ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA FORMACION DE UN DEPORTISTA A LARGO PLAZO

 Eugenio Ducoing(*)

Cada cierto tiempo en el deporte chileno aparece un talento deportivo, que, a través de resultados deportivos y a su propia persistencia, a veces lo lleva a logros impensados. Estos talentos deportivos que surgen cada cierto tiempo, generalmente no son producto de una planificación en la formación de deportistas de clubes, ni menos de una estructura deportiva a nivel nacional.

Sin embargo, el auge producido por este deportista en solitario posterior a una actuación deportiva destacada generalmente no se capitaliza. Existen algunos factores que deberíamos enfatizar aprovechando este gran impacto para programar o estudiar la posibilidad para que exista un mayor número de deportistas en alcanzar el máximo rendimiento. Algunos de estos factores que inciden en el logro de resultados a nivel deportivo, podrían ser una adecuada detección de talentos hacia el alto rendimiento, en un mayor control y evaluación científica de programas de entrenamiento, en un constante perfeccionamiento de técnicos , o bien en planes estructurados entre las entidades deportivas responsables en la formación de deportistas hacia el deporte de rendimiento, este último será el tema del análisis a continuación.

Muchos niños se inscriben es una escuela deportiva de un colegio, de clubes, de municipalidades, etc., con la ilusión de emular algún día a un deportista destacado en algún deporte. Sin embargo, existe una gran deserción en los inicios de la carrera deportiva y la mayoría de ellos abandonan el deporte antes de completar su formación. ¡Abandono del deporte con tan solo 18 años de edad!. ¿Nuestro país se puede dar el lujo de permitir un abandono tan prematuro? ¿Qué debemos hacer para que la formación de los deportistas llegue a término a una edad razonable de máximo rendimiento?, edad de madurez deportiva que generalmente coincide en la gran mayoría de los deportes con la etapa universitaria. Se pueden plantear algunas sugerencias que en ningún caso son nuevas, son las mismas que muchos investigadores del deporte vienen exponiendo hace bastante tiempo, el problema es recordarlas, aplicarlas y enfatizarlas.

El logro alcanzado por algunos de nuestros deportistas que llegan a nivel mundial, posiblemente nos demuestran que entre nuestros niños existen las mismas posibilidades de formar deportistas hacia el alto rendimiento que en otros países. La diferencia para que un mayor número de deportistas alcance el alto rendimiento radica en un proceso de formación hacia el alto rendimiento sobre la base de un respeto por la maduración biológica y coordinación de planes de entrenamiento adecuados entre las diferentes fases. Diferencia que en ningún caso es inalcanzable en nuestro medio, por el contrario, es aplicar correctamente las etapas de desarrollo de un deportista y una disposición en la coordinación de estas etapas por parte de los responsables directos del deportista: colegio, clubes y universidad (sí continúa una carrera paralela al deporte, como en muchos de los casos de los deportistas nacionales).

En la formación de los deportista a largo plazo hacia el alto rendimiento, los entrenadores y coordinadores deportivos de clubes, colegios y universidades, serán los responsables directos de planificar en forma racional las cargas de entrenamiento que generalmente se contraponen entre sí o se aplican en forma paralela en ambas partes, produciendo una perdida de tiempo o un aumento de la carga en forma excesiva. Todo esto sumado a un régimen de estudios escolar o universitario, que puede conducir al deportista a un posible sobreentrenamiento o a un temprano abandono del deporte.

En las diversas etapas escolares en que se desarrolla la formación de un deportista ya sea esta; escolar, secundaria o universitaria, debiera existir una coordinación entre estas instituciones en los entrenamientos y estudios del deportista para lograr una efectividad en las planificaciones anuales que desarrolla el deportista.

La formación a largo plazo de un deportista comienza cuando el niño ingresa a una escuela deportiva de algún club, escuela o municipalidad. En esta etapa, los niños y jóvenes que practican alguna actividad deportiva extraescolar, se les podría coordinar en forma paralela dentro del programa escolar actividades que apoyen los planes deportivos que aplican en los clubes a los que ellos pertenecen. Por otra parte, los clubes que acogen a niños para una posible formación deportiva, deben contar con una estructura que posibilite la proyección hacia el alto rendimiento en todas las fases, independiente de la ayuda que puedan otorgar las federaciones u otra entidad pertinente. Lamentablemente, en muchas ocasiones estas proyecciones planteadas por los entrenadores, no forman parte de la política del club y se abandona posteriormente el proyecto inicial.

Previo a la etapa universitaria, deportistas en edades juveniles (tercero a cuarto medio) abandonan el deporte antes de su madurez deportiva por la presión de un entrenamiento inadecuado para estas edades. Esto posiblemente se produce al adelantar su máximo de rendimiento en el momento que nuestro deportista no esta preparado para ello y en forma contradictoria puede dedicar mayor tiempo al entrenamiento, ya que posteriormente a estas edades debe asistir a un preuniversitario, prepararse para la PAA e ingresar a la universidad, por tanto su tiempo de entrenamiento será reducido. Son pocos los deportistas que pueden continuar realizando un entrenamiento competitivo en la etapa universitaria.

 

Cuando algunos de estos deportistas alcanza una madurez competitiva ingresa a la universidad, edad donde la gran mayoría de los deportistas de nivel internacional logran sus máximos resultados. Mientras tanto, la gran mayoría de nuestros deportistas comienza una declinación en los resultados y muchos de ellos abandonan el deporte, a pesar de encontrarse en la etapa óptima para desarrollar su potencial competitivo.

Al contrario de lo que piensan muchos, la universidad podría convertirse en un nexo fundamental para la continuidad deportiva y estudiantil del deportista federado en el logro de un máximo rendimiento competitivo en esta etapa y no adelantar los procesos biológicos con un entrenamiento altamente competitivo a edades más temprana. En la etapa universitaria con la disposición del entorno del deportista, llámense estos universidad y clubes deportivos, deben hacer factible la compatibilidad de un régimen de estudios universitarios con un régimen de entrenamientos, esto sumado a las ayudas necesarias de la entidades federativas podremos lograr aumentar la vida deportiva de nuestros deportistas y desarrollar su potencial deportivo al máximo en edades factibles para ello.

Profesor de Educación Física

Universidad de Santiago

 

(*) El autor es chileno y entrenador de natación, actualmente se encuentra relizando el Master de Alto Rendimiento Deportivo en el Centro de Estudios Superiores del Comité Olímpico conjuntamente con la Universidad Autónoma de Madrid.