El Libro del Destino

IV


Por Quirón Alvar


Capítulo 14

Tenemos ya configurado al Destino de varias maneras y lo podemos ver y sentir de distintas formas, siempre, claro está, en forma Divina: Hadas, Dioses y Seres Mágicos y Trascendentes en general.

Pero, ¿cómo continua el camino después del primer Susurro Divino, ese que nos llega cuando llegamos a existencia? Desde luego debe de estar claro que continuar ha de continuar, pase lo que pase, aunque el camino esté repleto de espinas, zarzas y piedras de distinto tamaño.

Lo normal es preguntarse cosas y con el tiempo ir contestándoselas uno mismo, sobre todo las de índole Mágico-Místicas. Lo mejor es que no haya nadie en nuestro contorno que nos contamine con sus creencias, que aun siendo muy respetables, no tienen por qué ser las acertadas. Quizá con el tiempo y desarrollando cada vez más el intelecto uno pueda llegar a una cierta concordancia con el "contaminador", pero es mejor que eso ocurra con naturalidad.

Desde antes que el Tiempo fuera Tiempo, la Divinidad y lo Divino ha existido, hubiera creyentes o no; la Divinidad existe por sí sola, no necesita de adeptos de ninguna clase.

Hay un tipo de Divinidad Imaginaria que es la más aconsejable, y es esa que trata de que algunos niños se inventan personajes que para ojos de los progenitores no existen, pero para el niño en cuestión SÍ existen y en muchos de los casos de manera más real que los progenitores mismos, sean quienes sean éstos, padres, hermanos mayores, otro tipo de familiares o tutores.

El niño que siente que no es de la familia en la que ha nacido, es un niño Destinado a ser algo especial, a sentir algo especial, y a trascender para y hacia el Futuro. Se da ese fenómeno de muchas y diversas maneras, no basta con la simple creencia de NO pertenecer a esa familia. Hay rasgos característicos como la pronta independencia, el querer realizar investigaciones por su cuenta, inventarse modos de vida que aún no existen, y, sobre todo, lo dicho antes de la invención de seres imaginarios.

Al principio uno no se acuerda de nada de su vida pasada, así que ha de estar muy atento a todo lo que le rodea, para así saber cual es el camino correcto que coger, o mejor dicho, que continuar. La observación se acentúa a medida que pasan los días y las horas, no es un proceso lento, más bien todo lo contrario, rápido y casi desbocado; cuanto antes ha de encontrar lo que dejó a medias para continuarlo y darle otro toque y seguir en la ascensión.

La Imaginación es el primer Poder que recupera. De la Imaginación se pasa a la Creación, y suele ser siempre en forma de palabra escrita, pues la oralidad en cierta manera se sabe que es una idiotez; nadie o casi nadie está dispuesto a escuchar a nadie, y menos si se trata de un recién llegado, para eso han de pasar muchos tiempos, muchos pinchos, zarzas y piedras por un sendero oscuro y torcido, pero a la vez necesario. ¿Te acuerdas no? Pues eso.

Sin saber cómo te encuentras con las Divinidades, en forma de nombres escritos, de colores en cosas, de formas en los diversos tipos de materiales, en sueños mientras duermes, en imágenes mientras observas. No falla nunca.

Luego ya, al poco tiempo, la búsqueda se torna en Encuentro, y ya estás ante las Divinidades justas y necesarias, casi siempre en forma de Amigos, claro, sí, porque las Divinidades han de ser de carne y hueso, las de madera, formica, mármol y otros materiales suelen ser falsos de falsedad. Divinidades, ojo, en plural, cuando la cosa es "mono.." o "uni.." no vale, eso es inducción exterior y se trata de un engaño, que te has dejado engañar por los que estaban fuera "aconsejándote qué es lo mejor pá tí", nada de eso.

Cuando ya tienes más Razón, más Poder y más de todo, te dirán que te han comido el coco, la cabeza y las entrañas si es necesario, pero sabrás que te están engañando, y que son ellos, y no otros, los que te están comiendo hasta la mismísima Razón y el mismísimo Poder, y hasta el plato de lentejas que tienes a tu vera si te pillan a la hora del almuerzo.

Por eso lo más normal es encontrarse primero que nada con la Nada, o sea, con Isis, o con el Renacer, o sea, con Horus, o con la Inmortalidad, o sea, Osiris. Pero además vivas donde vivas, eso es lo mismo, ¿no ves que son Divinidades que tienen más tiempo que el Tiempo mismo? Claro, y además, aunque esas Divinidades sepan de Espacio y Tiempo y de todo, no les importa aparecer en tus Adentros, estés donde estés.

Todo esto suele ocurrir justo en el día de tu inexistencia, de tu desaparición, justo cuando el Abismo te quiere atrapar, justo cuando el Absurdo parece que te puede, y justo cuando has supuesto todos los posibles, entonces... ¡cataplás! Horus que te crió, que me dijo un día un Inmortal más saláo que la mar. Otros dicen y se encuentran con otros dichos y frases y elocuencias, pero siempre, siempre es lo mismito. ¿No ves que siempre somos los mismos? Si es que...

Hale, a seguir buscando, no os demoréis, que luego las puertas se cierran de los diversos trenes y hasta que sale otro, puf!, pasan ni sabe la de siglos y siglos.

Buen viaje.



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Capítulo 15

Vamos entrando en calor, ¿no lo notáis? Yo sí, y eso alivia mucho la pesantez del no saber moverse, del no saber agitar fuerte las Alas y salir pitando para los distintos Universos Paralelos.

Una vez que la Divinidad ha entrado a formar parte de nuestro Psiquismo, y de nuestra estructura Física y de nuestro Espíritu, nada nos puede echar hacia atrás aunque queramos, a partir de ese momento en adelante, quedaremos marcados para toda la eternidad. Incluso cuando creamos haber salido de ese "sueño", la transformación continuará, la sabremos manejar o no, eso es lo mismo, pero el carácter divino estará ahí.

Lo malo es rebelarse contra lo divino; la locura es cuando hace acto de presencia y el final se empieza a escribir con letras gordas y negras en el Libro del Destino. Y aún así no habrá acabado la "tragedia", pues en la próxima vida recordaremos poco a poco lo sucedido, por lo tanto, quizá, tengamos una extraña oportunidad más.

Pero... ¿Otra vida desde el comienzo, u otra vida desde la misma que vivimos y habitamos?

Las fases de una Vida vivida de verdad son más de las que imaginamos, mucho más que esas de las que nos hablan de: niñez, adolescencia, adultez, hombre, anciano... Mucho más. Esas son solo apariencias, pues hay, como todo el mundo sabe, niños que son viejos, viejos que son niños, adolescentes que no lo son, adultos que jamás lo consiguen y así toda la variedad de mezclas que pueden darse.

Hablo de etapas Divinas, que evidentemente no viven todas las personas, pero no porque no les sucedan cosas extraordinarias, sino porque NO quieren ver esos sucesos extraordinarios. No se trata de ver apariciones ni popularidades de ese calado, sino simples encuentros con hechos que estaban delante de nuestros ojos y no los sabíamos ver, y que por un motivo o por otro, llega un Momento en que sí.

El famoso Momento Glorioso.

El Momento Glorioso, -que se puede dar cuantas veces sea necesario, y sobre todo, cuantas veces estemos dispuestos a verlo, sentirlo y conscienciarlo-, es la clave para sabernos Vivos de verdad, cuando sentimos que esa típica puesta de Sol es algo más que eso; cuando ese pájaro que ronda nuestro entorno está emitiendo sonidos que solo nosotros percibimos; ese baile de árboles en mitad de un bosque en soledad. Momentos de toda clase, de toda percepción.

Si estamos Vivos y Despiertos a todo lo que acontece a nuestro alrededor, sentimos más la Divinidad, y no solo los lugares tranquilos son los aptos para contemplar lo Divino, sino cualquier parte. En medio de una caótica ciudad ocurren cosas delante de los ojos de todo el mundo, pero no todo el mundo lo siente, y menos lo ve, sobre todo si es algo que se mira con los Ojos de la Mente.

Más sencillo no puede ser, y más claro tampoco.

Así entonces, la Bendición de lo Divino ha llegado, y por lo tanto sólo lo bueno nos puede afectar, además muy bien afectado. Sin embargo, lo malo y lo abyecto nos resbala como si nada; ya no existe el mal, viaja por otras dimensiones. No quiere decir eso que nos quedemos gagás y no percibamos que en muchos de nuestros entornos por los que nos movemos la maldad se sigue moviendo como pez en el agua, pero nosotros ya tenemos el "arma" precisa para combatirla: La Divinidad, nuestra Divinidad, pues es algo que nos pertenece y palpita en nuestro corazón.

¿Religión? Oh, no, eso según uno quiera. La Religión de la Divinidad, vale, pero nada de adhesiones a cosas raras que nos ate de pies y manos espirituales. El Libre Albedrío ha sido creado para equivocarnos vez tras vez y dar, en su momento justo, con lo buenamente deseado, pero que de, y que de bien, pues no vale tampoco estar todo el rato de trompicón en trompicón y "ay pobreee de miiii".

Tal es mi camino, que intento resolver día a día sin ningún tipo de ley falsa. Me sé el Camino, y quizá sea porque esté escrito en el Libro Sagrado del Destino, quizá. No sé, sin embargo, todas las piedras y demás obstáculos que hay, pero con tal de estar ojo avizaór, ya está, no habrá problema ninguno.

Venga, buenas vitaminas y buenos minerales y a batir bien las alas, pero ojo con llevarlas a punto de nieve, que luego se congelan ;-)



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Cpítulo 16

A todo esto: ¿Dónde está el Libro del Destino? ¿Quién escribe el Libro del Destino? ¿Cuándo se escribe el Libro del Destino? ¿En qué lugar se enamoró de tí? ¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?

Ya dijimos que en la Kronos es donde está y donde se está realizando la tarea de escribir el Grandioso Libro del Destino, con sus distintas facetas, sus distintas perspectivas y ángulos, y con las distintas claridades de cada uno.

¿Pero antes de la Kronos?

En nuestra cabeza, en nuestro corazón. El Libro del Destino es ante todo Inmaterial, y lo podemos materializar de muy diversas formas. De manera particular os puedo decir que el Libro del Destino lo he ido escribiendo donde buenamente he podido. De siempre he llevado conmigo una libreta de apuntes, más pequeña o más grande eso es lo mismo, lo importante es llevar esa libreta. También puedes llevarla en el cerebro, mentalmente quiero decir, claro, porque no se trata de abrirse la cabeza para meterse en ella nada eh, eso que quede claro, no me quiero responsabilizar de aquél que quiera hacer semejante brutalidad.

Una vez que, por ejemplo, se tiene algo escrito en la cabeza, se puede transferir a una libreta, o a una máquina de escribir o cualquier otra máquina, para luego encuadernarlo, o meterlo en una carpeta de esas de anillas, o en una de esas que son azules y tienen gomas. Todo eso son nimiedades, lo que importa es el fondo, es lo que hayamos querido decir. Y lo que finalmente importa de verdad es... ¿qué? mandarlo a la kronos ;-) .

¿Qué se dice? Leches, pues eso depende de cada cual, pero es preferible tender a decir algo que no se haya dicho nunca, porque así el Libro del Destino no se aburre. Si por ejemplo te pones a escribir: "Erase una vez el hombre..." De seguro que el Libro del Destino se enmohece iso facto y se cierra en banda. Eso ha sido escrito multitud de veces.

Ya hemos dicho que el Libro del Destino está vivo, por lo tanto no lo podemos tratar como si fuera un libro de consulta, arrumbado en cualquier esquina de una estantería de nuestra biblioteca particular. Es aconsejable, siempre, siempre, siempre, llevarlo encima, o en la cabeza, -mentalmente- o en una libreta, -físicamente-. Cabe la posibilidad de que el cerebro tenga forma de libreta, entonces estupendo, porque así cumple dos requisitos de un solo tiro.

¿Cómo era la segunda pregunta? Ah, si, ¿Quién escribe el Libro del Destino? Nosotros, cada uno de todos los nosotros que haga eso, claro. No vale "todo el mundo", de eso nada. Lo escribe quien quiere escribirlo, y sobre todo lo escribe quien necesite hacerlo, quien tenga esa voz interior que le suplica que lo escriba. Por lo tanto el Sagrado Libro lo escribe aquél que lo desea ardorosamente desde su empuje anímico y aquél que tiene respuestas para un certero Futuro. Porque el Futuro siempre es certero, es recto, ES, nunca se olvida de llegar, por lo tanto todas las ideas son pocas.

Pero vamos, para qué engañarnos, el Libro del Destino lo escriben dioses vivientes, almas bien aventuradas que tienen el firme propósito de darle otra cara, otro perfil a lo que supuestamente ya hay y es lo "conveniente". Lo realmente Conveniente es lo que grandes mentes deciden sin que casi nos demos cuenta. Como cuando se personaliza un Imperio, al final, siempre queda todo; un país, una región, un continente, como queda la casa del que Reina, o sea, ordenado. Así es el Libro del Destino si lo escribe un Ordenado.

¿Cuando se escribe el Libro del Destino? Siempre, cada uno de los segundos que conforman nuestra vida, incluso en sueños se está escribiendo como un mundo paralelo al de la vigilia. Hay sueños tan poderosos que son capaces de hacernos cambiar la estructura de nuestro pensamiento, o al menos, de reafirmarla y darle más convicción y más fuerza.

Físicamente, materialmente, o sea, en la libretita o en el soporte que sea, cuando buenamente se pueda. Pero es conveniente no dejarlo ni un solo día. ¿Acaso dejamos de respirar en algún momento? No, entonces. Escribir el Gran Libro es lo mismo, es como respirar. ¿Que no se va a decir nada interesante o realmente importante? Aaaaah, eso no se sabe hasta que no se hace, sólo lo sabe el Destino, así que, el deber es el deber.

En el pensamiento se hayan las respuestas a todo lo que nos preguntamos, y a través del pensamiento se revelan todas las coordenadas del Destino. La predisposición y la entrega son algunas de las claves secretas, que de secretas no tienen nada, pero queda mejor decirlo así.

Descubrir cuáles son y luego os lo contáis. Sí, sí, OS lo contáis, no me he confundido, si luego traspasa las fronteras de tu alma, eso es otra cosa.

PD: Sobre las dos últimas preguntas no tengo ni idea ;-)



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Capítulo 17

El Libro del Destino y la Intelectualidad. Es evidente que cualquier cosa escrita ha de ser escrita a través del intelecto mental. Imaginaros que fuera escrito con el intelecto de la espalda, no sería lo mismo.

Pero sucede que la mayoría de las cosas están hechas de ese segundo modo, o sea, con el intelecto de la espalda, o de los brazos, o de cualquier otra zona menos el cerebro. Quiero decir, que pensar no es tan sencillo como parece, y pensar cosas dignas e interesantes menos todavía.

Por lo tanto NO es tan evidente que la Intelectualidad sea lo común en todos los escritos. Por cosas escritas en el planeta no se puede uno quejar, pero de cómo y el sentido que puedan tener, sí que se puede uno quejar.

Hay unas páginas en el Libro del Destino que están dedicadas a un tema muy interesante y que hacen referencia a todo esto, y desemboca en la falsa concepción que se tiene sobre la vejez y el deterioro de las mentes humanas. Leámoslo, por farol:

" Y es que el ser humano, lleva la decadencia hasta sus últimas consecuencias, y es por ello que a finales del siglo veinte el común de los mortales decidieron inventarse enfermedades mentales que hacían hacer a la gente cosas muy raras.

Para no molestar a las personas y poder engañarlas fácilmente, seres humanos del tipo "bata blanca", inventaron términos como "síndrome de daun", "enfermedad de alceimer", "síndrome de párquinson", "enfermedad de borenbein", etcétera. Todo para no decir; subnormales, decadentes o que chocheaban, o que sencillamente envejecían de atontamiento; desajuste del sistema nervioso central, y en la de borenbein que todavía no se sabe bien qué era.

Taparon a todos esos individuos bajo esos nombres de supuestas personas que padecían esas enfermedades, y así "disimulaban" la total decadencia en la que habían entrado, y de ese modo poder engañar a todos los sanos. Pero los sanos, de sanos tenían lo que puede tener una gallina de elefante, esto es , nada.

Todo se resume en decadencia. En la decadencia está todo insumido; la mentira, el engaño y la absoluta oscuridad y falta de afecto, entre otras cosas, claro. Nadie pudo imaginar en ningún pasado siglo, que el ser humano podría idear centros de recogida de personas mayores, pero los seres humanos los crearon. Los crearon para evitarse molestias, para que así los hijos "disfrutaran" de su vida, pues se quiera que no, un anciano es una carga. Ese es el nivel al que llegaron los seres humanos, esa era la representación de su falso y mentiroso "amor" por sus "seres queridos", los que les hicieron venir al mundo.

Pero eso solo es un detalle entre un montón de ellos. En realidad el problema radica en cada uno de los seres que habitaba aquél mundo, y por lo tanto, todos en conjunto eran culpables de que las gentes acabaran todas ellas en las distintas cárceles de la vida; guarderías para niños, orfanatos, hospitales, asilos de ancianos, y las propias cárceles. Decadencia, decadencia, decadencia. Y la tapada de ojos era general, claro, de qué Mirar con ojos sinceros el problema.

Así que las "familias", supuesta congregación de seres que se aman y están unidos por el amor común y la superación de todos los problemas y ni se sabe la de teorías más, tenían hijos para meterlos en guarderías, tenían hijos para abandonarlos en mitad de la calle; los que tenían suerte, pues los más acababan en un cubo de la basura. Tenían progenitores para desentenderse de ellos a la nada de tiempo, se volvían bestias salvajes y unos acababan en las cárceles por los distintos delitos que cometían, y otros abandonados a lo que les ocurriese en ciudades sin ley, o sea, la mayoría de los centros urbanos.

Cuando los creadores de esas "familias" se hacían mayores, los hijos, los vástagos que habían procreado, les enviaban a esos asilos de ancianos que hemos citado antes, por su bien, claro, pues habían entrado en enfermedad irrecuperable como es esa llamada alceimer y no podían hacer otra cosa los pobrecillos. Y también en este caso esos alceimerianos eran los que tenían suerte, pues había otra clase de "asilos" donde apestaba a gasolina, y estaban en mitad de una autopista, vamos, que volvían a la "dulce niñez", solo que en vez de ser un cubo de desperdicios, era una gasolinera.

¿Quién era responsable de todo eso? Los que se dejaban manipular, por supuesto. ¿Y por qué sucedía eso? Por la falta de pensamiento. El intelecto lo tenían bajo mínimos, con cerebros entelevisados y paranoias invisibles, o sea, problemas inexistentes, pues el PROBLEMA verdadero, o sea, ellos mismos, no les llamaba ni un ápice la atención.

Luego, cuando esos ancianos morían, había hasta lágrimas, casi siempre compradas en farmacias, uno de los lugares comerciales donde se dispensaban lacrimatorios de plástico barato para los "apenados" familiares.

Con el tiempo toda esa decadencia desapareció, pues la Responsabilidad hizo maravillas, y la gente, al morir cada vez más joven de vejez anticipada, vieron las orejas al lobo, y destruyeron todas los televisores del mundo y distintos entretenimientos, y la gente volvió a sus antiguos orígenes, o al menos unas costumbres, que muchos de ellos no habían tenido en su vida; leer, pensar, escribir, resolver problemas serios que incumbían a todos... Vieron a la Vida en su auténtica forma, Vivieron, y Vivieron con todo lo que eso conlleva... "

El Libro continua, pero era un simple ejemplo de lo que en él se dice. Ha sido escrito hace un rato, en un extremillo futuro de ná, pero interesante, desde luego.

La vejez no existe, sólo existe el dejarse llevar por la decadencia.



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Quirón Alvar

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