PAISAJE ETERNO  

Cuatro pájaros perdidos se incendian
En el aire de la tarde soleada
Y dos muñecos de papel
Temblando
Se están sacando el corazón.

La luz se pudre en las esquinas.

En el bosque se sublevan los colores,
Y una tonada campesina
Se levanta desde el pasto.

Se prenden mil antorchas
Y la noche retrocede asustada,
Abriendo la puerta
Por donde los siglos se escapan a la nada.

Un vaso se ilumina
En el interior de una botella.

Unos remos duermen sobre el agua.

El sol está muriendo en el filo de una piedra
Y siete gritos tejen una palabra.

Dos pedazos de tierra perfumada
Se arrodillan al ver pasar
Las almas de los primeros muertos.

La noche está bebiendo
En el pozo del patio
El agua dulce del olvido.

Despierto.
Y el tiempo se vuelve ceniza
en el fogón de una cocina lejana.

        
                CUANDO VENGA ABRIL

Cuando venga abril,
Subirán por mi barba los duendes de la lluvia,
Y se dormirá el trigo en las alas de los pájaros.

Cuando llegue abril, 
Las viudas secarán sus lágrimas mirando al sol, 
Y después sus corazones se llenarán de paz.

Si abril viene, 
Yo estaré aguardando,
Con la cabeza en alto y la mirada fija,
Desnudo y temblando como vine al mundo.

Escucharé sus pasos al perfumar las flores,
Y lloraré de dicha
Cuando lo vea bailar borracho.

Abril llegará cantando 
Como llega el buen amor, 
Y me dará lo dulce y se llevará lo amargo.

Abril vendrá y se trepará a los techos,
Con la precisión de un gato,
Para llamar con fuerza 
A los colores del arcoiris y a la música del agua.

Abril traerá la miel,
Las uvas de la felicidad, el aliento tibio del sol,
Y el tañido de las campanas de alguna iglesia lejana.

Regresará abril 
Otra vez
A derramarse sobre los valles, las casas, y la gente.

En Cajamarca,
Mi tierra,
Abril salpicará su amor sobre los patios,
Los portones coloniales,
Los caminos empedrados
Y las estatuas de los parques.

Abril abrazará con ganas a los niños
Y a sus madres, 
A los viejos que ya no sueñan,
A los sabios y a los necios,
Y a todos les besará en la frente.

A las muchachas que suspiran por el novio ausente,
Abril les morderá los senos,
Les moldeará el vientre 
Y las tumbará ebrias de placer sobre la hierba
Hasta que se abran como una flor.
Abril llegará en abril
Cuando todos miremos hacia el sur.

 MEMORIAS DEL OLVIDO

Hoy me he puesto a rebuscar
En la parte más dulce de mis recuerdos.

Amada ausente,
Te imagino caminando
Por una calle soleada de mi pueblo
Mientras besas niños sonrientes que salen a tu encuentro
Con ramos de flores en las manos.

Lucy,
He de encontrarte
Donde quiera que te halles
Y estos versos entrarán en tu intimidad
Como el viento en una casa abandonada.

Nuestro amor reventó como una ola
Y dejó olvidados en la espuma:
Rosas disfrazadas de mariposas,
Baúles piratas repletos de melodías
Y árboles de capulí con ángeles en sus ramas.

¿Por qué te fuiste,
delgada silueta de la felicidad?

Tú eras para mí:
Dulce vientre donde dormía la primavera,
Luz con la que juega un niño amanecer,
Trigo azul cosechado por los pájaros crepusculares.

¿Dónde estás ahora
Delicada pariente del rocío?

Has de estar sufriendo
Como yo
Bajo un espeso sol de chocolate,
Empapada por una lluvia ardiente de abriles
Y sin poder encontrar
Lo que no se te ha perdido.

Si yo sigo siendo lo que fui,
Sólo di que sí.
Y mi amor te alcanzará
Cada vez que pronuncies mi nombre.

JORGE PEREYRA 
Escritor, poeta y periodista peruano. Reside actualmente
en Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos. Ha  vivido en varios
países de América Latina y como fruto de  esas experiencias ha publicado 
un gran número de cuentos y poemas en diversas revistas latinoamericanas.

jpereyra45@email.msn.com