2. EXIGENCIAS EN CLIMA Y SUELO
10. RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN
Familia: Compuestas
Especie: Cynara scolymus, L.
Sinonimias: Alcaucil
Origen: Norte de África y Sur de Europa.
Planta: Planta vivaz, que puede considerarse como bianual y
trianual, conservándose como vivaz en cultivos muy abandonados y con notable
decrecimiento de la producción. Tallos, erguidos, gruesos, acanalados
longitudinalmente y ramificados, con más de un metro de altura.
Sistema radicular: Extraordinariamente potente, que le permite adaptarse a una extensa gama de suelos. Se inserta en un rizoma muy desarrollado, en el que se acumulan las reservas alimenticias que elabora la planta.
Hojas: Largas, pubescentes, grandes de 0,9 a un metro de
color verde claro por encima y algodonosas por debajo. Los nervios centrales están
muy marcados y el limbo dividido en lóbulos laterales, a veces muy profundos en
las hojas basales y mucho menos hendidos en hojas de tallo.
Flores: Terminales muy gruesas, recubiertas por escamas
membranosas imbricadas y carnosas en la base constituyendo la parte comestible.
Fruto: Es un aquenio provisto de vilano, de forma oblonga y color grisáceo, que son considerados como la semilla de la planta, pesando el litro de 600 a 610 gramos y durando de seis a doce años su facultad germinativa.
2.
EXIGENCIAS EN CLIMA Y SUELO
2.1. EXIGENCIAS EN CLIMA
Unas adecuadas condiciones climáticas sen extremadamente
importantes en la producción de alcachofas. La alcachofa es una hortaliza de
invierno (temporada fría) y crece con máximo esplendor de temperaturas diarias
de 24º C y nocturnas de 13º C.
El rango de temperaturas adecuado para una buena cosecha de
alcachofas se sitúa entre 7-29º C, libre de heladas. De esta forma la planta
recibe la apropiada vernalización (la floración es inducida por el frío).
Durante el periodo de cultivo se debe evitar a toda costa que las plantas se
expongan a temperaturas por debajo de -3,8º C, pues la cosecha corre peligro de
arruinarse completamente.
Los climas cálidos y secos provocan las hojas del fruto
(brácteas) tiendan a abrirse rápidamente destruyendo la ternura de la parte
comestible y la consistencia del fruto. Las alcachofas entonces tienen un sabor
amargo y son poco atractivas en apariencia.
El tiempo frío daña fácilmente a la alcachofa. a
temperaturas cercanas o por debajo del punto de congelación (0º C), la parte más
externa de las hojas del fruto tiende a ampollarse, proporcionando primero un
aspecto blanquecino en la hoja que luego se volverá de color marrón parduzco.
Las lesiones superficiales causadas por el frío son estéticamente indeseables
pero no perjudican para nada la calidad culinaria del fruto.
Las plantas de alcachofa tienen un sistema radicular fuerte
y profundo que puede adaptarse a multitud de suelos, pero prefiere suelos
profundos arenosos, fértiles y bien drenados. Deben evitarse suelos ligeros
con excesivo drenaje y poca conservación de la humedad. Los suelos deben ser
llanos y estar libres de hierbas.
Soporta mal el exceso de humedad del suelo y puede
adaptarse a suelos con pH ligeramente alcalino. Es una planta resistente a la
salinidad, pero un exceso ocasiona necrosis en las brácteas internas y facilita
la proliferación de enfermedades como Botrytis y Erwinia.
Hasta hace muy poco tiempo casi todas las variedades
cultivadas en el mundo tenían una denominación geográfica, la de su lugar de
origen. Blanca de Tudela, Madrileña, Violeta de Provenza, Camus de Bretaña,
Romanesco, Espinoso Sardo, etc. Aún siguen siendo éstas con diferencia, las más
cultivadas.
Las variedades se diferencian principalmente por la forma
(esférica u oval), tamaño y color (verde o violeta) del capítulo y por la
precocidad (variedades de día corto, que necesitan haber pasado un período
invernal antes de emitir los capítulos o de día largo, capaces de producir en
otoño).
En España la variedad más cultivada, casi la única para
mercado nacional, es la Blanca de Tudela, de capítulo oval, más bien pequeño,
compacto y verde, que además, es muy temprana; es capaz de estar produciendo
todo el otoño e invierno, cuando la alcachofa se comercializa en fresco para
mercado interior o exportación, aunque sea en primavera cuando da la mayor
cosecha (la única en zonas frías), que se destina principalmente a
industrialización.
Para exportación se cultivan, en Murcia y Alicante otras
variedades: Violeta de Provenza, también de capitulo oval y temprana; Macau (
Camus de Bretagne o Blanc Hyèrois) de capítulo esférico muy tardías y también
alguna otra.
4.1.
Reproducción por semillas.
Es un procedimiento poco utilizado tradicionalmente para el
cultivo comercial, pero en los últimos años han aparecido variedades de
alcachofa cultivadas a partir de semilla. Hasta hace poco tiempo se crecía que
las alcachofas producidas a partir de cultivos de semilla eran de inferior
calidad. Sin embargo, tras las mejoras obtenidas, las alcachofas de semilla
pueden ser de una calidad excelente, tanto en aspecto externo como culinario,
además de las ventajas que aporta su utilización.
Con el cultivo mediante semilla la cosecha es anual, lo que
hace que este cultivo sea más atractivo a los agricultores. La rotación de
cultivos permite renovar la tierra cada año, eliminando plagas y enfermedades
que eran residentes en el suelo en los cultivos perennes. El empleo de semillas
permite el incremento de la densidad de plantación y por tanto incrementos en
la producción del 60-80% con respecto al cultivo tradicional. Los frutos no
tienen espinas y son más resistentes a abrirse cuando alcanzan la madurez
productiva.
4.2. Multiplicación por hijuelos.
Los hijuelos suelen tomarse entre febrero y marzo de las
plantas madres, seleccionando los más vigorosos. Se recortan sus hojas y raíces
y se plantan en viveros especiales, en líneas separadas entre sí 8-10 cm. Para
el transplante se seleccionarán aquellos hijuelos que han fructificado en le
vivero. este procedimiento proporciona plantaciones muy homogéneas y con pocas
marras pero es muy costoso.
4.3. Multiplicación por esquejes.
Es el sistema más empleado en el litoral mediterráneo.
Consiste en tomar de los pies madres sus rizomas, pudiéndose obtener de cada
pie madre 4-6 esquejes, que son plantados directamente en julio agosto.
Las alcachofas reproducidas por clones poseen graves
problemas de degeneración, que pueden ser eliminados mediante las modernas técnicas
de cultivo de meristemos. Entre los problemas destacan la aparición de
bacterias endógenas, vitrificación y muerte de la planta, etc. Pero la
multiplicación "in vitro" permite obtener variedades tardías más
sanas, vigorosas y productivas, sin marras de plantación. que compensan el
mayor coste de la planta.
5.1.
PREPARACIÓN DEL TERRENO
Al tratarse de un cultivo bianual o trianual, la preparación
del suelo debe ser lo más perfecta posible. El suelo se prepara mediante
labores profundas, que aseguren una buena permeabilidad y aireación del suelo
en profundidad. Posteriormente se efectúan sendos pases de frutilladora para
desmenuzar el terreno superficialmente.
El cultivo de alcachofas mediante semilla permite tanto el
transplante como la siembra directa, siendo este último el método más
extendido en las zonas productoras americanas. Los agricultores utilizan
sembradoras de precisión que dejan caer de 2 a 3 semillas cada dos centímetros,
con espacios de 60-90 cm en línea. El ancho del marco varía entre 1,5-2 m.
Utilizando marcos de anchura de 1,8 m y dejando 3 semillas cada dos centímetros
en una línea con espacios de 60 cm, se necesitan aproximadamente 27.000
semillas/ha (1 kg). Las temperaturas elevadas en el suelo pueden ocasionar que
el porcentaje de germinación decaiga notablemente.
Para plantas propagadas vegetativamente la plantación
suele hacerse en los meses de julio y agosto, trazando surcos separados entre sí
0,8-1,2 m y entre plantas 0,8 m. Se colocan dos hijuelos en cada golpe, con la
intención de suprimir más tarde el más débil de ellos dejando más que uno.
Los plantones no deben enterrarse mucho al hacer la plantación, pues con ello
se corre el riesgo de que se pudran. Se pueden alcanzar densidades de 9000
plantas/ha. Se evitará transplantar si la temperatura de la superficie del
terreno es fría, ya que el punto de crecimiento de la planta esta localizado
cerca de la superficie y el frío puede afectar considerablemente.
En el cultivo de la alcachofa destaca la realización de
estas otras labores:
Reposición de marras. Suele efectuarse con el tempero
proporcionado por el segundo riego. Con ello eliminamos aquellas plántulas que
no han
arraigado bien en el terreno tras el riego de plantación.
Recalzados y cavas.
Escarda química. Para el control de malas hierbas es común
el empleo de los siguientes herbicidas en preplantación: trifluralina,
metobromurón, metribuzina, metabenzotiazurón, etc. En posplantación se puede
emplear prometrina, linurón, nitrofene, simazina, etc. a las dosis recomendadas
por el fabricante.
Podas. Al realizarse la recolección del primer año, es
común realizar una poda severa a la planta cuando ésta a empezado a secarse,
para favorecer el desarrollo de los hijuelos que garantizan la producción del año
siguiente.
6. ABONADO
Y FERTILIZACIÓN
Las alcachofas necesitan menos fertilizantes que la mayoría
de los cultivos hortícolas, para obtener rendimientos altos. Para máximo
rendimiento se suelen utilizar:
Estiércol: 50-75 Ton/Ha. Abonado de fondo.
Nitrógeno (UNA 32): 112-224 Kg/ha. Aplicar 1/5 como
abonado de fondo y el resto a iguales y sucesivas aplicaciones.
Fósforo (P2O5): 56-112 Kg/ha. Abonado de fondo.
Potasio (K2O): 34-112 Kg/ha. Abonado de fondo.
En riego por goteo se suelen aplicar como abonado de fondo entre 35 y 56 Kg/ha de nitrógeno y la mitad de las cantidades anteriores de fósforo y potasio. El resto de fertilizante se aplica a intervalos semanales durante el cultivo
Extracciones periódicas de nutrientes de la alcachofa durante el ciclo de cultivo |
|||||
Intervalo |
N |
P2O5 |
K2O |
Ca |
Mg |
(días) |
kg/ha |
Kg/ha |
Kg/ha |
Kg/ha |
Kg/ha |
0 - 30 |
7,5 |
2,5 |
7,0 |
4,5 |
1,2 |
31 - 60 |
12,5 |
5,0 |
17,5 |
7,5 |
2,0 |
61 - 90 |
42,5 |
17,5 |
52,5 |
22,5 |
6,0 |
91 - 120 |
22,5 |
7,5 |
28,0 |
15 |
4,0 |
121-150 |
12,5 |
6,2 |
17,5 |
7,5 |
2,0 |
151-180 |
22,5 |
8,7 |
56,0 |
22,5 |
6,0 |
181-210 |
47,5 |
20,0 |
38,5 |
30 |
8,0 |
211-240 |
60 |
27,5 |
94,5 |
30 |
8,0 |
241-270 |
22,5 |
30,0 |
38,5 |
10,5 |
2,8 |
Total |
250 |
125 |
350 |
150 |
40 |
Las alcachofas requieren riegos frecuentes durante el
periodo de crecimiento de la planta. Es importante realizar un riego de plantación
que proporcione suficiente humedad para conseguir un buen arraigado. La carencia
de humedad en el suelo cuando los frutos están en formación provoca una mala
calidad de los mismos. Cuando la planta alcanza la madurez, el riego debe ser
continuo.
El riego de la alcachofa se puede efectuar mediante aspersión,
manta y goteo. El riego a manta es el más empleado. El riego a aspersión tiene
la ventaja de que crea un ambiente de humedad alrededor de la planta que
favorece el crecimiento y la producción. Las plantas de alcachofa son
susceptibles a la podredumbre de la raíz si el riego es excesivo, por lo que se
recomienda no regar a manta y si se efectúa, tratar de no inundar la parte del
tallo y la raíz.
8.1. Barrenador de la alcachofa.
Hydroecia xanthenes (=Gortyna xanthenes) es un lepidóptero
noctuido cuyas larvas penetran, tras mordisquear las hojas, por las nerviaciones
de las mismas; a continuación realizan galerías en los tallos, pudiendo minar
las propias inflorescencias y llegando a situarse en el sistema rizomático.
Las desinfección de esquejes, previa inmersión en un
caldo de insecticidas fosforados penetrantes como diazinón, fentión, malatión,
etc., es un sistema de evitar la propagación de la plaga.
Cuando se observa la eclosión de las larvas, se pueden
efectuar pulverizaciones con metomilo, fentión, fenitrotión, dimetoato, fosalón,
triclorfón, profenofos, cipermetrina, lambda-cihalotrina, deltametrina,
diclorvos, etc., teniendo siempre presente la normativa vigente sobre la
utilización de
insecticidas y respetando los plazos de seguridad.
8.2. Pulguilla de la alcachofa.
Las larvas del coleóptero halticino Sphaeroderma rubidum
devoran las hojas entre sus dos epidermis. Se combaten mediante pulverizaciones
de fosnet, metiocarb, decametrina, lambda-cihalotrina, etc.
Existen otras larvas de lepidopteros noctidos como la
rosquilla negra (Spodoptera littoralis) y los gusanos grises (Agrotis sp.), que
comen las hojas y cuellos de las plantas respectivamente. Se combaten mediante
pulverizaciones con clorpirifos, triclorfón, metomilo, lambda-cihalotrina, así
como cebos envenenados.
Los pulgones producen amarilleamientos, abarquillamientos,
etc., que se combaten con malatión, dimetoato, pirimicarb, bromofos,
heptenofos, piretroides, etc.
El apión de la alcachofa (Apion carduorum) es un coleópero
cuyas larvas realizan galería en las hojas y cabezuelas. Se combaten mediante
pulverizaciones de fosnet, metiocarb, decametrina, lambda-cihalotrina, etc.
Otro coleóptero es la casida verde de la alcachofa
(Cassida defflorata), cuyas larvas, de tronco espinoso, devoran la epidermis de
las hojas. Su control es similar al empleado para el apión.
La mosca de la alcachofa (Agromyza apfelbecki) realiza
galerías más o menos tortuosas en las hojas. Se combate mediante aplicaciones
de fentión, diazinón, malatión, etc.
9.1.
Bremia lactucoe o Peronospora gangliformis.
Este mildiu se presenta en forma de polvillo blanco
harinoso que recubre la cara inferior de las hojas. Favorece su desarrollo un
ambiente húmedo y templado, presentándose con más frecuencia en los climas
meridionales o en los cultivos de primor y forzado. Las bajas temperaturas
detienen su desarrollo. Se combate preventivamente mediante tratamientos con
oxicloruro de cobre, mancozeb, captan, folpet, propineb, captafol, etc., así
como los fungicidas sistémicos y sus combinaciones.
9.2.
Ramularia cynarae.
Este pequeño hongo recubre las hojas de la alcachofa de
unas manchas de color gris en gran cantidad las cuales se agrupan formando
placas más o menos irregulares. Para su prevención hay que evitar el
estancamiento de las aguas y una excesiva humedad en el terreno. Se puede
combatir con los productos indicados en el caso anterior.
9.3.
Grasa de la alcachofa.
Producida por la bacteria Xanthomonas sp., provoca la
aparición de manchas aceitosas en las brácteas de las cabezuelas. Suele atacar
como consecuencia de un período de heladas seguido de una época con
temperaturas altas, lo que provoca el desprendimiento de la epidermis de las brácteas,
o bien tras la incidencia de borrascas veraniegas, coadyuvadas por otros agentes
parásitos como algunos insectos.
10. RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN
La recolección suele comenzarse a partir del mes de
noviembre, pudiéndose prolongar durante todo el invierno. El ritmo de recolección
varía a lo largo del periodo productivo, pudiéndose diferenciar dos etapas: en
la primera se recolectan el 25-35 % de la producción y en la segunda entre el
65 y 75%.
La recolección de alcachofas suele finalizar en el área
del Mediterráneo durante el mes de mayo, alcanzándose unos rendimientos de
12-18 Tn/ha. La recolección es manual cortando 8-10 cm de tálamo floral.
Para consumo en fresco, las alcachofas se clasifican en función de su diámetro ecuatorial, estableciéndose tres categorías (extra, I y II). Las alcachofas se disponen en cajas y se almacenan en cámaras frigoríficas entre 15 y 30 días a 0-1º C y 90-95% de humedad relativa. Las alcachofas también pueden destinarse a la industria conservera.
ALSINA, L. 1980. Horticultura especial. Tomo I. Ed. Sintes,
S.A. Barcelona.
CASANOVES, D. 1997. Semillas para el cultivo de la
alcachofa. Horticultura nº 124.
MAROTO, J.V. 1995. Horticultura herbácea especial. Ed.
Mundi-Prensa. Madrid.
MIGUEL, A. La alcachofa: variedades y métodos de
multiplicación. www.terralia.com
MIGUEL, A.; MAROTO, J.V.; IRANZO, B. & LÓPEZ-GALARZA,
S. 1997. Ácido giberélico en alcachofa. Horticultura nº 120.
RECHE, J. 1971. Cultivo de la alcachofa. Ministerio de Agricultura. H.D. 2-71. Madrid