GABRIELA MISTRAL
 

BESOS

Asi de ardiente, asi de vehemente,
diamante en su pasion transfigurado.
Amarte a ti, universo deseado.
besos que pronuncian por si solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.
Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmaticos, sinceros
hay besos que se dan solo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.
Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil suenos errantes y perdidos.
Hay besos problematicos que encierran
una clave que nadie a decifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.
Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en intimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.
Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.
Judas besa a Jesus y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonia,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonia.
Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traicion y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.
Hay besos que producen desvarios
de amorosa pasion ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos mios
inventados por mí, para tu boca.
Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.
¿Te acuerdas del primero... ? indefinible;
cubrio tu faz de cardenos sonrojos
y en los espasmos de emocion terrible,
llenaronse de lagrimas tus ojos.
Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios.
te suspendi en mis brazos... vibro un beso,
y que viste despues...? Sangre en mis labios.
Yo te ensene a besar: los besos frios
son de impasible corazon de roca,
yo te ensene a besar con besos mios
inventados por mí, para tu boca.
 
 
 

          AUSENCIA
                                    
                       Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
                        Se va mi cara en un óleo sordo;
                      se van mis manos en azogue suelto;
                   se van mis pies en dos tiempos de polvo.
                         !Se te va todo, se nos va todo!
                      Se va mi voz, que te hacía campana
                     cerrada a cuanto no somos nosotros.
                     Se van mis gestos que se devanaban,
                        en lanzaderas, debajo tus ojos.
                       Y se te va la mirada que entrega,
                      cuando te mira, el enebro y el olmo.
                     Me voy de ti con tus mismos alientos:
                    como humedad de tu cuerpo evaporo.
                     Me voy de ti con vigilia y con sueño,
                    y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
                    Y en tu memoria me vuelvo como esos
                     que no nacieron en llanos ni en sotos.
                     Sangre sería y me fuese en las palmas
                      de tu labor, y en tu boca de mosto.
                      Tu entraña fuese, y sería quemada
                    !y en tu pasión que retumba en la noche
                        como demencia de mares solos!
                        !Se nos va todo, se nos va todo!