Septiembre de 1967 Por: Roberto Haza Rivas>
El Bohemio

Bajo la luz radiante de la luna muerta
a mitad de una noche despejada
en una cantinucha de barriada
cabizbajo se embriagaba un bohemio,
Su copa alzaba con cansancio tierno
en sus ojos traslucía una idea muy vieja
la que en el ron y en el ajenjo
daba lúcido juventud eterna.
Habías llegado el tiempo
en el que debía hacer muy resignado
el computo de sus actos buenos y bien,
el de sus actos malos.
Su mente se encontraba en calma
sus deseos por la vida agonizaban,
su mirada dulcemente se perdía
hacía el soñar de un infante que dormía,
reposando en un viejo banquillo,
en el vientre de la lúgubre cantina.
Remontaba el pensamiento
hacia el crucial momento
determinado en su vida,
Y la idea danzaba
voraz en sus adentros.

 

.... Cuanto tiempo ha transcurrido
al paso de la huella experimentada
que ha dejado penas y alegría
que ha doblado mi cuerpo erguido.
A los veinte años de mi vida
determine que el tiempo detuviera
cuando llegara a las cuarenta,
y cuentas realizara de mí vida,     de mis actos...
 ¡Y promesas, son promesas!
 
He amado y amado he sido,
he sufrido y por mí han sufrido,
he hecho feliz y me han gozado
las personas con las cuales he convivido.
Poco es lo que yo he creado,
he sembrado en el árbol de la vida
dos retoños que seguirán en vida.......
pero en fin, me han olvidado.
He alimentado a esperanzas
a estómagos vacíos,
y a la vez, he sido alimentado.
A tan solo una mujer he amado
la que me ha correspondido
pero su amor me ha corrompidos,
y hoy sufro; como otras,
por el amor no poseído.
He forjado a la quimera
confianzas solidarias ciegas,
sobre seres corruptos de idiotismo
mascaradas con eternas primaveras.
Pero también,
he faltado a mis promesas
que con deseo de cumplir hiciera
a personas que confiadas me pidieran
mi ayuda o tal vez el cumplimiento
del hecho que hace al hombre santo
o el fantasma producto del tormento.
 

 

¡Pues bien!
Creo estar en paz con la existencia,
creo que el bien o mal que me han hecho
con sinceridad los he correspondido,
en este aspecto puedo quedar en vida.
Más lo que yo no me perdono, ha sido;
que he confundido los valores,
valores que tenía y los he perdido.
Que nunca en mi existencia
trate de comprender el vuelo
de la hermana mariposa
que cruzo varías veces mi sendero.
0 el arrastrar de un gusano
que paciente y pensativo espera
construir pronto su capullo
y volverse bello en primavera.
0 el galopar airoso
en la llanura verde
del hermano potro.
0 la sonrisa que boceta
una mujer que en mi lecho sueña
Conque siempre la posea
y la tenga en mis adentros.
Que no haya comprendido
el mensaje que arrastraban
las notas de una bella melodía.
0 el saltar elegante y refinado
de los rayos Solares en el río.
A la brisa del mar sorprendido
por la roja postura del sol herido
que quiere ocultarse a la vida
que quiere posar sus rizos en la sombra.
De la noche que esperanza
a la criatura de la tenaz idea
de tener al día siguiente
realizados sus deseos.
Y por esto me condeno
por haberme confundido
pues no todo en esta vida
son goces carnales
roces estúpidos sociales.

 

Que se levante el humo
que el rubor alcoholizado se despeje,
pues ya todo ha marchitado
ya no soy de esta vida,
no merezco el transitar de un bohemio
sobre el virginal descenso
de una gota de rocío.
Que mis párpados se cierren
en el ocaso pensativo.
¡Por mis actos he sido condenado!
 

Y así todo termino,

las luces artificiosas fueron renovadas

dolorosamente por la luz del día,

todo se prestaba a seguir su monótono camino

solamente un rostro tenue se ausentaba,

el del bohemio que yacía tendido.

Roberto Haza

 

Nedstat Counter

Comentarios