales minerales.
· Un fermento: la ptialina, que actúa sobre el almidón hidrolizado por el agua, desdoblándolo en maltosa.
· La mucina, que aglutina los alimentos, permitiendo la formación del bolo alimenticio.
La deglución, que se produce cuando se ha formado el bolo alimenticio; la punta de la lengua se eleva apoyándose en el paladar, para empujar el bolo hacia atrás, en busca de la faringe. En este momento, la epiglotis protege la laringe para facilitar la entrada del bolo alimenticio a la faringe. Queda así libre el conducto por donde desciende el bolo. Es el último acto voluntario del hombre frente al proceso digestivo.
 
La digestión en el esófago
 
      De la faringe, el bolo alimenticio pasa al esófago. Este órgano cumple con una función conductora. El descenso se produce por la contracción de las distintas capas musculares; la contracción se alterna con la dilatación (movimientos peristálticos).
 
La digestión en el estómago
 
      Cuando el bolo alimenticio llega al estómago, gracias a que se dilata el anillo muscular del cardias y éste se abre, el alimento ingresa a la cavidad estomacal; como el esfínter pilórico está cerrado, el bolo alimenticio queda, durante esta etapa digestiva, dentro del estómago de tres a cuatro horas (cuando las condiciones del proceso son normales).
      En el estómago hay que distinguir:
· La digestión mecánica, que se efectúa por el movimiento en tres direcciones de las paredes, debido a las fibras musculares que contienen. Estos movimientos son peristálticos, de flujo y reflujo. Su fin es el de hacer que el alimento contacte con las paredes del estómago en busca del jugo gástrico.
· La digestión química, producida por acción del jugo gástrico; segregado por la mucosa gástrica que elabora entre dos y tres litros de jugo gástrico (con diferentes niveles: poco con el apetito y más cuando recibe el bolo alimenticio), estimulada por los alimentos sobre las paredes del estómago.
 
El jugo gástrico
 
      Está constituido por:
· el agua, que ablanda los alimentos;
· el mucus, que lubrica las paredes de la mucosa, protegiéndolas de la acidez del HCL;
· el ácido clorhídrico, que acidula el medio para que actúen los fermentos que necesitan de un Ph ácido y además tiene unción antiséptica;
· los fermentos: la pepsina, que actúa sobre las proteínas, rompiendo en parte las moléculas hasta transformarlas en proteosas, peptonas y algunos polipéptidos; la lipasa, que inicia levemente la digestión de las grasas; el lab, cuajo o renina, que coagula la caseína de la leche, separándola del resto de los componentes para que pueda ser digerida por la pepsina (este fermento abunda en la época de la lactancia).
El producto final de la digestión gástrica es el quimo, una sustancia semilíquida en la que sus componentes orgánicos están semidigeridos; a ellos se suman restos de fermentos, ácido clorhídrico, agua y sales minerales.
El quimo ácido pasa a la primera porción del intestino delgado o duodeno a través del píloro, a intervalos.
El quimo estimula a la mucosa intestinal por su acidez y ésta a su vez produce secretinas, que activan al hígado y al páncreas.
 
Las secreciones
 
      La secreción biliar es el producto de la actividad del hígado. La bilis se elabora en las células hepáticas o hepatocitos y se acumula en la vesícula biliar. Llega al duodeno, a la ampolla de Vater, a través del conducto colédoco. Su presencia cambia la acidez del quimo, volviendo al medio alcalino. Está compuesta por agua, sales sódicas de los ácidos taurocólico y glicocólico, pigmentos (bilirrubina y biliverdina que resultan de la desintegración de la hemoglobina). Tiene reacción alcalina.
      El jugo pancreático es la secreción externa del páncreas; llega por el conducto de Wirsung a la ampolla de Vatter ya citada. Se compone de agua, sales (bicarbonato y cloruro de sodio); su Ph es de 8 a 8,3. Contiene fermentos; tripsina, amilasa y lipasa. Su reacción es alcalina.
      El jugo intestinal es el producto de secreción de las glándulas de la mucosa del intestino delgado. Contiene agua, células epiteliales, mucus, leucocitos; su reacción es alcalina. Su Ph es de 7 a 8,6. Contiene fermentos (peptidasa, disacarasa, maltasa, sacarasa).
      La secreción del jugo intestinal disminuye a medida que el quimo avanza hacia el intestino grueso.
      En el intestino delgado hay que tener en cuenta también la digestión mecánica y la digestión química.
      La digestión mecánica es debida a los movimientos que se presentan y que son:
· los movimientos peristálticos, para el progreso del quimo en la luz del órgano;
· los movimientos de segmentación rítmica, contracciones simultáneas de las fibras circulares; su función es desmenuzar el contenido intestinal para una mejor mezcla con el jugo intestinal;
· los movimientos pendulares o en vaivén, que sirven al mismo propósito que los de segmentación rítmica.
· La digestión química es producida por los productos de las secreciones:
· La bilis, que saponifica las grasas, es decir, las emulsiona, reduciéndolas a partículas pequeñas para facilitar su digestión.
· El jugo pancreático con sus enzimas.
La tripsina, que degrada las proteosas y peptonas a polipéptidos más simples.
La amilasa. La acidez del jugo gástrico inactiva la acción de la ptialina; la amilasa hidroliza los glúcidos que no atacó la ptialina, transformando al almidón en maltosa.
La lipasa, que desdobla los lípidos, que fueron emulsionados por la bilis, en ácidos grasos y glicerina.
El jugo intestinal, que actúa sobre los productos degradados por la tripsina, la amilasa y la lipasa pancreática.
Las peptidasas, que finalizan la digestión llevando los polipéptidos a aminoácidos.
Las disacarasas: la maltasa, que desdoblan la maltosa en glucosa; la lactasa, que desdobla la lactosa en glucosa y galactosa, y la sacarasa, que desdobla la sacarosa en glucosa y levulosa.
El producto final de la digestión intestinal es el quilo, que contiene las moléculas básicas de composición de los principios orgánicos, es decir, aminoácidos, azúcares como la glucosa y otros monosacáridos y ácidos grasos y glicerina, además de agua, sales minerales y otros productos como restos de alimentos no digeridos.
 
La absorción intestinal y la expulsión al exterior de las sustancias no asimilables
 
      El producto final de la digestión, moléculas sencillas logradas por la acción enzimática y los movimientos peristálticos que producen el progreso de éstas y las otras sustancias que acompañan la función digestiva, se enfrenta con un nuevo proceso: la absorción intestinal.
      La absorción intestinal. Las formaciones estructurales encargadas de absorber, es decir, de permitir el pasaje de las sustancias preparadas para la nutrición son las vellosidades intestinales del intestino delgado. A través de ellas se establecen dos rutas diferentes:
· Los aminoácidos y monosacáridos, transponiendo la barrera ingresan a la red capilar del sistema Porta, desde donde llegan al hígado y de allí, por las venas suprahepáticas, a la vena cava inferior continuando en el sistema de transporte.
· Los ácidos grasos y la glicerina transponen la barrera e ingresan a los vasos linfáticos, en forma de gotitas. Los vasos linfáticos pasan al conducto torácico para alcanzar el torrente sanguíneo sin pasar por el hígado.
Siendo necesario asegurar el aporte de materia prima para la vida celular, las vellosidades del intestino replegadas varias veces alcanzan a cubrir alrededor de cuatro mil metros cuadrados.
Por su parte, el estómago absorbe agua, sales, alcohol y drogas medicamentosas.
 
La digestión en el intestino grueso
 
      La estructura de su mucosa carece de vellosidades, es rica en mucus, tiene capacidad para absorber agua y en él se solidifican los restos digestivos que constituyen las heces o materia fecal (restos alimenticios, celulosa, microorganismos, gases, etc.). Las heces se acumulan primero en el ciego y en el colon ascendente; allí es donde las atacan las bacterias provocando la fermentación y putrefacción de las mismas.
      La acción de los microorganismos puede intensificarse en el apéndice cecal, dando origen a la apendicitis.
      El contenido intestinal es movido dos o tres veces diarias a través del intestino grueso hasta alcanzar el recto (su última porción) para ser expulsado al exterior.

PAGINA PRINCIPAL